Amanecer tras la ventana
El sol
despierta por encima de las copas de los plátanos
y el desasosiego
inquieto de las hojas se ha mezclado
con el
verde de Lorenzo Lotto.
La luz
temblorosa de las últimas farolas se apaga
y el
gris infinito de las paredes y cornisas
se
confunde con las noticias de la mañana.
Más
allá de estos vidrios aún empañados,
unos
pasos nerviosos conmueven el aroma del café.
El peatón
deja las huellas de su afán en la calle.
Un
estrépito de codicias y escaparates
se
prepara como el vuelo diario de las palomas
que
ensucian las estatuas de los próceres.
F.C.
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Lo mejor que le puede pasar a las estatuas de los próceres y padres de la patria es que las caguen los pájaros. Un simple ajuste de cuentas con la naturaleza, en la mayor parte de las ocasiones muy merecido.
ResponderEliminarSaludos, Francesc.
Amigo Cayetano, las estatuas de los próceres se van cubriendo con una pasta blanca y grisácea, entonces da gozo verlas, piensas que aquello que no consiguieron en vida, ahora las palomas se lo ofrecen generosamente.
EliminarSalud
Y así consumimos los días.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Un abrazote
Sí Miquel, y los días nos van consumiendo a nosotros.
EliminarSalud
Poesía crónica llamaría yo a esta aportación literaria tuya. Pero ojo, que una crónica, si es verdadera y honesta como esta, no es nada baladí. La crónica periodística es otra cosa, además discutible. Por encima de la crónica noticia reivindico la crónica de la vida, la que tenemos que registrar cada uno sin aspavientos, a través de nuestras percepciones, significados y constante evolución del pensiero...Salutem para el Jovis dies, aunque más vale que Júpiter iracundo permanezca al margen.
ResponderEliminarAmigo Fackel, describir constituye un acto poético.
EliminarSalud
Y aunque el sol ya esté un poco alto, me llevas con tus palabras a la madrugada que rompe la noche.
ResponderEliminarAbrazos
Amiga Marga, con esta ruptura despertamos. Podemos preguntarnos si existimos gracias a la ruptura.
EliminarSalud
A veces basta con eso, sentarse a ver amanecer.
ResponderEliminarAmigo Pedro, sentarse y observar cómo la naturaleza imita del arte ya es asistir a uno de los mejores espectáculos.
EliminarAbrazos