sábado, 17 de mayo de 2014

La bilis negra como motor de creación artística

 A. Durero  - grabado (1506)

Los hombres del Renacimiento fueron abandonando, poco a poco, la teoría “humoral” de Hipócrates según la cual los desequilibrios que se producen en la secreción de la “bilis negra” provocan un estado de tristeza permanente. Creyeron que el genio artístico, sin mencionarlo, estaba relacionado con el equilibrio o desequilibrio "humoral" que ellos denominaron 'melancolía'.

Intentaron racionalizar el sentimiento de melancolía y artistas como Durero llegaron a representarla en forma de poliedro de múltiples caras.

El estado de melancolía, tal como afirma Aristóteles en su Problema XXX, determina el talento y el genio, en sus distintos niveles. Lo psicológico es una consecuencia del equilibrio “humoral”, es algo así como decir, del estado del cuerpo.

Según Aristóteles, si la temperatura de la "bilis negra" es alta origina accesos de locura y manía y si es baja abatimiento y tristeza, lo que hoy llamaríamos trastornos maníaco-depresivos, ciclotimia o bipolaridad.

Más adelante, los pensadores románticos otorgaron a la melancolía un papel capital como motor de creación artística. Para ellos, sin embargo, la melancolía no estaba determinada por desequilibrios “humorales” sino que era un producto trascendente, algo que lo concedían los dioses o las musas.

Pero las musas se jubilaron en el siglo XX y los dioses se rieron cuando Nietzsche anunció que el Dios Único había muerto. Entonces teoría "humoral" hipocrática se transmutó en las teorías bioquímicas actuales que explican la melancolía (hoy llamada depresión) en base a desequilibrios - no de flema y bilis, sino de aminas biógenas cerebrales, de neurotransmisores. 

14 comentarios:

  1. Y a la entrada del 1900, en la Rusia de los zares, la población campesina acuño un nuevo nombre a la depresión, estado de desesperanza, le llamaron, mientras que los aproximados a la filosofía acuñaron la palabra con el nombre de nihilismo
    Salut

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    1. Sí, Miquel, todos estos son sustantivos para designar desequilibrios "humorales", todo es cuestión de controlar la temperatura de la bilis negra.
      Salud

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  2. La "melancolía" era entonces un recurso muy oportuno para que los galenos diagnosticasen mil dolencias diferentes y las redujeran a una sola, una especie de "cajón de sastre" que solucionara de un golpe dar con el mal concreto, como hacen hoy con el "estrés". Eso es estrés te dicen. Y vete a saber. Felipe V y su hijo Fernando VI también enfermaron de "melancolía".
    Un saludo.

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    1. Amigo Cayetano, ahora es el estrés, tan como dices, y antes la melancolía. Todo cuestión de palabras para una misma cosa: una tristeza o una inquietud que tiene un antídoto conocido.
      Salud

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  3. La melancolía (conocida en medicina como distimia) es, más que depresión, tristeza, también hastío; más que enfermedad (si puede decirse que lo es), se trata de una forma de ser, de estar en el mundo, contra la que ninguna pastilla puede nada.

    Si uno es triste, su tristeza le acompaña, acaso le precede, y siempre, siempre, anda como loca tras él, recordándole su derecho a morir...

    Un abrazo

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    1. Amigo Javier, estos sentimientos (tristeza, hastío...) han constituído un motor para la creación artística, un arte melancólico que gustó a los románticos. Cuando estos sentimientos se transforman en indignación pueden producir un arte de denuncia eficaz.
      En todo caso, con tristeza, con indignación, con jovialidad o con luz meridiana siempre el arte se sustenta en la capacidad estética del hombre y en su irremisible final.
      Salud

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  4. Estimat amic, molt interessant el post, de tota manera passat el segle XX, haurien de traure un qualificatiu nou per a la situació actual, crisi, depressió, tiranisme, vulgaritat i xuleria..... i altres que invadeixen les ments però anomenar les igual són delicte.
    (per suposat tot açò no fa referència a la classe política, la qual admire, quin remei, per si de cas......)

    Que passes un bon dia, si et deixen.

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    1. Amic Dapazzi. El segle XX amb tot el seu catàleg d'atrocitats i desgràcies ha afegit qualificatius de molt mal signe. Tots generen transtorns "humorals" i l'artista els tranforma en formes d'expressió artística.
      Salut

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  5. Siempre buscamos explicaciones para entender y clasificar, para predecir, sean emociones, enfermedades o cualquier acontecimiento, sea humano, estelar o de cualquier especie. Nuestro cerebro impone llenar las incertidumbres, quiere la seguridad de la etiqueta y de lo cierto.
    Tu entrada de hoy me recuerda otra moda, esta vez la de un médico: Lambroso, quien aseguraba que los delincuentes podían reconocerse por ciertas características físicas, innatas, y que se apreciaban en la morfología del rostro y cráneo.
    De hecho, aún hay quien defiende que los artistas poseen rasgos psicóticos que son generadores de la creatividad. No tenemos ni idea de nada, es la única certeza que tengo.

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    1. Querida Amaltea, coincido: no tenemos idea de nada,; ni siquiera de esta afirmación podemos estar seguros. Me gusta, sin embargo, reducir los aspectos extra-físicos, la iluminación de las musas, los niveles de creatividad artística, etc. a factores físicos, en este caso químicos, encuentro francamente donosa la teoría "humoral", donosa por lo que tiene de materialista.
      En efecto, Amaltea, no tenemos ni idea de nada.
      Un abrazo.

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  6. Humores negros que en "moderno" llamamos "serotonina"...Qué hubiese sido de los últimos siglos de historia del arte si hubiese existido el Prozac...

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    1. Còssima, sustancias químicas unas veces llamadas de una manera otras llamadas de otra. Los neoplatónicos buscaron sustancias también en los mármoles.
      Petons

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  7. A veces me queda la duda de si tanta melancholia en los intelectuales y otras hierbas del pasado no habrán dejado la vía expedita a los audaces condottieros y cambistas que sentaron sus reales en la economía europea.

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    1. Amigo Fackel, sólo algunos artistas navegaban por la barcaza de la melancolía, algunos en la nave de los locos y otros muchos desde la orilla las veían pasar. Desde la roca de Sigfrid o desde la orilla soleada se pueden contemplar los ríos de Babilonia y soltar una enorme carcajada. Cuanto más sonora es la carcajada peor lo tienen los condottieros.
      Salud

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