viernes, 14 de enero de 2022

Camino de paradojas

Efecte de nit-Estudi de cavalls. 1901. Hermen Anglada Camarasa

 

 

Ahora un paso, ahora otro… 


Avanzamos acumulando paradojas y tolerando las pequeñas virtudes y los pequeños vicios.


La gran virtud es repudiada y el gran pecado es castigado. 


Sin embargo, la animalidad colectiva admira al gran pecador, mientras el gran virtuoso es motivo de burla. 


Otras paradojas nos acompañan en nuestro caminar. Exigimos comportamientos racionales al legislador y al juez y luego, a la sombra de los edificios, aplaudimos la irracionalidad de las pasiones y llegamos a convertir la sinrazón en una forma de proceder sensible. Mientras tanto, los medios de comunicación y el adoctrinamiento buenista no cesan de fomentar la "inteligencia emocional".


El sentimentalismo desbordado, la vehemencia de la emoción y el romanticismo arrebatado nos hacen tropezar más de dos veces en la misma piedra de la irracionalidad, y así vamos confirmando nuestra animalidad particular, mientras andamos por un camino enfangado que ni moja ni deja de mojar.

6 comentarios:

  1. Realmente somos paradójicos.
    Capaces de esquilmar a una población al sonido de música clásica, o de negar un plato de sopa bajo la premisa de que así no se arregla nada.
    Un abrazo

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    1. Amigo Miquel, también es una paradoja que nos movamos entre una racionalidad pretendida y una animalidad constante.
      Salud

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  2. Los fines de ciclo suelen coincidir con retorcimientos, exageraciones y espectáculo. En cualquier aspecto.
    Un saludo.

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    1. Amigo Cayetano, no sé en que punto de la curva del retorcimiento nos encontramos, el caso es que la irracionalidad va en aumento parece partir del centro de una voluta y va creciendo.
      Salud

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  3. Creo que se necesitan referentes. Esas personas a las que Fortuna dotó de mayores capacidades de intelecto y raciocinio que deben ser las guías del pensamiento y la obra. No se puede equilibrar por abajo en busca de una supuesta igualdad, pues eso no favorece ni al trabajador, ni al inteligente, ni al supuestamente igualado. Igualando por abajo esto se convierte en un fango de inexactitudes, irracionalidades. fracasos y negligencias donde la gente brillante se ve frustrada para compensar la dejadez de otros. Creo yo.

    Un saludo.

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    1. Sí, sí, está claro, amigo Daniel, si igualamos por abajo estamos llevándolo todo al más bajo nivel.
      Las personas más capaces han de servir de guía.
      Comparto lo que dices.

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