miércoles, 28 de febrero de 2018

Contrapunctus



-Maestro, lleváis toda la noche trabajando, debéis descansar. ¿Os sirvo una sopa?, os vendrá bien.

-No te preocupes, estoy bien y no necesito nada. Quiero terminar este contrapunctus.

-Hace mal tiempo y a estas horas no conviene forzar la vista.

-Te he dicho que no te preocupes.

-Maestro, esta música interesará a las generaciones venideras.

-No me importa a quien pueda interesar, ahora debo acabar, me faltan pocos compases.

Era una Fuga a 3 Soggetti (Contrapunctus 14). Entonces no interesaba a nadie. Hoy pasados más de 260 años, hay quien piensa que aquello no es música, que es un experimento.
 

Yo no sé si a Bach le interesaban las generaciones venideras o no, a mí no me interesan en absoluto, prefiero el contrapunto del maestro.

domingo, 25 de febrero de 2018

Siglos futuros de animalidad

Bacco é un bevitore. Bartolomeo Manfredi (1582-1622)


La baja calidad de la producción artística y literaria actual augura un futuro desesperanzado. Ya sabemos que el arte es un reflejo del panorama social que le toca vivir y el artista, como un demiurgo, suele expresar lo que se avecina.

No soy visionario y mucho menos artista. Solo tiendo una mirada escéptica sobre el erial y, como en un desierto, veo unos espejismos que al acercarme se desvanecen. Aplico un criterio de observación tan objetivo como puedo, reflexiono sobre el mal negocio de la historia, veo los movimientos de los capitales y de los medios de producción y con este material tan degradado no puedo sino que sentir una tiritera espantosa.

Un campo helado, una penuria y exigüidad creativa que producen escalofríos. Un vacío. Yo creo que nos esperan setecientos años de miseria creativa, de desolación social y pena, mucha pena.

Sin embargo, cuando hablo con a mi amigo Cosme Moret pienso que soy un poco optimista, él es un buen lector de Schopenhauer, cree que la cosa irá de mal en peor, está convencido de que las ciudades se degradarán hasta tal punto que serán como aquellas aldeas medievales tan sucias y míseras, con barrizales y chozas y con un hedor insoportable. Se estropearán las cloacas de nuestras ciudades por falta de mantenimiento, los sistemas sanitarios desaparecerán y la salubridad urbana dejará de existir, los rascacielos rutilantes se convertirán en monstruos solitarios. La ciudadanía occidental vivirá en la animalidad, los hombres y las mujeres acabaran caminando a cuatro patas, escupiendo en el suelo cuando les venga en gana, tirándose ventosidades en grupo, o empuñando quijadas de burro para asestarse trancazos a diestro y siniestro tal como se han ido entrenando durante siglos.

jueves, 22 de febrero de 2018

LXXXVII Entmythisierung Symposium - Simposio sobre la desmitificación



El próximo otoño se celebra en Wiesbaden (Alemania) el LXXXVII Simposio sobre la desmitificación (Entmythisierung Symposium)

En la edición de 2018 se abordará la influencia de las metáforas sobre el lenguaje.

Entre otras se presentarán las ponencias siguientes:

Der Vorrang der formalen Logik  (Primacía de la lógica formal)

Die leere Metapher  (La metáfora vacía)

Die Unzulänglichkeit der bildlichen Sprache  (Insuficiencia del lenguaje figurativo) 

Die traditionelle Auffassung der Metapher  (Concepción tradicional de la metáfora)

Die Metapher als Ornament  (La metáfora como ornamento)

El Entmythisierung Symposium viene celebrándose anualmente desde 1927. Fue suspendido, sin embargo, durante la Segunda Guerra Mundial.

Antes de la interrupción por motivos bélicos, el simposio se celebraba en la ciudad alemana de Jena y pasada la contienda pasó a celebrarse en Wiesbaden.

En el simposio de este año tampoco se presenta ninguna ponencia en español. Sólo en una ocasión, un oscuro y olvidado profesor de la Universidad de Sevilla, el Dr. Antonio María García Malmo, presentó una comunicación sobre la vulgarización del mito. Aquel informe académico del profesor pasó sin pena ni gloria.

Al pensamiento analítico español no parece que le interese la desmitificación. En nuestra literatura y en nuestra filosofía hay un exceso de metáfora, de sueño y de profecía. Aquí se ha sacralizado demasiado. El ingenio y la agudeza se han puesto al servicio de la metáfora extrema, impactante y espectacular, bella por otra parte, pero, sin embargo, retórica y alambicada, a veces en forma de alegorías muertas y otras veces como lamentos de pasión o fantasías individuales que poco aportaban a la creación de un lenguaje racional.

Hemos contemplado demasiadas imágenes dolientes y mientras intentábamos construir un discurso racional, aparecían los estigmatizados mostrándonos sus llagas.

El mito persiste y en vez ocuparnos de una desmitificación racional del pensamiento estamos asistiendo al espectáculo funesto de la creación de nuevos mitos.