La
ciudad es una condensación de sensibilidades. La comunicación humana se
enriquece con la diversidad y en este sentido la ciudad es el mejor espacio
para que los hombres y las mujeres que la habitan comprendan la grandeza de la
diferencia y la importancia que tiene la variedad de pensamiento para el
progreso.
En
mi ciudad, esa que tanto he amado, esa donde el orden urbanístico es un modelo
de higienización, en mi ciudad, digo, se da una complejidad y una diversidad
extraordinaria. En mi ciudad encuentro:
1)
Individuos que pintan garabatos en las paredes nobles
de los edificios sin el menor respeto al patrimonio arquitectónico.
2)
Locales esparcidos por todos
los barrios donde se consume droga y algunos de ellos están situados a 15 centímetros de distancia de
una escuela (he dicho quince centímetros, sin equivocarme de la unidad de longitud).
3)
Viviendas, ahora llamadas “narco pisos”, donde se
trafica y consume todo tipo de sustancias estupefacientes.
4)
Vendedores de refrescos enlatados y traficantes de
droga que ofrecen sus productos en las vías públicas más céntricas de la ciudad.
5)
Restos decrépitos de elementos de diseño urbano que me
recuerdan el paisaje de una ciudad que fue modelo de modernidad.
6)
Pisos en los que han echado la puerta abajo y han sido
ocupados para instalar en ellos un complejo sistema de plantaciones de
marihuana. Para este cultivo ilícito se necesita un indispensable suministro de
agua y energía eléctrica que se obtiene fraudulentamente mediante una conexión
directa a la red comunitaria.
7)
Individuos que se dedican al comercio sin la
correspondiente licencia de actividad, ocupando la vía pública, tendiendo en
ella un trapo donde exponen su mercancía.
8)
Establecimientos comerciales que no respetan los
horarios comerciales y están abiertos las 24 horas del día durante todos los
días del año, en ellos venden detergentes, frutas, verduras, vinos y licores de alta graduación a menores de edad.
9)
Gentes que quieren hacer de una ilusión una forma de
gobierno tan pura, limpia y democrática que será capaz, según dicen con una sonrisa en los labios, de remediar todos los
males del mundo.
10)
Jóvenes ilusionados, estudiosos y responsables que son
capaces de progresar a pesar del sinnúmero se dificultades que encuentran en su
camino.
11)
Mujeres y hombres que desarrollan una labor callada
atendiendo sus responsabilidades sin rechistar.
12)
Artistas, científicos, comerciantes, técnicos que nos
engrandecen con su esfuerzo.
Un retrat ferotge i alhora exacte de la Barcelona actual, amb les seves ombres i algunes llums.
ResponderEliminarSalut
Amic Puigcarbó, ja m'agradaria que les llums fòssin tan potents que apaquessin les ombres. Això ara és difícil, les ombres són massa llargues.
EliminarSalut
Una ciudad sin mando en plaza. Con diez regidores de distrito y un supervisor (a) central, y una alcaldesa superior, a setenta y pico mil los regidores y a casi ciento vente anuales la superiora...Si se hace números se verá que no se optimizan nuestros recursos.
ResponderEliminarsalut
Sí, Miquel, esto es mucho dinero y, a tenor de lo que vemos en las calles, resulta muy difícil de justificar tanto dispendio.
EliminarSaludos
Variedad. De todo, como en botica. Los hay hasta que venden pan y les dejan temprano en la puerta las cajas con la masa preparada junto a las meadas de los perros. Grandioso.
ResponderEliminarUn saludo.
Sí, Cayetano, de todo hay, por ejemplo restaurantes que tienen wifi y un servicio deplorable y sucio, y no te puedes acercar a los lavabos porque puedes salir infectado.
EliminarSaludos
Permíteme que eche mano de un frase tópica, pero precisa y exacta, sobre la descripción real (en otros tiempos se diría literariamente naturalista) Barcelona es bona, si la bolsa sona. ¿No es lo que subyace en la diversidad tan bien descrita en esta entrada? ¡Y no por eso deja de ser ciudad tu ciudad amada! En tiempos de la megaurbe Roma sucedía otro tanto. No es cuestión de hablar ahora de aquella decadencia, para no herir sensibilidades, jaj. Además una ciudad, con sus pros y contras, construcción y derribo cotidianos en todos los aspectos, es sobre todo habitabilidad, espacio compartido donde la única propiedad debería ser el respeto, la tolerancia y el acuerdo. Una urbe no es solo su ayuntamiento o su gobierno regional (ahí lo llamáis Generalitat) es todo lo que expresas en doce puntos. Gracias por tu lucidez siempre alerta.
ResponderEliminarUn abrazo.
Amigo Fackel, ahora "la bossa sona" y "sona" mucho. Pero Barcelona dista mucho de ser "bona".
EliminarOpino que la diversidad es un valor muy positivo, higiénico e indispensable para que en la ciudad se establezcan unos vínculos riquísimos de comunicación, pero me temo mucho que de tanto que "sona" algunos se hayan perturbado y confundan las diversas formas de pensar y de comunicarse con un berenjenal de "maldad insolente" que formalmente se traduce en un paisaje urbano penoso, donde se junta el mal gusto con la suciedad y los olores a cannabis.
En efecto no hay que confundir la gran vitalidad de esta Barcelona "bona" con sus gobernantes, pero me temo que esta gente ha escuchado como la "bossa sona" y entonces la tolerancia instituciuonal se resiente.
Salud
Em produeix tristessa veure el què ha estat i el què ara és, crec que ens mereixem molt més i alguns no donen la "talla".
ResponderEliminarLa força de la ciutat per a mi són el que has ennumerat com apartats 10, 11 i 12, aquesta és la força callada i el cor de la ciutat.
Una abraçada
Amiga Conxita, a mí també em produeix una enorme tristesa veure com es degrada aquesta Barcelona que tant estimo, ara però, jo no sé si ens mereixem aquesta pérdua, tinc dubtes, car nosaltres hem votat i tenim els responsables municipals que hem elegit.
EliminarAquests joves que s'apliquen en els estudis, aquestes persones treballadores y responsables, aquests artistes i científics abnegats són una esperança, sí, però al costat d'aquesta esperança contemplo unes escoles que semblen ludoteques.
Una abraçada