jueves, 10 de septiembre de 2015

Desorden, caos, confusión y desenfoque

 Teseo y el Centauro  - Antonio Canova

Los signos de puntuación, la sintaxis y la gramática toda, nos sirven para evitar la confusión y gracias a ellos podemos establecer una convención para que nos podamos entender. Ni que decir tiene, que antes que cualquier norma debe existir una voluntad de entendimiento.

Ocurre con el lenguaje, con la ciencia y con el arte.

Puedo proseguir y prosigo:

La arquitectura pone las piedras en orden y con este orden o amontonamiento conseguimos un cobijo más o menos estable. Sin embargo, para que la estabilidad sea posible deben cumplirse unos niveles de seguridad estructural y una racionalidad constructiva.

Así, pues, cálculo y norma.

Toda creación humana, ya sea manufacturada como la fabricación de un váter, ya sea artística como una suite de Bach, se sustentan en el orden de los materiales y los pensamientos humanos. Pero cuando se quiebran las leyes de la intervención o de la invención humana a favor del desatino cósmico no se produce ni cosa ni arte.

La creación artística producida con el amontonamiento de palpitaciones individuales, ya sea automática o hecha “a sentimiento”, puede llegar a producir alguna emoción más o menos lacrimógena pero siempre es una obra desenfocada que con el tiempo acaba desvaneciéndose, se derrumba como una arquitectura mal construida.

16 comentarios:

  1. Coincido contigo. Todo tiene que llevar una norma para no llevarnos a confusión. Los signos mal colocados pueden cambiar la idea de lo que se quiere expresar.
    Un abrazo

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    1. Miquel, ya sabemos que la historia del arte es la historia de las transgresiones y que la obra de arte nace de la lucha entre lo apolíneo y lo dionisíaco, pero cabe a la inteligencia humana el control del caos, y después de la lucha tremenda entre las fuerzas de Apolo y de Dionisos, la obra resultante debe sustentarse y permanecer en equilibrio, de no ser así, la obra artística no llega ni siquiera a lo efímero.
      Salud

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  2. No se hace un pan lanzando indiscriminadamente al horno todo cuanto vayamos encontrando a nuestro paso. Ni se pesca lanzando la red por la borda sin más. De modo que, amigo Francesc, no puedo sino estar completamente de acuerdo contigo.

    Salud

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    1. Amigo Loam, no sirve para nada una acción arrebatada sin equilibrio.
      Salud

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  3. Coincido contigo sin equilibrio y sin técnica por mucho arrebato y por llamarle de alguna manera (espectáculo).Se acaba desmoronando por su propio peso.

    Un abrazo

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    1. Querida Bertha, qué te voy a decir yo, un pobre arquitecto que siempre ha tenido que procurar el equilibrio, compensando las fuerzas, equilibrando las tensiones, haciendo que las cosas (las casas) se mantuvieran en pie. Si no hay equilibrio todo se viene abajo.
      Un abrazo

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  4. Construcción y esfuerzo, equilibrio y mesura, pilares básicos sobre los que debe sustentarse cualquier obra, del tipo que sea.
    La explosión de sentimientos viene bien como principio motor. Luego, la racionalidad debe imponerse para pulir o quitar asperezas innecesarias que no adornan, sino que estorban.
    Un saludo.

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    1. Sí, amigo Cayetano, hay que ver la paradoja: unos hablan de equilibrio para que la cosa se mantenga en pie y otros de explosión.
      A mí las explosiones me dan mucho miedo.
      Salud

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  5. ...yo creo :que hay demasiado" adanismo" en muchos profesionales y hay que aprender de los maestros y sobre todo admitir que gracias a los que han dejado su rastro y saber hacer.Eso no quita que cada profesional tenga sus criterios pero sobre todo ser humilde...(que rectificar es, de sabios)

    Un abrazo

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    1. Sí, amiga Bertha, se requiren unas grandes dosis de humildad y estar siempre dispuestos a aprender de los que más saben.
      Salud

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  6. Vaya, ahora estoy escuchando el preludio de la suite inglesa nº 3 de Bach.
    Así que, como comprenderás, solo puedo aplaudir lo que defiendes: conocimiento, solidez, trabajo e inspiración. Es la distancia que hay entre un soplido y una frase inteligente que nos ayuda a entender lo que vemos y quizás, con suerte algo de lo que somos.

    Un abrazo

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    1. Querida Amaltea, citas uno de los ejemplos más claros de artista consciente del rigor y de la importancia que éste tiene para la creación artística.
      Un abrazo

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  7. Hasta el viento tiene sus leyes. El que no se disciplina en el estudio está condenado a obedecer su propia ingenuidad. Pasará una y otra vez por lo que su cuerpo, acatando lo físico, ya tiene estudiado. Pasará una y otra vez por las opiniones que su cultura, acatando la gramática, ya tiene estudiadas. El arte no acata ni destruye leyes; sino que juega con ellas, y como residuo genera nuevas reglas de juego.

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    1. Sí, amigo Abrahan, el viento tiene las leyes de la física.
      El arte es artificio. Ingenio del artista que juega con las leyes de la expresión y la estética con ellas crea o deriva.
      Salud

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  8. "Ni que decir tiene, que antes que cualquier norma debe existir una voluntad de entendimiento."

    ¿Axioma que no se aplica a las relaciones sociales y en especial a las políticas?

    No sé si el arte, la escritura y la ciencia en general van por libre, como si no fueran obras de humanos, o es que la política es la que se desboca porque funciona con otros parámetros menos precisos y sí más egotistas. Y así pasa lo que está pasando.

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    1. Amigo Fackel, cualquier norma "humana" nace de la voluntad de entendimiento.
      En cuanto a la política, sobre todo la que actualmente se practica, lo único que vemos es que va siguiendo lo que dice el enunciado del artículo "desorden, caos, confución y desenfoque".
      Por mucho que se empeñen algunos, yo no creo que la política sea arte de nada. Ocurre que, con tanta maraña mediática y con tanto charlatán político, pueden hacernos creer que el arte no es cosa humana, que la libertad que sustenta el arte es cosa de locos y descerebrados y a continuación proclamarán que lo suyo sí que es humano -será de algún proto-hombre- y con esta canción gobiernan y estafan, administran su venganza y se llenan sus bolsillos.
      Salud

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