martes, 10 de octubre de 2017

Un camino bajo las encinas


 
Blau antic (1990). 
Albert Rafols Casamada

Después de caminar con paso prudente por un sendero de pitas conseguiré alcanzar el deliquio de una diosa.

¿Es pudorosa o se ofrece?

No, ella me tiende su telaraña, ella es la tarántula agazapada en el pensamiento.

Bajo las encinas, este caminante 
busca el intangible rumor de los 
surtidores.


8 comentarios:

  1. No hay nada como el simbolismo en estos momentos.
    Salut

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    1. Miquel hay que tener mucho cuidado con los símbolos, son sustancias fantasmagóricas. De momento prefiero las uvas pasas a las enteléquias dañinas
      Salud

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  2. Preservémonos sobre todo de los simbolismos, ya hay saturación esta temporada de pesca fétida. Hagamos un uso adecuado, sin pasarnos, de las metáforas, que también es otra de las patas de la monumental araña. Cultivemos un grato aroma de humor que no sea nocivo. Caminemos fuera de nuestros pensamientos para que percibamos lo que hay más allá del hombre. Ese rumor suave, ese aire alternativo y acariciador, esa luz que aún quiere decirnos algo antes de que el otoño de la estación y el de las decadentes ideas nos consuma. Trae un puñado de pasas o de higos y acomodémonos todos en un oasis. Nos lo merecemos.

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    1. Sí, amigo Fackel, que se dejen de símbolos y nos pongamos todos a trabajar y a hacer el trabajo lo mejor posible.
      Tampoco vamos a negar el pan y la sal a tanto intolerante pero de momento deberíamos dejarlos sin las pasas y desde luego sin higos, ya sabes que éstos los tenemos reservados para Aristófanes.
      Abrazos

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  3. Bajo las encinas... el rumor de los surtidores. No conozco mejor cobijo y más provechoso sonido.

    Un abrazo

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    1. Querida Amaltea, supongamos además que después del paseo nos espera una buena compañía.
      Abrazos

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  4. Nunca se sabe o que encontraremos bajo las encinas. Tal vez la resolución de un enigma, tal vez alguna bellota olvidada por algún amigo de esos de pata negra, Ya sé que esto en más prosaico, pero un buen jamón te alegra el día.
    Un abrazo, Francesc.
    Vamos intentando ponernos al día tras el paréntesis por las islas pitiusas, llenas de mar y de pinos y sabinas.

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    1. Amigo Cayetano, supongo que te lo has pasado muy bien en las pitiusas, aquello es una maravilla. Allí también hay encinas y pinos, sobre todo pinos, con una sombra excepcional, recuerdo una tarde sentado bajo uno de estos pinos con unas viejas alrededor que charlaban y charlaban, era un placer, estaba delante del mar y corría un airecillo muy agradable, había tenido una mañana ajetreada y aquello fue un descanso inolvidable.
      Celebro tu regreso.
      Saludos

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