viernes, 30 de agosto de 2024

Xenófobos contra el "art nouveau"


Casa Barsky (San Petersburgo).  Arquitecto Alexander Lishnevski

Los cosacos de San Petersburgo es una organización más o menos integrista y claramente xenófoba. Sus miembros descienden de los antiguos vándalos.


Es conocida su destreza militar y su afición por la música tradicional cosaca y eslava en general. Cantan una oración cosaca, suplicando al Señor que bendiga a su pueblo y les proporcione alimento, verdad y libertad.


De acuerdo con su sentimiento xenófobo se manifiestan a menudo contra los turistas y en una de sus manifestaciones, borrachos de vodka y con unos martillos en ristre, arremetieron contra el bajorrelieve diseñado por el arquitecto Alexander Lishnevski en 1910 que representaba la imagen de Mefistófeles situado sobre la puerta de la casa Barsky, un edificio de estilo art nouveau, de bellas proporciones y muy bien compuesto. Un art decó muy depurado.


Los cosacos de San Petersburgo destrozaron el bajorrelieve, gritaron contra los turistas y después se fueron a dormir la borrachera.



Observo que en algunas ciudades europeas, por ejemplo en Barcelona, encontramos gentes que les gusta viajar y visitar otras ciudades y que, a menudo asisten a manifestaciones xenófobas contra los turistas y dicen "tourist go home". Supongo que ninguno de estos que protestan aceptarán que se les califique de xenófobos.

12 comentarios:

  1. Mucha cabeza
    vacia en este
    mundo .

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    1. Sí, Orlando, viendo estas actitudes, que por cierto no son pocas, llegas a la conclusión de que hay mucho descerebrado que anda suelto y con garrotes en la mano.
      Salud

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  2. Por lo que veo, estos cosacos se manifiestan contra todo aquello que no sea de su origen. No lo son, según observo, ni Alexander Lishnevski, ni el art decò, ni los turistas (evidentemente).
    Supongo que estos cosacos fieles a ellos mismos no salgan nunca de sus límites geográficos y se queden en su aldea grande.
    Salut

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    1. Miquel, esta gente es peligrosa, yo veo, también por aquí, a muchos que se creen que son más que los demás y se creen con el derecho de atacar contra todos los que no piensan ni son como ellos, lanzan cócteles molotov contra muñecos y esto se lo inculcan a los niños y argumentan que hacen uso de su libertad de expresión.
      Esta pandilla de intolerantes de San Petersburgo arremeten contra una obra de arte y también dicen que hacen uso de su libertad, son intransigentes, xenófobos, fundamentalistas, intolerantes, fanáticos, incultos y muy muy peligrosos.
      Salud.

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  3. Me he comprado una camiseta negra como esa en Amazon ,de algodón fino, muy buen precio. Con el letrero de la marca, así con letras grandes.
    Lo de ellos o lo nuestro, no se entiende, en un mundo tan pequeño ,el Arte Decorativo, se extendió, como cualquier otro y no se puede identificar de alguien, es de todos. Luego está el gusto y la preferencia.
    Lo del turismo, se trata como todo,hay zonas congestionadas, pero evitables.Si eres de Paris, no iras a las cercanías de la torre Eiffel.
    Si vas a Córdoba y no quieres ver turistas,no llegues hasta la Mezquita.En Barcelona,ni Paseo de Gracia,ni la Sagrada Familia.
    Si es que hay bordes en todas partes, creando problemas inexistentes.
    Saludos

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    1. Car res, hay cantidad de individuos que va de turistas de aquí para allá y, sin embargo, no quieren que otros vayan y cuando los ven dicen "tourist go home".
      Salud

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  4. Es la tremenda paradoja en la que habita la hipocresía.
    Cuántos se autoproclaman defensores ecologistas y guerreros contra el cambio climático y, si les preguntas (incluso sin hacerlo), manifiestan que ¡les encanta viajar!
    y a ser posible a destinos lejanos, viajes que perjudican más que dejar el grifo abierto mientras te lavas los dientes. Por no hablar del gusto por las piscinas comunitarias e individuales.
    Un abrazo.
    P.S.: Mientras tanto en Granollers la fiesta discurre con actividades infantiles de cómo preparar un cóctel Molotov.

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    1. Amigo Pitt, hipocresía por todas partes y mucha intolerancia. Se manifiestan contra los turistas y ellos mismos hacen el turista. Lo malo de todo esto es que algunos de estos hipócritas utilizan el martillo para romper o el cóctel molotov para acabar con todo lo que no les gusta y lo que va contra su manera de pensar ( si es que piensan)
      Lo de Granollers clama al cielo, ¡enseñan a los niños la barbarie de la agresión y la violencia!
      Un fuerte abrazo

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  5. Cornado,lo digo por la experiencia de ver a mis nietos,jugando con la consola siempre el mismo tema,la lucha,destruir algo.No juegan a las casitas,ni siquiera las niñas.Los monitores que asistían al taller,saben lo que gusta a los chico y se lo ofrecieron,se pasaron con el uniforme.No me gusta el taller,porque una cosa es el juego online y otra al natural con público y símbolos.
    Tampoco me gusta online y tratamos de frenarlos, lo mismo hacen los padres.Es difícil
    Saludos

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    1. Car res, la educación de los jóvenes es responsabilidad de todos, no se puede ir jugando con la violencia, no se puede enseñar a los jóvenes la violencia y la barbarie.
      La responsabilidad de la educación no debe dejarse en manos de unos descerebrados . La educación y la formación de nuestros hijos corresponde a la familia, a la escuela, a los docentes, a los medios de comunicación, al poder político y a todos. ¡Nos jugamos el futuro!
      Saludos.

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  6. Buenos días, yo he viajado bastante, me he recorrido toda España y cuando digo toda España es toda España, no por turismo en la mayoría de las ocasiones sino para ganarme las habichuelas. También he estado en bastantes países de cuatro continentes porque me daba la gana. Lo que siempre he practicado es el respeto allí donde voy, respeto, para mi es la palabra clave, respeto a las gentes allá donde vas y respeto a los turistas que vienen aquí de forma normal.
    Y estos que solo saben destruir, desde los cosacos que mencionas hasta los fanáticos de los Budas de Bāmiyān sobran.
    Más comercio, más viajar y más conocimiento es lo que nos hace falta, no más predicadores, ni más fanáticos.
    Un saludo.

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    1. Amigo Daniel, a mí me ocurre algo parecido, he viajado por toda España también para ganarme el sustento y siempre he encontrado gentes amables y dispuestas a cualquier colaboración; he encontrado respeto. Y cuando he ido a otros países también he encontrado respeto. Viajar y tratar con otras gentes de distintos lugares y distintas formas de pensar es el mejor antídoto contra la intolerancia. No comprendo a estos individuos que armados con un mazo arremeten contra lo que no forma parte de su mundillo insignificante de la intolerancia, individuos que quieren hacer "el turista" y luego atacan a los turistas, quieren que dejen sus divisas, pero no quieren ni verlos.
      Saludos

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