domingo, 5 de septiembre de 2021

Higiene

 

Las aglomeraciones suelen ser peligrosas.

  

Montones de basura, cuerpos sudorosos, mentes emponzoñadas, vertidos apestosos… Hay un riesgo evidente de infección, de alienación, de degradación de los materiales y de los cuerpos que reclama una limpieza urgente.

 

Sin una higiene pública que parta de las aulas y se extienda por calles y plazas y por todas las formas de comportamiento, jamás se conseguirá eliminar la peste, la enfermedad mental y la indigencia social.

 

No hay salud física ni mental sin higiene. 

 

El ruido, el quebrantamiento irracional de las normas de convivencia, el alcohol, las drogas, la mugre, la cochambre ideológica, la basura pestilente degradan el cuerpo y la mente. Con la mente degradada no hay libertad.

 

14 comentarios:

  1. En agosto hice una entrada similar:
    http://totbarcelona.blogspot.com/2021/08/dos-caratulas-para-un-mismo-titulo.html

    Se vive un situación hedonista, y sin complejos te dicen que no va con ellos.

    El sistema nos ha ganado la partida, no nos quepa duda, y nosotros, los que nos vamos muriendo por daños colaterales, somos los que la especie va eliminando, según el nuevo pensamiento.

    En el mes de agosto han muerto de Covid 2.851 personas, cuyo promedio de edad era de 74 años. Hemos pasado a ser la contabilidad mensual de lo que antes era la siniestralidad de carretera, y la insensibilidad está ya en el bolsillo de cualquier persona que no le toque directamente.

    Parte de la culpa la tenemos nosotros, que duda cabe, les hemos dado esa educación proteccionista que hará de ellos una población endeble y floja, no apta para desengaños y poco proclive a los "nos".

    Comparto eso de que con la mente degradada no hay libertad, pero un exceso de libertad degrada la mente.

    Todo en su justa medida.
    Un abrazote muy grande.

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    1. Sí, ya vi el escrito en tu blog. Me quejo de la falta de higiene.
      Estoy convencido de que una falta de higiene física y mental degrada la mente y con la mente degradada se llega a la anulación completa.
      Abrazos

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  2. Lee la última moda en colocón.
    Pura actualidad de lo que tenemos en la ciudad gracias a nuestro Ay untamiento

    https://www.metropoliabierta.com/el-pulso-de-la-ciudad/vecinos-botellometro-raval-no-duermo-cuatro-horas-seguidas_43644_102.html

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    1. Miquel todo esto ocurre porque quieren que ocurra.
      ¿A quién favorece?, probablemente respondiendo a esta pregunta encontraremos el culpable.
      Salud

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  3. Soempre odié los lugares masificados. No van conmigo.
    Un saludo.

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    1. Amigo Cayetano, a mí tampoco me gustan las masas, creo que la masa, en su conjunto, se comporta como el peor de uno sus miembros.
      Saludos

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  4. La higiene hay que promoverla en casa y en las aulas. Si uno cae en un aula llena de adolex¡scentes el hedor se mezcla con ciertos perfumes que ... Y así luego en la calle, en el parque se ¡acumulan los desecj¡hos, j¡ya no solo de adolescentes de cualquiera y a la vista de padres abuelos e hijos.
    ¿Hay remedio?

    Salud, Francesc.

    Anna Babra

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    1. Amiga Anna, el remedio está en la educación, tanto en casa como en las aulas. Esto requiere esfuerzo, dedicación y hasta entusiasmo por parte de los educadores (padres y maestros).
      Hay mugre en las calles y plazas, apestan a droga y basuras, hay hedor en las aulas y en las cabezas de transeúntes.
      Saludos.

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  5. Tendrías que ver el aspecto de algunos espacios públicos que me encuentro tras un botellón. Y también los aromas que desprenden.

    Esta mañana a las seis me he negado a recoger a un pasajero que apenas se mantenía derecho. La respuesta ha sido un rosario de insultos y golpes en la carrocería del coche por parte de sus acompañantes.

    Es un problema serio de mala educación y de irresponsabilidad, y salvo una campaña seria de multas, no auguro ningún remedio al problema.

    Saludos.

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    1. Amigo Rodericus, estos botellones y estas algaradas ocurren porque quieren que ocurran, no veo ninguna autoridad que lo evite, la policía va, mira, dice algo y no impide nada, los agentes se dan la vuelta y el botellón continúa.
      Saludos.

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  6. Ese es el problema; para los jóvenes la idea de Libertad nace desde su hedonismo, relevante concepto muy bien traído por Miquel. El hedonismo es una pulsión consustancial a la juventud, lo fundamental para ellos, la meta, es satisfacer sus deseos de placer y diversión aquí y ahora, “carpe díem”.

    El hedonismo es una manifestación profundamente insolidaria, así que para estos jóvenes la reflexión sobre las consecuencias y el perjuicio a otros tiene muy corto recorrido.
    Otro gran problema, la ley con estos botellones apenas se aplica, y/o es bastante ineficaz, esto ha sido así con Aznar, Zapatero, Rajoy, o ahora Sánchez, el botellón y la suciedad siguen reinando por todas las ciudades españolas. Está claro que el problema no lo han creado los políticos, este comportamiento es reflejo de una sociedad en un momento dado, pero sí es un problema que los políticos deben abordar e intentar solucionar, junto a otros actores sociales.
    Lo cierto es cada fin de semana esta liturgia desenfrenada va in crescendo…

    La degradación tras el botellón que yo he visto en la Ciudad Universitaria de Madrid, con sus bellos jardines y esculturas, te deja sin palabras.

    Un abrazo, Francesc.

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    1. Amigo Paco, las aulas y los padres no supieron o no quisieron educar a estos incívicos. De qué sirvió aquella asignatura de “Educación para la ciudadanía”, aquella dejación de los responsables de educación ahora la sufrimos en forma de gamberrismo.
      El problema social que hoy se presenta tampoco se sabe ni se quiere solucionar, las autoridades no hacen NADA para resolverlo.
      El hedonismo es un concepto muy elevado, sobre todo si pensamos en Epicuro, pero a mí me parece que en estos botellones no hay nada de elevado, todo es incivismo, maldad estructural, irresponsabilidad…
      Es, como tú dices, un problema social de difícil solución. Se necesita voluntad política.
      Yo creo que pasará la pandemia, pero el botellón continuará porque es el efecto de un virus tremendo instalado en la mente de los incívicos consentidos que se contagiaron en las aulas bajo la mirada de unos enseñantes bobalicones.
      Abrazos

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  7. ¿Para que vas a forrar una tubería de cobre cuando pega con el cemento, si no lo ve nadie? Veinte años después alguien se acuerda de su familia más cercana y acusa de "moral distraída" a su madre. Pues con esto es igual las multitudes para muchos les da el anonimato necesario, esa supuesta impunidad para hacer lo que les venga en gana. Solo ocurre que realmente no saben que es lo que "les viene en gana" porque no tienen los cimientos donde construir su voluntad. En estas circunstancias es fácil dejarse arrastrar por el cálido viento de la multitud donde tus errores siempre se los puedes achacar a alguien, a las circunstancias, a tu "imposibilidad de hacer otra cosa" o a Franco (ahora esta de moda). Nadie llega a ningún sitio si no sabe realmente a donde ir. Hay que trazarse rumbos, objetivos y apostar sabiendo que la vida no es justa, que puedes perder, pero que el camino siempre te hará más fuerte para las siguientes apuestas. En esta sociedad se les enseña a algunos a ponerse obstáculos antes de fijar el rumbo, así están desorientados y perdidos en un mar de sopaboba que piensan será eterna.
    Un saludo.

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    1. Amigo Daniel, en estos amontonamientos de gente que bebe, orina, grita y ensucia, con tanto ruido y tantos energúmenos que brincan, creo que debe ser muy difícil, saber a dónde hay que ir, ni siquiera deben saber cómo divertirse. La idiotez y la mugre lo invaden todo. Los amontonados repiten consignas que no entienden, no tienen conciencia del peligro, no saben lo que es la convivencia, alguna vez han oído decir que les espera un porvenir difícil y ellos no hacen nada para superar la dificultad, se limitan a consumir alcohol y drogas y esperan que sus padres les mantengan. A todo esto, las autoridades se cruzan de brazos y se largan.
      Saludos.

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