sábado, 3 de enero de 2015

Una sobremesa con preguntas


Me he comido un tronco de merluza al horno acompañado de unas setas. Una auténtica delicia, vulgarmente diría que “me he puesto las botas”

Antes del café me he preguntado: ¿por qué la materia puede llegar a pensar?

Después del café me he preguntado: ¿Por qué la merluza puede suscitar estas preguntas?

8 comentarios:

  1. Porqué después de haber comido bien se da uno a tantas preguntas ? ?

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    1. Miquel, mala cosa esto de hacerse tantas preguntas, cuando lo que conviene es echar una cabezadita y digerir con placidez. Ocurre, sin embargo, que uno siempre ha oído decir que sólo se puede filosofar con la barriga llena.
      Salud

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  2. Mala cosa esa de pensar tanto después de una buena comida. Hay que dejar que todo el flujo sanguíneo acuda donde deba para hacer bien la digestión. Por eso, muchos ponen la tele después de comer, para no pensar. Otros dan una cabezada.
    Otra cuestión: ¿por qué los iberos cuando comen en compañía suelen tener como tema favorito de la conversación otras comidas? Esto es como hablar de literatura desde la literatura, como pasaba en el Quijote. Será que somos así.
    Un saludo.

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    1. Amigo Cayetano, he caído en el tópico ese que afirma que sólo se puede especular filosóficamente cuando se tiene el estómago lleno. En cuanto a esa costumbre de los iberos debe ser porque les gusta comer y repetir.
      Salud

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  3. Debe ser que la materia humana ha llegado a hacer bien la digestión, esa oculta forma de pensamiento irracional pero benéfica para el mantenimiento del organismo. Es el bienestar tras un plato grato lo que hace que se susciten dentro de uno las preguntas. Cuando el plato no es del gusto también se suscitan, pero en otra dirección.

    Tan felizmente irónico como siempre tú, Francesc.

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    1. Amigo Fackel, la meteria humana -la materia gris- es la que pergeña todo esto ya sea racional o irracional, el caso es que una buena alimentación favorece la acción de la neuronas. (Cuando digo buena no quiero decir exageradamente abundante).
      Salud

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  4. Después de degustar una plato tan sabroso, ademas de sencillo, ahí radica el saber sacar lo mejor de las cosas; no complicarlas pero si prepararlas o hacerlas con esmero.Y es que en la calidad, no en la cantidad esta el equilibrio, pero en todas las cosas terrenales.

    -Ayer deje un comentario y veo que no se publicó(desde hace un tiempo me suele pasar)

    Un abrazo.

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    1. Querida Bertha, coincido contigo. Creo qaue elaboraciones culinarias sencillas pueden provocar reflexiones profundas. Una cocina densa, cargada, complicada, ostentosa sólo produce pesadez estomacal y malestar, y en estas condiciones se hace difícil cualquier reflexión o pensamiento creativo.
      Bertha, no he visto ningún comentario, se debe haber perdido por el éter intergaláctico.
      Un abrazo

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