lunes, 6 de octubre de 2014

Despensa



Atuell 1941-1944
Llorens Artigues - Joan Miró

Hoy la despensa olía que daba gozo,
unos melocotones de piel turgente,
unos fresones rojos muy encendidos
y entre la fruta fresca, ningún amor
apasionado.

No había ni arrebatos ni agitaciones
románticas que hurtaran placer y aroma
a la pituitaria, no había éxtasis
místico que estorbara. Un goce solo
para el sentido.

En la bandeja a punto, un rodaballo
pequeño para el horno y en la nevera
un queso y unos rábanos para ensalada
sin ningún ingrediente espiritual
presuntuoso.       

¡Qué gozo daba la despensa!

F.C.

6 comentarios:

  1. Francesc, esa despensa da gloria leerla, es como una pintura de bodegón, los vanitas que mostraban la vida que latía detrás de los alimentos puestos sobre un aparador.

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    1. Querida Amaltea, en esta época del año los melocotones son una delicia, con los fresones, que aún están rojitos y sabrosos, te puedes hacer un batido con yogurt y zumo de naranja. Los amores apasionados son difíciles de meterlos en un menú y resultan muy difíciles de plasmar en el bodegón y más difícil aún es componer una naturaleza muerta con el arrebato y las agitaciones románticas, así pues me quedo con lo fácil, el rodaballo al horno.
      Salud

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  2. Los arrebatos pasionales mejor buscarlos en la alcoba. Los espirituales, en el arte y en los libros. Y los absolutamente gastronómicos, en la despensa o en la alacena. A la hora de comer no hay que andarse enteteniendo con otros asuntos.
    Un saludo.

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    1. Sí Cayetano, tienes razón, un lugar para cada cosa. Cuando reina el desorden se producen digestiones pesadas.
      Salud y buen provecho.

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