Entre
el sueño y la realidad, en medio de contradicciones y zozobras, algunos nos
recomiendan que hagamos un esfuerzo para conseguir ser “nosotros mismos”,
aunque para ellos tengamos que recurrir a la aceptación de lo onírico y
descender a las zonas oscuras de la sinrazón.
Una
caída.
Una
bajada al Hades.
Un
colapso.
Un
descenso a la ensoñación comporta muchos riesgos. Menciono algunos:
-
Confusión entre el
individuo y el universo
-
Disminución de la
distancia entre la ciencia y la teología
-
Sobrevaloración de las
ideologías
-
Reducción de las
preguntas e incremento de las respuestas
En
definitiva, un paseo entre las ruinas que tanto entusiasmaron al caminante
romántico.
Exacto, no podemos ser otra cosa distinta porque ya no seríamos nosotros. Ser nosotros mismos es una estupidez, acaso significa aparentar aquello con lo que no nos identificamos, pero entonces quién determina si somos más este o el otro. No le demos más vueltas, es imposible definirnos porque no tenemos ni idea de quienes somos. Una ilusión, en todo caso.
ResponderEliminarAbrazos
Marga, estamos cansados de que nos digan que debemos ser nosotros mismos, esto es una majadería, yo no puedo ser otra cosa de lo que soy, en todo caso podría someterme a una operación de cirugía para conseguir otra imagen o podría dedicarme a escuchar alguna música de estas que hacen tanto ruido y son un verdadera desgracia y de este modo alterar mi gusto, podría leer a una de estas escritoras que salen por la televisión y son presidentas de alguna asociación, podría comer hamburguesas de materias fecales y así engordarme y poco a poco transformarme en otra cosa.
EliminarAbrazos
Si, si que es difícil ser otra cosa distinta a lo que somos, y mira que con esto de las redes se intenta aparentar lo que no somos. Incluso intentamos engañarnos a nosotros mismos, pero ya lo dijo el presocrático: lo que es, es, y no puede no ser.
ResponderEliminarSalut
Miquel (Tot Barcelona)
Amic Miquel, es imposible ser otra cosa distinta de lo que eres, en todo caso puedes practicar un género de hipocresía o de teatro. Se empeñan en decirnos que seamos nosotros mismos, ¿es que acaso no lo somos de ordinario?
EliminarAbrazos
Ir al IKEA un sábado viene a ser una aventura tan trepidante y desconcertante como el descenso al Hades.
ResponderEliminarUn saludo, Francesc.
Amigo Cayetano, una vez fui a Ikea y me costó muchísimo salir de aquella jungla de cachivbaches. No volveré a ir nunca más, aquello es agobiante.
EliminarSalud
Ser tu mismo implica tener un poder de elección que no tenemos. Si podemos ser lo que queremos ser o no ser, pero poco más, el tiempo te cambiará tanto por dentro como por fuera, solo hay que ser consciente de cuántas neuronas mueren cada día. No, la realidad es que ser tu tu mismo es algo que cada día se escapa de uno mismo. Se ve por décadas. Es una lenta transformación pero llegará un día que este yo mismo de ahora será otro y no hablo de lo fisico, hablo de los gustos, de las motivaciones, de los valores que cambian como ya lo hizo el traje largo por el corto, somos de plastilina en el mejor de los casos. Aunque si pienso que cuando llegas a una edad tardas más en evolucionarte, quizás no hay tantas presiones externas, pero si, siempre somos quienes somos esa década aunque solo puedas decir que queda una sombra de aquello.. como las golondrinas las que no volvieron.. resumiendo que si pero no podemos alardear de ser sin admitir que hay un no ser.
ResponderEliminarUn abrazo.
Estimada Gemma, no le doy tantas vueltas al asunto, ni me planteo ser otra cosa que lo que soy. Naturalmente aspiro a conocer mejor lo que me rodea, a no quedar entorpecido por la falta de libertad de pensamiento, a comer bien sin excesos de ningún tipo, a mejorar mi capacidad para relativizar las cosas y a gozar con todo intensidad de la belleza; a parte de esto, te diré que me importa muy poco la consideración que tienen los demás de mi identidad y naturalmente me río de aquellos que me aconsejan que sea tal o cual cosa, esto está bien cuando eres pequeño y todas la neuronas tienen su actividad, pero cuando pasan los años y las neuronas siguen el ritmo vital del tiempo, o sea que se mueren, todo adquiere un tinte apastelado, como un cuadro de Turner, y percibes cómo la fantasía se desvanece entre las brumas.
EliminarAbrazos
"Nosotros somos quien somos, basta de historias y cuentos"...(que dujo el poeta ¿Blas de Otero?)
ResponderEliminarInvitarnos a ser nosotros mismos, es una frase banal. Nuestro yo comprende otros muchos "yo" ajenos y las circunstancias (según Ortega y Gasset).
Estoy muy de acuerdo en los riesgos de la ensoñación, sobre todo en lo que se refiere a no distinguir ciencia y teología, pues esta envuelve al ser humano en un nebuloso misticismo que enturbia la razón.
Muy interesante, Francesc.
Un abrazo.
Sí, claro Fany, esto es así. Somos quien somos y ya está.
Eliminar¿Por qué insisten tantas veces diciéndonos que seamos nosotros mismos? Lo difícil es ser otra cosa.
Abrazos
Nada de problemas con el Ser de los filósofos, ni con el To be del de Stratford . Seamos más tradicionales y más maniqueos: tanto tienes, tanto vales, decía un dicho de mi abuela.
ResponderEliminarSí, es una expresión estúpida -ser uno mismo- no sé si de origen cristiano o taoísta, que se ha llevado mucho y que no expresa nada concreto. ¿Qué es? ¿La posesión, la privación, la ignorancia, el saber, la esencia, la circunstancia, el placer, el dolor...? Una broma. Eso es ser uno mismo.
Amigo Fackel, ya puestos a liarla, caemos en el "Ser y la nada" de aquellos existencialistas que andaban carentes de referentes estéticos. Añadamos a esto las escuelas psicológicas de la configuración y acabaremos intentando encontrar nuestro conocimiento entre un maremagnum de existencias iluminadas.
EliminarSalud
Descenso siempre necesario, pero para salir a tomar aire después.
ResponderEliminarHay que andar con cuidado, no todos los aires son buenos, los hay muy contaminados.
EliminarAbrazos