Carta de los cosacos a Mehmed IV (1880.1891)
Iliá Repin
¡Uf, cosas de Ucrania y del realismo soviético!
Los
cosacos habían vencido al sultán Mehmed IV y éste, a pesar de la derrota sufrida,
se atrevió a enviarles una carta pidiéndoles sumisión.
En
la misiva, Mehmed decía lo siguiente:
Sultán
Mehmed IV a los Cosacos de Zaporozhia...
Como
sultán; hijo del profeta Mahoma, hermano del sol y de la luna, nieto y virrey
de Dios, regente de los reinos de Macedonia, Babilonia, Jerusalén y Alto y Bajo
Egipto, emperador de emperadores, soberano de soberanos, caballero
extraordinario jamás vencido, firme guardián de la tumba de Jesucristo,
fideicomisario y elegido del mismísimo Dios, esperanza y confort del pueblo
musulmán, cofundador y gran defensor del cristianismo... Os ordeno, cosacos
zapórogos, que os subyuguéis a mí de manera voluntaria y sin resistencia
alguna. Os mando, además, desistir de seguir incomodándome con vuestros
ataques.
—Sultán Mehmed IV del Imperio Otomano
Los
cosacos de Ucrania no tardaron en contestar al sultán. Se reunieron, echaron
unas risas y dictaron la respuesta al escribano.
Respuesta de
los cosacos zaporogos al sultán turco!
Oh sultán,
demonio turco, hermano maldito del demonio, amigo y secretario del mismo
Lucifer. ¿Qué clase de caballero del demonio eres que no puedes matar un erizo
con tu culo desnudo? El demonio caga y tu ejército lo traga. Jamás podrás, hijo
de perra, hacer súbditos a hijos de cristianos; no tememos a tu ejército, te
combatiremos por tierra y por mar, púdrete.
¡Sollastre
babilónico, loco macedónico, cantinero de Jerusalén, follador de cabras de
Alejandría, porquero del alto y bajo Egipto, cerdo armenio, ladrón de Podolia,
catamita tártaro, verdugo de Kamyanéts, tonto de todo el mundo y el inframundo,
idiota ante nuestro Dios, nieto de la serpiente y calambre en nuestros penes.
Morro de cerdo, culo de yegua, perro de matadero, rostro del anticristianismo,
¡fóllate a tu propia madre!
¡Por esto los
zaporogos declaran, basura de bajo fondo, que nunca podrás apacentar ni a los
cerdos de los cristianos. Concluimos, como no sabemos la fecha ni poseemos
calendario; la luna está en el cielo, es el año del Señor, el mismo día es aquí
que allá, ¡así que bésanos el culo!
Firmado: Koshovýi
Otamán Iván Sirkó y toda la hueste zaporoga.
Hoy,
pasados más de trescientos años, cuando leemos la respuesta que los vencedores dirigieron
al sultán vencido, todavía nos reímos como aquellos cosacos.
Sería
muy interesante que transcribiera la carta de respuesta. Ya lo haré en otra
ocasión, de momento, dejo aquí el cuadro que pintó Iliá Repin entre 1880-1891, donde se puede ver al grupo de cosacos rodeando al escribano.
Iliá
Repin (1844-1930) pintor realista que perteneció al grupo de los Itinerantes,
sus obras fueron tomadas como ejemplo a imitar por el realismo soviético.
Todo son risas: la carta del sultán, la respuesta firmada por los cosacos Koshovýi
Otamán Iván Sirkó y toda la hueste zaporoga; el realismo crítico de los Itinerantes y, en fin, el realismo soviético.
Francamente divertidas estas misivas. Aunque supongo que serán invenciones el pasado, parte de leyendas y revitalizadas en la actual tesitura bélica Ucrania/Rusia.
ResponderEliminarSospecho que el realismo soviético tiene raíces en el realismo nacionalista y social del siglo XIX.
Salud.
Amigo Fackel, este escrito lo tenía preparado desde hace más de un año y medio, quién me iba a decir, entonces, lo qué iba a ocurrir en aquellas tierras de cosacos. Supe de esta historia por el cuadro que Iliá Repin pintó 1880 de aquella hazaña de mediados del siglo XVII.
EliminarYo también pienso que las raíces del realismo nacionalista se sitúan en el siglo XIX.
Salud.
Hay que reconocer que la respuesta tiene enjundia, ¡¡ es todo un catálogo de insultos !!.
ResponderEliminarY por la otra parte, no se entiende que después de haber retrocedido el sultán con el rabo entre patas, aún tenga la soberbia de exigirles sumisión a los cosacos.
Mehmed IV me recuerda a algunos políticos contemporáneos, capaces de negar siempre la realidad, por muy tozuda que esta sea.
Por favor, publica en breve la respuesta real, que el asunto promete.
Saludos.
Amigo Rodericus, la soberbia parece no tener límites, sobre todo para algunos individuos que han sido educados para subyugar a los demás y que les han dicho que son unos enviados de Dios. A Mehmed IV lo educaron así.
EliminarLa obcecación de algunos le impide ver la realidad y además, sus asesores ya se ocupan de presentarles una realidad manipulada.
Intentaré recuperar el texto de la carta de respuesta.
Salud.
La frase : "tonto de todo el mundo y el inframundo" es antológica.
ResponderEliminarDel realismo ruso recuerdo una exposición en el Guggenheim de Bilbao. Algo extraordinario. Habían también pintores antecesores del movimiento.
La realidad no es aceptada cuando no conviene, y se confunde generalmente con "lo real", que pareciendo lo mismo no es igual.
También yo desconocía la carta del sultán y la respuesta de los cosacos.
Hoy esto sería vía wapps app y nos hubiéramos perdido el trasfondo del oleo, no me imagino un lienzo de ese tipo.
También yo estoy a la espera de la respuesta.
Un abrazote muy grande
Miquel, la escena pintada por Iliá Repin despertó mi curiosidad.
EliminarLeo estas cartas del sultan y de los cosacos y pienso en la sarta de insultos que hoy son proferidos en los parlamentos. De una manera o de otra, vemos a impresentables engreídos que se creen que son los más capacitados.
Salud.
Todo falso, menos los muertos. Es lo que tiene la historia cuando el relato se dirige a las tripas.
ResponderEliminarEntre risas e insultos, los muertos quedan fuera del espectáculo.
EliminarSaludos
Desconhecia o episódio.
ResponderEliminarQuem deixou de rir para sempre foi quem morreu...
Saludos
Saludos, São.
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