lunes, 21 de enero de 2013

El catalán


La lengua catalana vive en desgracia permanente, muchos autores, sobre todo poetas, han hecho un esfuerzo titánico para aliviar su infortunio, pero el encorsetamiento en el que se encuentra el catalán persiste. El catalán se encuentra estrujado por una gramática endiablada.

Su sonoridad es dulce y es especialmente rica en vocalización, pero su ortografía es  exageradamente complicada, es alambicada, fabricada en un tubo de ensayo. No en balde, el artífice de la normalización ortográfica del catalán fue Pompeu Fabra, un inteligente químico que junto con otros hombres de buena voluntad pusieron orden a la anarquía ortográfica de este idioma.

A aquel esfuerzo de normalización que hicieron Fabra, Riba y otros noucentistas debería añadirse otro esfuerzo encaminado a la adecuación de la lengua a la realidad expresiva y a la simplificación de su ortografía.

Reclamamos a lingüistas y técnicos de la lengua que pongan un poco de sensatez que alivie el estrujamiento, o simplemente dejen aparcados sus alambiques, retortas o tubos de ensayo y dejen que la lengua fluya naturalmente y que los hablantes vayan depositando las dosis de sentido común necesarias para que la lengua viva con normalidad.  


Sí a la normalidad efectiva y no la normalización encorsetadora.

Reclamamos también a los medios de comunicación que no se regodeen en afectaciones identitarias y en que en su afán de “ir marcando la diferencia” no compliquen las cosas y que no conviertan nuestra lengua en un carnaval amanerado y mortecino.
 

23 comentarios:

  1. Totalmente de acuerdo, lo digo porque mí abuela materna que era de Barcelona era una Buxó de apellido hija nieta de una saga de catalanes y su catalán era muy fluido y muy rico en matices sin encorsetamientos de culturas extrapoladas.Y, no solo el catalán, el gallego, el euskera tambien: lo estan haciendo dificíl,es sólo para unas minorías de intelectuales y gente snob.Estoy totalmente de acuerdo con lo que aquí manifiestas ,que tiene que ser fluido y ameno : esto no quita que se hable con coherencia y riqueza de matices.Por ej. dicen que el mejor castellano se habla en Valladolid...bueno; vamos a dejarloa ahí?

    Saludos y feliz día Francesc.

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    1. Querida Bertha, yo me quejo de lo complicada es la gramática. La gente de la calle, la del mercado, la gente que está acostumbrada a hablar, habla bien y con fluidez. El problema reside en esta gramática y esta ortografía endiabladas. Soy de la opinión que ningún territorio tiene la exclusiva del buen uso de una lengua, no puedo decir que sea Valladolid donde mejor se habla el castellano, yo creo que quien mejor habla es aquel que se preocupa por la lengua, que utiliza el sentido común al expresarse, que mínimamente ha leído, y quien mejor tiene dispuestas las ideas en su cerebro. Pensar bien es hablar bien, y viceversa.
      Un abrazo Bertha.

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  2. ...y, otro tanto con la gramática: se me ha ido el santo al cielo.Totalmente de acuerdo y tambien me sumo.

    Feliz día.

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  3. Bueno yo pienso que no hay que simplificar las cosas, ni tomar medidas de otras.
    Cada cual que se exprese como mejor pueda.
    Prohibido prohibir.
    Saludos.

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    1. Por descontado Dapazzi, pero tenemos que apechugar con unos "pronoms febles" endemoniados, con unas diéresis i unas "geminades" difíciles de domesticar.
      Estoy contigo: prohibido prohibir.
      Salud

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  4. Desde mi ateísmo: amén a todo, don Francesc. Una norma que me desquicia especialmente es la del uso de la diéresis. No por la norma en sí. Sino por la batería de excepciones.

    Otra cuestión a tratar sería la artificiosidad ampulosa de la pronominalización normativa:

    Esas construcciones del tipo "els els vaig donar" (pronominalización de, por ejemplo, "vaig donar els llibres als nens"), cuando todo el mundo dice "els hi vaig donar".

    Por poner solo dos ejemplos.

    Un abrazo.

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    1. Amigo Iván, la norma nos machaca. La lengua que se utiliza en los medios de comunicación y en los medios oficiales es artificiosa y tiende al amaneramiento.
      Salud

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  5. Si es que una lengua, cualquiera, pervive y se enriquece dejando que fluya y se contamine. Las imposiciones normativas solo sirven en el ámbito académico, por fortuna la calle hace caso omiso, de manera que el catalán está vivo porque la gente lo habla sin el manual de gramática en la mano. Exactamente igual que el latín, que evolucionó en las lenguas romances con todas su variedades.
    Cuidar el lenguaje es deseable y necesario porque es vehículo de comunicación, pero rebuscar, por ejemplo, en Ausias March para encontrar el vocablo anacrónico es propio del talibán de turno, temeroso de que las esencias sean mancilladas por malas influencias.

    Un abrazo

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    1. Querida Amaltea, no hay nada que me anime más que la libertad con que se habla esta lengua en la calle, sobre todo en el mercado de Sant Antoni, ¡que primor los pescateros y el los puestos de frutas y verduras! Nada que ver esta fluidez y vigor del habla de la calle con las memeces cargadas de fundamentalismo que tenemos que soportar en la televisión pública y me fastidia este afán que tienen por "marcar la diferència" que les hace cambiar acentos, modificar vocablos extranjeros y otras sandeces amaneradas.
      Salud

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  6. Lo que comentas del catalán, podría aplicarse también al gallego. Doy fe. Totalmente de acuerdo, la lengua ha de estar viva y fluir, más allá de rigideces académicas.

    Salud.

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    1. Sí Salmandràgora, ya me habían comentado que el gallego está sufriendo este mismo titpo de ataque. La academia debe estar al servicio del habla vigorosa que fluye en la calle.
      Salud

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  7. Puede que me meta donde no me llaman, pero en muchas ocasiones, cuando del tema de la lengua se trata, en lugar de atender al contenido expresado se atiende a la lengua en la que uno se expresa. Una tontería es la misma en inglés que en alemán. Dicho mal y pronto, se eleva una cadena de signos, de manchas o de fonemas, a la categoría de concepto o incluso de idea. Y teniendo en cuenta que las lenguas habituales de por aquí se traducen las unas a las otras con facilidad, aun perdiendo algún matiz poético muy particular de los usos literarios, es incomprensible (si no introducimos factores extralingüísticos, como podría ser el deseo de justificar una identidad colectiva que absorba la diferencia de los modos de ser individuales en una alucinación compartida) que la sonoridad o la grafía cobren una importancia desbocada fuera de los ejercicios estéticos.

    Saludos cordiales :)

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    1. Precesión del perihelio, agradezco mucho su visita y su comentario tan atinado. Coincido en que el objeto último de la lengua es la expresión del pensamiento, incluso más allá: un todo entre pensamiento y lenguaje. Estos idiomas no son otra cosa que un latín mal hablado. Hay que dejar fluir la lengua y no poner trabas a la expresión. La academia en todo caso ha de velar por mantener un código que nos permita entendernos y ayudar a la precisión, de ningún modo ha de dictar consignas ideológicas ni poner palos a las ruedas de la expresión.
      No debemos olvidar, sin embargo, el aspecto estético de la lengua en la literatura, la precisión del lenguaje técnico y el rigor del lenguaje jurídico. Coincido plenamente en la mezquindad que supone la utilización de la lengua para "justificar una identidad" o una "alucinación compartida".
      Salud

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  8. Un pensamiento preclaro, Francesc, y definitivo, en efecto, la lengua es un fenómeno común y plural, y por ahí respira.
    Salud
    Manuel

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    1. Amigo Manuel, el exceso de normalización pone palos en las ruedas del libre fluir de la lengua. Por estos andurriales lo sufrimos muy especialmente.
      Salud

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  9. Totalmente de acuerdo contigo Francesc ,no debería de haber tanta tirantez, a veces tanto adorno superfluo solo presupone trabas a su fluidez.

    Una Abraçada.

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  10. Querido amigo, no sé nada de este tema, sí sé que cada región que tiene un dialecto o idioma debe conservarla hasta el fin de los años pues es la fuente donde emana su cultura
    .
    saludos

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    1. Admirado Omar, damos por sentado que debe conservarse un idioma ya que es una riqueza intrínseca de un pueblo, pdero ocurre que en este caso tenemos una gramática y una ortografía de tubo de ensayo, las normalizó un químico que sabía mucho de lengua, pero era un sabio quimico.
      Salud

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  11. "Si los idiomas levantan ciudadelas, las palabras horadan pasadizos traidores para que se escabullan los jóvenes hacia el amor y la muerte."

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    1. Abraham, los jóvenes se van y en la ciudadela quedan los viejos.
      Salud

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