miércoles, 8 de septiembre de 2021

L’Eixample de Barcelona


 

La mayoría de los edificios de mi barrio, el Ensanche de Barcelona, son de estilo ecléctico, bien construidos, proyectados por unos arquitectos que conocían su oficio, tenían sentido común y sentido constructivo. Además, en el Ensanche, podemos encontrar muy buenos ejemplos de arquitectura modernista.

 

 Proyecto de Ensanche de Barcelona

 


Las fachadas suelen estar bien compuestas, aunque su coronación, en general, es un auténtico dislate. Las terminaciones de las fachadas de l’Eixample de Barcelona son una locura si las comparamos con el orden y la racionalidad del trazado urbanístico de este magnífico barrio proyectado por Ildefonso Cerdá.





En estos edificios hallamos arcos escarzanos, arcos de medio punto, capialzados que recorren el intradós del arco y bajan por las jambas. En los zócalos de las fachadas, más o menos clásicas, hay una profusión de molduras clásicas que se alternan con las figuraciones evanescentes de los edificios modernistas. 

 

En medio de todo este maremágnum compositivo, se mezclan edificios pretendidamente modernos que se construyeron en la segunda mitad del siglo XX.


 

L’Eixample de Barcelona lo traga todo: arquitectura (poca) del GATCPAC, arquitectura franquista, eclecticismo, modernismo, neoclasicismo tardío, art decó, chaflanes de algún constructor aficionado al fútbol, arquitecturillas de aprendices de genio, algún premio FAD de arquitectura, birrias descaradas, irresponsabilidades inmobiliarias e incluso ese templo levantado sin licencia de obras cuya construcción es un “procés”, me refiero a la idiotez de la gran mole de la Sagrada Familia.

 


L’Eixample de Barcelona soporta los cambios municipales y los cambios políticos de todo signo. Aguanta cualquier ataque de alcaldes, ya sean franquistas, aprovechados, arribistas incultos, o revolucionarios de que no tienen sentido común. 

 

L’Eixample proyectado por Cerdá, denostado por los nacionalistas del modernismo, tiene una geometría potente capaz de soportar las mil perrerías. Encontramos diversas tipologías de viviendas y de establecimientos: iglesias, casas de lenocinio, restaurantes de comida basura, fumaderos de cannabis y consumo de otras drogas, mercerías, zapateros, tiendas de informática, floristerías y tiendas abiertas todos los días del año donde los menores de edad pueden comprar alcohol las 24 horas del día.

 

Permitidme una divagación, una fantasía, una elegía:

 

Entre el cel i l’asfalt s’agita l’ordre

damunt els caps i les cases del temps.    

Els balcons i les cornises emmarquen

el cel que fan un murmuri de núvols.

 

A l’asfalt, l’ordre palpita a les voreres,

als xamfrans i als escocells dels vells plàtans.

Un seguit d’arbres ruralitza els carrers

amb la potència del ciment i l’afany.

 

Motllures i memòria dibuixen

els plànols de les façanes de l’ànima.

De ben antic que els esperits de l’ordre

tenen en la pedra el sojorn etern.

 

Des del cimaci reclamen la raó

dels marbres i la pau de la ciutat.

A les voreres tot és un desig de panot

enmig del tràfec i el record de la historia…

 

                                  Etc. 

 

 

(sigue la elegía de unas treinta páginas que ahora no vienen al caso)

12 comentarios:

  1. Pues sí, se puede decir que L'Eixample ha crecido, o sigue creciendo, sobre sí mismo. Un auténtico cuerpo, pues. También han dicho eso los urbanistas de mi ciudad, lo cual implica dificultades para prospectar y hallar restos antiguos, pues el crecimiento hasta hace unas décadas fue prácticamente sobre el mismo área más o menos tradicional. Pero ese es otro tema. No os quejéis por lo tanto de la variedad -otra cosa es si todo es de buen gusto- que tenéis en esa Barcelona específica dentro de la Barcelona más amplia. Por cierto, y ya con más humor:¿cuál es la tipología de las edificaciones de las casas de lenocinio?

    Salud y bon vino.

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    1. Amigo Fackel, no me quejo de la variedad ni de la vitalidad ciudadana de l’Eixample, admiro este barrio, creo que es un ejemplo de racionalidad extraordinario. Costó mucho que se aprobara el proyecto de Cerdá, las fuerzas conservadoras se opusieron y al final fue impuesta su construcción por decisión del gobierno.
      Para mí, lo mejor de este barrio es su capacidad para “tragar” todo lo que le echen, lo asimila y lo adapta a la pura racionalidad de su trazado.
      Ja, ja, ja, las casas de lenocinio también se adaptan a la tipología del Ensanche y se adaptan al signo de los tiempos, por esto perduran, pasan los siglos y continúa el mismo negocio gracias precisamente a esta adaptación y a la demanda.
      Un abrazo.

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  2. La primera vez que fui a Barcelona cuando entre en la ciudad me sorprendió gratamente la disposición en cuadricula, es una cosa que siempre he defendido, como también defiendo quitar nombres a las calles y numerarlas para así mejorar la orientación del que tiene que buscar algo. Para mi fue un muy agradable moverme por esa zona, fue mi primer recuerdo de Barcelona. Luego he ido bastantes veces a Barcelona con diferentes impresiones, debo añadir. Pero si, cuando las cosas se hacen con pragmatismo y raciocinio es muy probables que puedan aceptar cambios sin descomponerse. Un saludo.

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    1. Amigo Daniel, este barrio mío es cuadriculado y todo muy medido, la cuadrícula es de 100x100 metros, con las esquinas achaflanadas, las calles tienen un ancho de 20 metros (10 para peatones y 10 para vehículos), esta racionalidad de trazado funciona muy bien.
      A mí también me gustaría que quitaran los actuales nombres de las calles, por lo menos aquellos que tienen el nombre de alguna persona, podrían poner: calle del huevo frito, calle de la gallina clueca, avenida del Copito de Nieve, calle de la trompeta y el cascabel..., todo sería más divertido y no creo que ofendiera a nadie.
      Saludos.

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  3. Se dice que el plano en damero u ortogonal de los ensanches, ya sea el de Barcelona como el de Madrid (Plan Castro), es práctico, funcional, cómodo... pero de menor atractivo para esos turistas que aman los planos laberínticos y los radioconcéntricos de las ciudades históricas antiguas, lo cual entra en contradicción con esa variedad de edificios -la mayoría modernistas- de l'Eixample barcelonés. A mí siempre me resultó muy agradable el paseo.
    Saludos.

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    1. Amigo Cayetano, lo ortogonal siempre resulta más cómodo, es de fácil orientación y favorece la limpieza, es más higiénico y ventilado.
      Los turistas se acostumbran a todo, en general aceptan lo que dice la publicidad.
      Las ciudades radiales presentan dificultades de parcelación.
      Saludos.

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  4. No he de apostillar nada a lo escrito, sino sumarme a él; si recordar que por mor a no se quien, ahora están haciendo desaparecer los "chaflanes", siendo este trazado una obra con visión de futuro por parte de Cerdá, que no sólo es único en Europa, sino en el mundo, y que daba a la ciudad una personalidad, y una esponjosidad al tránsito inigualable.
    Hoy, en el Eixample, y en ciertas zonas, si un trasporte de servicios (repartidor, bomberos, taxistas...) han de actuar en según que zonas, han de hacerlo en doble fila y/o cortando el tránsito.
    Un abrazo

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    1. Miquel, tú conoces el Eixample, sabes de sus ventajas y también de las actuaciones pueriles que se están llevando a cabo para conseguir que la ciudad sea una ludoteca. Por más que se empeñen, no podrán eliminar los chaflanes, el trazado y las alineaciones de fachada son lo que son, tal como las dibujó Cerdá y ya está, podrán modificar los pavimentos y los bordillos o podrán poner bolardos amarillos, pero la potencia geométrica del Eixample no se la salta ningún chulito de saloncito, con sus actuaciones de maquillaje y de incultura urbanística solo consiguen incordiar y demostrar lo niñatos que son.
      Abrazos.

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  5. -"Entre el cielo y el asfalto se agita el orden".Esto es un poco; como cuando trabajas y alguien te ordena tus cosas y, ya la liamos porque en mi desorden esta mi orden...

    En este abanico que muestra esta estupenda ciudad porque por mucho que nos quejemos aun impera un cierto orden entre ese desorden.

    Y, te felicito por esta elegía que para poder ordenar este genero hay que saber mucha construcción lírica.

    Un abrazo

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    1. Amiga Bertha, este es un fragmento de una elegía, es largo poema, que por ahora tiene más de cuarenta páginas.
      No me quejo porque sé que no podrán estropear un orden geométrico tan higiénico y bien orientado.
      Abrazos.

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  6. Parece que Cerdá fue, en parte, un incomprendido por tener una visión adelantada a las ideas de aquella Barcelona burguesa, como dices, un planteamiento muy racional y pragmático, sobrio pero no exento de belleza. Los modernos de hoy seguro que son mucho más anticuados mentalmente que Cerdá.
    Un abrazo, Francesc

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    1. Amigo Paco, Cerdá fue un ingeniero muy culto, un higienista que realizó un trabajo inmenso, los análisis que hizo del territorio y de la población son una auténtica joya. He leído y estudiado su Teoría General del Urbanismo (era lectura casi obligada en la asignatura de Urbanística) y te puedo asegurar que su trabajo no tiene precedentes y que muchos de los que han venido después apenas alcanzan el nivel de "insuficiente" comparados con aquella obra. Cerdá tuvo muchos detractores, especialmente del ayuntamiento y finalmente, gracias a la intervención del ministerio se impuso su proyecto.
      Abrazos

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