miércoles, 9 de mayo de 2012

El profesor Federico Correa


Tuve la fortuna de tener como profesor a Federico Correa, gran dibujante y eminente arquitecto de un gusto cultivadísimo. En una de sus clases de la asignatura de Proyectos Arquitectónicos nos dijo:

-Puedo hacer de cualquiera de vosotros un buen arquitecto, quien sea que haya nacido a la orilla de este mar y se haya criado al fresco de esta brisa mediterránea lleva el sentido de la proporción y el orden en la base de su espíritu. Con este material se hace la arquitectura, lo demás es puro accesorio.

Alguien de la clase se lo miró con ojos escépticos y percibiéndolo el profesor Correa, insistió.

-Cualquiera, por más tosco que sea, será buen arquitecto si proyecta con sentido común y escucha la voz de este mar tan antiguo.

Sus palabras me parecieron un poco exageradas, quizás un arrebato “noucentista”.

Pasados más de treinta años de aquel episodio leo que Miguel Ángel Buonarroti le decía a la señora Victoria Colonna Marquesa de Pescara lo siguiente:

Si tomamos un gran hombre de otro reino, y le decimos que pinte lo que quisiere, y lo que mejor sepa hacer, y tomamos un mal discípulo italiano y le encargamos hacer un esbozo o le decimos que pinte lo que quisiere, veremos, si lo entendemos, que el esbozo del aprendiz, en lo que al Arte se refiere, tiene más sustancia que la obra de aquel otro maestro, y vale más lo que el aprendiz quería hacer que la obra acabada del maestro. Ordenad a un gran maestro, que no sea italiano, aunque fuera Alberto Durero, hombre dedicado en su manera, para engañarme a mí o a Francisco de Holanda, se pusiera a copiar y a imitar una obra que parezca italiana, y si no puede ser de las mejores sea de las mediocres o de  las mal pintadas, yo os aseguro que luego esta obra se conocerá que no es de Italia, y que no la hizo mano de italiano.

Por consiguiente afirmo que ninguna nación ni pueblo (con excepción de uno o dos españoles) puede hurtar o imitar perfectamente la manera de pintar en Italia, que es la de los griegos antiguos, que no ha sido conocida por otros que los italianos, aunque se esfuerce y trabaje para conseguirlo... 

2 comentarios:

  1. No hay nada tan agradable como el tener buenos profesores ¡

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    1. Soy un afortunado por haber tenido tan buenos profesores, siempre los tengo en mi recuerdo. Un día debería rendirles un íntimo homenaje y citarlos.
      Salud

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