domingo, 19 de mayo de 2019

PÉRGAMO



Siento en el rostro la brisa de Poniente,
me trae el aire fresco de la isla de Lesbos.
Quién sabe si este vientecillo llevó a Pérgamo
los versos de la excelsa poetisa,
la hermosa Safo, belleza de doble espejo.

Cuando te veo y escucho tus palabras, te venero
viendo la casa estela de la virgen:
porque es realmente el cielo que te corresponde…

¿Quién sabe si estos versos fueron puente
entre Pérgamo y las piedras helenas?

En medio de este paraje dócil, de ruinas nobles,
se oyen las voces gloriosas.
Me llega al oído la algazara de una ciudad
bien gobernada, que huye del conflicto
y que jamás ha levantó la espada,
un pueblo amable con los comerciantes
que acudían a sus plazas de sereno pavimento.

Estas laderas de tierras rojas,
de arbustos que crecen entre el pedregal
conservan la huella de unas gentes
que supieron acomodarse entre capiteles jónicos,

Pérgamo abrió el horizonte más allá de seléucidas,
mirando al mar, creció entre el Caico y el Cetio,
y hoy duerme en el olvido, con sus tesoros expoliados
y se pierde en la noche de la memoria de Lisímaco,
que confió al eunuco Filéteros el gobierno de la ciudad.

Hoy, por los caminos de Misia, escucho el eco antiguo
de la prosperidad perdida y del lamento
del eunuco que fue amante del arte y la poesía,
que infundió este amor a los ciudadanos
y gobernó bajo la luz de la belleza.

Veo los sillares esparcidos por el ancho cerro
y lloro por la pérdida de la magnífica biblioteca
que conservaba el conocimiento de la antigüedad
y el esfuerzo de los sabios que transcribieron
sobre el suave pergamino, las caligrafías
cuneiformes de las losetas de arcilla.

A pesar de la luz tan clara de este paisaje,
cuando la primavera se puebla de golondrinas,
siento la oscuridad del expolio arqueológico
que los pueblos bárbaros han atesorado.

Mi lamento se esparce por el aire
mientras resuena entre las piedras viejas
y pobres el canto del eunuco.

F.C.

4 comentarios:

  1. Versos amplios, abiertos al Egeo, en la Eólida, con esos capiteles jónicos que traen aromas de un tiempo antiguo lleno de de sal y de historia.
    Un abrazo, Francesc.

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    1. Amigo Cayetano, hoy, en Pérgamo encontramos unas ruinas esparcidas, lo mejor de aquella ciudad está en Berlín en el Pergamon Museum, es precioso.
      Abrazos

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  2. Luego, tengo una visita pendiente.
    Un abrazo

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    1. Cuando quieras Miquel, ya sabes que siempre serás bien recibido.
      Salud

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