viernes, 15 de junio de 2018

Diálogo ingrávido



-¿Por qué buscas, amigo Eduard, una condición incondicionada?, ¿no sabes que el ser es evanescente?

-Siento mucho incomodarte con mis inquietudes.

-No te preocupes. Sabes, Eduard, que de tu senectud aprendo. Tu experiencia tan inquieta es vivaz como la mirada de la lechuza.

-Los años pasan…, el tiempo es implacable.

-Querido y venerado Eduard, algunos apresurados ven en el paso del tiempo, un cambio de condición.

- El recogimiento en las torres de marfil que nuestra vejez edifica, condiciona nuestra índole. Es el aislamiento el que condiciona. El paso del tiempo no debería condicionar.

-Eduard, cuántos jóvenes conocemos, mezquinos, no condicionados aún por el paso del tiempo que siguen con su mezquindad y egoísmo

-Ellos ven en su vigor una fuerza incondicionada capaz de asolar la maldita Torre de Babel.

-Estimado Eduard, ¡caiga la Torre de Babel!

8 comentarios:

  1. Pues por eso mismo me indigna más la mezquindad de los ancianos en muchos casos, que no han aprendido las lecciones, aunque acaso sea una mezquindad diferente. La de los viejos por miedo y seguridad, porque se sienten menos fuertes. La de los jóvenes por presuntuosidad y soberbia de quien cree que todo lo va a poder.

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    1. Querido Fackel, el paso de los años nos permite aprender alguna lección, en todas las edades hay malos estudiantes, personal que no se aplica demasiado.
      Intento reducir la indignación, algo así como un ejercicio de relativizar todas las cosas. Esto no se arregla, la Torre de Babel sigue en pie y a su sombra todos continuamos sin entendernos.
      Abrazos

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  2. Querido Francesc. Ya sabes, algunos días la senectud nos vence, nos vence aún más que en la cotidianidad. Pero al menos contigo no tengo esa sensación terrible del contagio, eres asombrosamente sólido. Te mando un fuerte abrazo. Eduard.

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    1. Querido Paco, es cuestión de contemplar el paisaje, comer bien, conversar con los amigos que queremos y que nos quieren y relativizar el paso del tiempo.
      Abrazos

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  3. Ya sabes, Francesc, que sigo creyendo que poseemos tres edades, la cronológica, la física y la mental. Ha de importarnos la tercera, las dos primeras son inexorables.
    Un abrazo

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    1. Querido Miquel, el tiempo pasa que da gusto. Recordemos los versos de Horacio su beatus ille es la gran lección.
      Salud

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  4. Con el paso del tiempo aprendemos. Llegamos a viejos y ya estamos de vuelta de casi todo. El problema es la falta de tiempo para aplicar todo lo aprendido.
    Un abrazo, Francesc.

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    1. Amigo Cayetano, siempre nos falta tiempo, a medida que vamos aprendiendo nos damos cuenta cuánto nos falta por aprender. Nos falta tiempo a para disfrutar de lo aprendido y nos sobra tiempo para errar.
      Salud

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