Del
cerdo se aprovecha todo, desde las partes más nobles hasta los despojos, pero
nunca hubiese imaginado que las mandíbulas de este omnívoro pudieran
convertirse en objetos artísticos.
Beneyto
tiene una visión prodigiosa, es capaz de ver un mundo lógico-fobista donde los
demás vemos una vulgar quijada.
Beneyto
se come un cerdo y con su imaginación digiere un universo entero, rebaña la carne
de la quijada y convierte el hueso en un objeto postista. Él es un artista
postista como declaró Carlos Edmundo de Ory y ratificó más tarde Cirlot.
La
quijada del cerdo manipulada y pintada por el artista trasciende y se eleva
hasta los estratos seráficos de un arte que aborrece toda lógica.
En
el hueso del cerdo se expresa el postismo en su máximo esplendor apretando la
tuerca del surrealismo. El objeto postista es onírico en el contenido, como
lo que hacían los discípulos de Louis Aragon o los dadaístas, y es onírico en lo
formal, pues la quijada manipulada es irreconocible como el resto de un cerdo
muerto y es, a la vez, una forma autónoma como una escultura de Max Ernst.
Lo que escribes, me impresiona.
ResponderEliminarLo que explicas, me trasciende.
Lo que indicas, me situa.
Me voy a Cirlot. Abro Fischer en su Necesidad del arte. Enhebro algo más contemporáneo, y me voy a Bozal y a su historia del arte ...
Bueno, bueno este sujeto post-todo-y-a-su-bola.
Un cerdo siempre seguirá siendo un cerdo, igual que la mona vestida de seda.
Bueno mi Beneyto. muy bueno
Salut y gracias por tu explicación...tu si que sabes.
Miquel, estas quijadas de cerdo se convierten en obras de arte gracias al prodigio creativo de nuestro admirado Beneyto.
EliminarUn abrazo
Queridos amigos, geniales las quijadas filopostistas de Beneyto. Y magnífica la crónica que las acompaña. Gracias, Francesc
ResponderEliminarQuerida Silvia, las quijadas tensionan el discurso del dadà. Beneyto transgrede siempre.
EliminarAbrazos
Dejé de comer cerdo, pero hay que ver que el señor Beneito es un artistata como tú bien dices Francesc.
ResponderEliminarBesos!!!
Querida Andri, Beneyto es el mejor artista plástico del postismo.
EliminarAbrazos
¿De cuándo son estas piezas?
ResponderEliminarNo lo sé, se lo preguntaré al autor. Ya te informaré
EliminarSaludos
Las quijadas se expusieron en la galería Km7 de Saus-Camallera en 2006 y parece que fueron realizadas en el mismo 2006 o un poco antes.
EliminarQuijadas que dejan de serlo para convertirse en objetos tótem. Despiden olor a rito mágico, nada que ver con la materia que Beneyto ha transformado en obra de arte.
ResponderEliminarAbrazos de rentrée.
Querida Amaltea, celebro tu rentrée.
EliminarLas quijadas están en pequeñas urnas, abren sus bocas expresando, quizás, el último aliento de la modernidad.
Abrazos
Ese chico, Beneyto, sigue dando rienda suelta a su imaginación. Si hiciéramos algo parecido todos y cada uno de nosotros -desatar fantasías, crear expresiones libres en formas y contenidos, rediseñar situaciones e imágenes de vida nueva- ¿podría el Gran Hermano controlarnos? Hay que recrear los márgenes, abrir pasillos hacia el corazón de la selva, poner en cuestión los pseudoconceptos dominantes. Ingenuidad por mi parte, ya lo sé.
ResponderEliminarAmigo Fackel, ¡qué bien nos iría a todos desarrollar la imaginación!, tomar ejemplo de estos artistas como Beneyto, seríamos todos más libres.
Eliminar¿Ingenuidad?, sí o no, el caso es que el arte es el territorio de la libertad y esto lo sabe nuestro último postista.
Abrazos