domingo, 30 de noviembre de 2014

Blanca Andreu



                                        Noche estrellada.  Vincent Van Gogh


DAME LA NOCHE QUE NO INTERCEDE...


Dame la noche que no intercede,
la noche migratoria con cifras de cigüeña,
con la grulla celeste y su alamar guerrero,
palafrén de la ola oscuridad.
Dame tu parentesco con una sombra de oro,
dame el mármol y su perfil
leve y ciervo,
como de estrofa antigua.

Dame mis manos degolladas por la noche que no intercede,
palafrén de las más altas mareas,
mis manos degolladas entre los altos cepos y las llamas lunares,
mis manos migratorias por el cielo de agosto.

Dame mis manos degolladas por el antiguo oficio de la infancia,
mis manos que sajaron el cuello de la noche,
el destello del sueño con metáforas verdes,
el vino blasonado que se quedó dormido.

Amor de los incendios y de la perfección,
amor entre la gracia y el crimen,
como medio cristal y media viña blanca,
como vena furtiva de paloma:
sangre de ciervo antiguo que perfume
las cerraduras de la muerte.

8 comentarios:

  1. Chico......................me gusta cantidad ¡

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    1. Miquel, amigo mío, ya te dije que Blanca Andreu es una poeta muy muy buena.
      Salud

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  2. La noche y el paso del tiempo siempre son buenos motivos para que las metáforas, a veces sorprendentes, se apoderen del poema. Bella y sugerente composición, muy hermética y surrealista, la de Blanca Andreu.
    Un saludo.

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    1. Amigo Cayetano, Yo creo que este poema nos lleva de la metáfora al sentido. A veces el sentido es forma y con esto, por lo menos en mi caso, ya hay suficiente. La poesía es el arte de la palabra y Blanca Andreu así lo demuestra. Adminro mucho su poesía.
      Salud

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  3. Hermoso poema, todos los de Blanca Andreu rezuman esa rara perfección capaz de combinar lo apolíneo y lo dionisíaco sin caer en la superficialidad.

    Salud

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    1. Sí Manuel, coincido contigo, Blanca Andreu jamás cae en la superficialidad.
      Salud

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  4. Una vez vi a aquella niña de provincias que había venido a vivir en un Chagal... Caminaba sola por la parte vieja de la ciudad de Coruña. Iba enfundada en una parca gruesa, hacía a frío, puede que lloviese...no me atreví a decirle nada. He seguido leyéndola en silencio. Me encanta. Gracias por recordármelo. Un saludo.

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    1. Querida Lula, celebro haber despertado ese recuerdo tuyo.
      Salud

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