sábado, 7 de julio de 2018

Poliuto



Cuando Polyeucte, el noble armenio, se había convertido al cristianismo, alertada Roma y temiendo que todo el pueblo armenio se convirtiera también, envió a aquellas tierras al procónsul Severo para que contuviera el furor de la población y las ansias colectivas de conversión.

Al llegar Severo a la plaza, ante los vítores de unos y el abucheo de otros, pronunció un discurso que comenzaba así:

Armenios, el Emperador desea vuestra felicidad. He venido aquí, enviado por él, para liquidar a la purria.

La chusma encantada con sus palabras vociferó:

        ¡Muerte al traidor! ¡Qué alegría, correrán ríos de sangre!

Después del griterío, el procónsul se reunió con sus consejeros que decían:

La plebe es débil, pero manejada con manos hábiles, se convierte en un arma implacable.

Igual que Júpiter arranca las estrellas del cielo, nosotros podemos arrancar el corazón de toda esta chusma. La plebe es débil.

Todavía se podía escuchar el griterío de la plaza:
       ¡Muerte al traidor! ¡Qué alegría, correrán ríos de  sangre!


Nota:
Polyeucte es un drama escrito por Pierre Corneille y que, con libreto de Salvatore Cammarano, fue llevado a la ópera por Gaetano Donizetti en 1838 con el título de Poliuto

8 comentarios:

  1. No pierde actualidad ."...
    La plebe es débil, pero manejada con manos hábiles, se convierte en un arma implacable..."

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    1. Amic Miquel, no pierde actualidad, los clásicos ya lo dijeron casi todo, siempre están entre nosotros.
      El drama de Corneille es de total actualidad y más tarde la ópera de Donizetti con libreto de Salvatore Cammarano es una auténtica obra de arte.
      Salud

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  2. Al final uno concluye que la plebe es atizada contra la plebe. Ya sabes, aquello de cierto ínclito nazionalista vasco que alardeaba del RH específico de ese pueblo elegido de Dios: unos sacuden el árbol y otros recogen las nueces. Al final siempre se benefician los propios.

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    1. Amigo Fackel, llegan unos, gritan otros, otros más atizan y los energúmenos salen a la calle y todo se menea y al final siempre son los desgraciados que se pelean, estos son los que pagan el pato.
      Salud

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  3. Goebbels no inventó nada. Solamente copió a los clásicos.
    Un abrazo, Francesc.

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    1. Amigo Cayetano, Goebbels era un individuo culto, probablemente leyó a Corneille y otros clásicos, de ellos tomó lecciones y luego se limitó a ponerlas en forma de unos principios de propaganda que sirvieron para pervertir la razón.
      Salud

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  4. No me relaja la repetición del drama no me inmuniza me crea desasosiego, el desasosiego necesario para poder rechazar aquello que complica nuestra existencia.

    Salut

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