Siempre
hay una razón para derribar, además una larguísima tradición de derribos y
destrucción recorre la historia del hombre.
Siempre
ha sido más fácil la destrucción que la construcción y ya se sabe, el ser
humano va a lo fácil, la vagancia y la barbarie nos acompañan.
Las
razones son de cualquier signo, basta con una piqueta o un argumento florido
para que cualquier descerebrado emprenda a trancazos contra todo lo que está en
pie.
La
intolerancia y el fanatismo acompañan al martillo.
En
España hay mil argumentos para derribar cualquier cosa. Razones de un color o
de otro. Discursos de derechas o de izquierdas, moralistas, ecologistas, religiosos,
puritanos, históricos.
Razones
y razones.
Hay
razones para derribar todo esto:
El
monasterio del Escorial porque es la petrificación de una España imperialista e
intolerante.
El
monumento a Cristóbal Colón en Barcelona porque es la representación de la
colonización de América.
El
acueducto de Segovia porque es una obra de ingeniería de un Imperio Romano que
machacó la población ibérica autóctona.
La
Alhambra de Granada porque es un conjunto palaciego Nazarí de un reyecito que
plantó cara a la culminación de la Reconquista.
El
Arco de Barà de Tarragona porque es una representación del triunfalismo del
Imperio Romano.
El
Valle de los Caídos porque es el mausoleo de un dictador que firmaba sentencias
de muerte mientras desayunaba.
La
Giralda de Sevilla porque es una mezcolanza de estilos profanos que se culminan
con una cúspide cristiana, ejemplo de imposición pétrea.
La
muralla de Ávila porque separa, y no es cuestión de separar sino de unir.
Las
catedrales de León, de Soria, de Santiago, de Burgos, de Zamora, de Sevilla, de
Murcia, de Barcelona, de Tarragona y todas las demás catedrales, todas, porque son
templos de una religión intolerante e inquisitorial.
Las
obras de Gaudí, empezando por la Sagrada Familia porque las pagó un industrial
explotador.
Toda
la arquitectura franquista porque ser esto, franquista.
Toda
la arquitectura monacal porque los conventos eran lugar de difusión de unas
ideas fanáticas.
Todos
los colegios de curas y monjas porque desde ellos se difunde una educación
dogmática.
Todas
las escuelas que construyó la República porque de ellas salieron espíritus
libertinos.
Los
jardines botánicos, la Biblioteca Nacional, el Museo de Prado y todos los edificios
de la Ilustración porque son la representación del librepensamiento.
La
Mezquita de Córdoba porqué es mezquita y templo cristiano a la vez, dos cultos
antagónicos.
La
plaza España de Sevilla porque ha sido utilizada como escenario de la película Star
Wars Episodio II: El Ataque de los Clones de la saga de la Guerra de las
Galaxias, la plaza representa el planeta Naboo.
Y los políticos vendiendo el solar sr., de Zara, por poner un ejemplo. No me hagas mucho caso, mañana tengo una entrevista con el arquitecto de Patrimonio histórico: el sr. Miquel Barba Vidal, justo para hablar sobre un tema parecido a tu intervención. No sacaré nada en claro,lo sé, todo es política. Salud.
ResponderEliminarBlanca.
Amiga Blanca, es muy probable que no entiendas lo que te diga este arquitecto, esto ocurre a menudo, son técnicos que se entienden poco, casi siempre sus palabras solo son consignas del político de turno.
EliminarSalud
Luego empezaremos con los libros.
ResponderEliminarY así hasta que nos volvamos todos unos borricos.
Saludos, Francesc.
Tienes razón amigo Cayetano, sigue la quema de libros. La incultura y la sinrazón van haciendo de las suyas y aquí todos a creer en sus memeces.
EliminarSalud
Nota: si Aníbal González levantara la cabeza y fuera al cine a ver el episodio que citas de la Guerra de las Galaxias ... sería todo un espectáculo ver su cara.
ResponderEliminar¡Pobre arquitecto!, se asustaría al ver tanto energúmeno.
EliminarSaludos
Al final esto quedaría como la ciudad de Alepo. Nada en pie.
ResponderEliminarTodos tendrían su cuota para exigir el derribo (deconstrucción que dicen los del diseño de las palabras) de una u otra obra emblemática.
Recordar a los de la CUP que si hemos de acabar con la estatua de López Brú, habríamos de erradicar todo nombre en Catalunya de Mossen Cinto Verdaguer, primero por sus palabras : " el socialismo, el anarquismo, y la masonería muestran la presencia del mal en la tierra". El caso Jacint Verdaguer (1845-1902)Virgilio Ibarz Serrat
Universidad Ramón Llull"
Segundo, porque Cinto Verdaguer bendijo todos los navíos de la naviera del Marqués de Comillas, los negreros incluidos.
Tercero, porque su calidad de Mossen quedó desaurorizada "a divinis" en 1890, al ser excomulgado de la iglesia.
Cuarto, por su no obediencia al régimen eclesial, en tanto que el obispo de Barcelona en aquellas fechas y bajo autorización papal, le desanconsejó y prohibió mantuviera relaciones con Deseada Martinez, cosa que por lo que se ve hizo caso omiso.
Lo que me apena de todo esto es en que pierden el tiempo los chicos de la CUP, porque cobrar están cobrando como todos los de la "casta", y sin embargo nos hemos enterado que la Generalitat tiene una deuda con las Farmacias de 330 millones de €.
Pero claro, es de suponer que suponen que los farmacéuticos son la representación del capital, y que si no cobran lo adeudado da igual.
Salut
Miquel, es una pena, es el cuento de nunca acabar: Verdaguer, Gaudí, Zuazo, Torres Clavé, Sagnier, Subirachs, Llimona, Clará, Oteiza, Lucio Muñoz, Chillida, Sert... nombres, obras de arquitectura, escultura etc. siempre hay razones para destruir.
EliminarSalud
Que bien nos lo explicas Miquel....cada día te valoro mas y mejor, un abrazzo y no comento porque a mí mi lengua descarga balas, y no está el patio de cuper@s y pelucones(estilo Puchdemon)...para perder el tiempo.Un abrazzo, y te haré un sitio en las barricadas, porque eso sí yo a las trincheras no bajo para defender ninguna bandera y menos si son estrelladas.Y con eso ya he dicho de sobras
Eliminaramén, ens quedara el monument vivent de la gent de la CUP i la seva estètica underground. Marededéu, i s'han d'enderrocar el Santiago Bernabeu, el Nou Camp, La Peineta i la nueva Catedral. i la resta de camps i pavellons, i cases de putes, ja posats.
ResponderEliminarAmic Francesc, passarà la CUP i la seva xarrameca, els polítics passen, però moltes de les animalades que fan queden per a sempre. Estem condemnat a suportar la idiotesa de'uns personatges que cobren per a destruir.
EliminarEstic d'acord amb tú, cal afegir estadis i pavellons i deixar-ho tot pelat.
Salut
Noooo ¡ les cases de putes nooooo ¡
Eliminarjajajajajajajajjaaja....
EliminarTe felicito, por lo que dices y como lo dices, Francesc. Los talibanes y los ISIS estaban entre nosotros y algunos ni se habían dado cuenta. Hay dos cosas que nunca se derriban: ni las casas de putas, como pide sarcásticamente Miquel, pues de todos es sabido que es un oficio tan antiguo como el de hacer fuego o labrar una vasija con arcilla. Y la mediocridad. La mediocridad ha hecho, hace y hará estragos, en bienes y en vidas. Y yo que me pensaba que había más luces por esos lares...
ResponderEliminarMe he deleitado con el nivel de tus Derribos.
Gracias Fackel, celebro que te hayan gustado estos "Derribos". Desgraciadamente la intolerancia se encuentra en todas partes. Conocidas las intenciones de algunos políticos, yo creo que a las empresas de derribos les espera una intensa tarea.
EliminarSalud
En España no hay bandos,
ResponderEliminaren esta tierra no hay bandos,
en esta tierra maldita no hay bandos.
No hay más que una hacha amarilla
que ha afilado el rencor.
Un hacha que cae siempre,
siempre,
siempre,
implacable y sin descanso sobre cualquier humilde ligazón; sobre dos plegarias que se funden, sobre dos herramientas que se enlazan, sobre dos manos que se estrechan.
La consigna es el corte,
el corte,
el corte,
el corte hasta llegar al polvo, hasta llegar al átomo.
Aquí no hay bandos, aquí no hay bandos, ni rojos ni blancos ni egregios ni plebeyos… Aquí no hay más que átomos, átomos que se muerden.
León Felipe
Amigo Loam, las palabras de León Felipe son claras, elocuentes. No hay bandos, aquí hay bandas de malhechores, pandillas con hacha amarilla, afilada con el abrasivo de la intolerancia.
EliminarSalud
Malauradament hi ha una tendència dels arrauxats a acabar amb tot, encara bo si no els agafa per acabar amb la gent, que de tant en tant també passa, per desgràcia.
ResponderEliminarAmiga Jùlia, s'obstinen en enderrocar-ho tot. És creuen aquests arrauxats que tenen la veritat i només tenen el mall i la mala fe.
EliminarSalut
Excelente artículo tanto en el continente como en el contenido. Miquel de Tot Barcelona hace bien en recomendar su lectura (de ahí mi visita) gracias por dar un suplo de aire fresco a este mar de confusiones que suponen los intentos de borrar parte de nuestra historia que nos guste o no formamos parte de ella y no se anula por derribar una estatua o cambiar el nombre de una calle que sí me apuran un poco diría que la mayoría no saben que significan o lo que representan. La intolerancia que demuestran ciertos personajes políticos de hoy avergüenza ya que les acerca a la intransigencia de la Edad Medía.
ResponderEliminarReitero mis felicitaciones caballero.
Gracias Canela988, celebro que le hayan gustado estos "Derribos". El amigo Miquel de Tot Barcelona es muy amable.
EliminarLa intelerancia, el fanatismo, el pensamiento único han demostrado a lo largo de la historia que tienen una capacidad de destrucción inmensa: arrasan, queman, asesinan, torturan... y siempre con el argumento dogmático de su intolerancia.
Muchas gracias
Amigo, es seña de identidad de la barbarie asolar la tierra que pisan y donde crece la cosecha que les alimenta.
ResponderEliminarEs una boutade en toda regla derribar la columna de Colón, como bien escribes, la coherencia del derribo exige otros, muchos, todos lo que se distancien de su visión fantástica y banal de lo que es el mundo.
Delirante y absurdo que quienes pretenden poder político se fijen en el monumento y no en la gente que lo circunda.
Creo que les viene al pelo, aquella frase famosa del debate de Clinton, el marido de Hillary, pero con otro sentido: ¡la política es un asunto que debiera ser digno, un trabajo para mejorar la vida de la gente, zoquetes!
Una entrada muy oportuna y relevante, gracias.
Abrazos.
Querida Amaltea, derribar, asolar, dejarlo todo en ruinas, este es el objetivo de quienes andan desquiciados persiguiendo sólo el poder, solo para ellos, con ansias de notoriedad y decirla cada vez más gorda. Delirante, en efecto.
EliminarUn abrazo
Ahora ,le vamos a llamar "Minimalismo Histórico" y, con tanto minimizar hasta quedar todo desierto y,las pulgas saltando de gusto.-Los extremos se tocan;ni tanto ni tan calvo, pero si, que es cierto que estas muestras de vanidad que tantas vidas se han acarreado tendría que ser un punto de reflexión para no cometer las mismas tragedias.La necedad humana esta llegando al máximo de sus límites
ResponderEliminarSoluciones ni media bola pero liarla: eso les gusta un mogollón y generar confrontaciones que ahí esta su caldo; para justificar tanta tontería cuando hay problemas que tienen más prioridad...
Vamos a seguir minimizando hasta dejar la mente en blanco: xD que era en vez del s.XXI parece que estamos en el s.XII
Me ha encantado, esa parte irónica que le echas a tanta destrucción: que razón tienes amigo Francesc.
Un abrazo.
Querida Bertha, estamos rodeados de fundamentalistas y peligro, peligro, porque si se hacen con un mallo, emprenden a trancazos y no dejan piedra sobre piedra.
EliminarUn abrazo
Mi felicitación, Francesc.¡Qué fiebre destructora impera en nuestra sociedad! Falta cultura,civismo e inteligencia para saber que lo más urgente es destruir el fanatismo.
ResponderEliminarSaludos.
Gracias Fanny, en efecto, es una falta de cultura y un exceso de intolerancia. A lo largo de la historia hemos visto multitud de tropelías, enfrentamiento y destrucciones que sólo tenían como argumento el fanatismo.
EliminarSalud
Con permiso, se le ha olvidado los cuadros de Velazquez como Las Meninas o La Rendición de Breda símbolos fascistas y represores...
ResponderEliminarHay mucha gente sin sentido de ridículo.
Un saludo.
Sí, amigo Temujin, quedan muchas cosas en el tintero, los intolerantes pueden arrasar con todo, desde Velázquez y la estatua de el Cid Campeador hasta el brazo incorrupto de Santa Teresa, pueden quemar bibliotecas, destrozar museos y derribar facultadades, sólo basta una piqueta y unas ideas fanáticas.
EliminarSalud
Tan claro y elocuente como contundente mi querido FRANCESC. Los humanos nos volvemos energúmenos en masa en cuanto el fanatismo hace de nuestras neuronas mermelada ... la historia se ha escrito sobre las cenizas de cientode miles de obras de arte y monumentos arrasados por los miserables los que sucesivamente fueron subiendo al poder por la fuerza o la ignorancia de su propia cortedad de miras... Me deja perpleja ver cómo en política los más ineptos son siempre los que asumen el mando.
ResponderEliminarMuchos besos y enhorabuena!
Un placer leerte siempre!
Amiga María, lo de la mermelada de neuronas me parece genial. Coincido contigo, la historia se escribe sobre cenizas.
EliminarPor lo que vemos los más ineptos son los que asumen el mando, lo malo es que acceden a la política gracias a nuestros votos.
Un abrazo
(Soneto en un suspiro)
ResponderEliminarA Francesc le gustaban los sonetos
hechos con mimo, dichos con paciencia:
templetes de voluble inteligencia
que atesoraban méritos concretos.
Pero los mismos sólidos secretos
que dan la gloria, dan a la conciencia
ritmos por honor, ripios por herencia,
que no serán ni versos ni panfletos.
Odio, moda, moral, resentimientos,
orden legal los no podrá tocar
de este poema efímeros cimientos.
En menos de una vida o de un silbido
a la nada llevaban su rimar
el tiempo y la bondad con el olvido.
Muchísimas gracias por tu soneto, amigo Abraham.
EliminarEres un poeta increible, que unos derribos irracionales hayan podido inspirar estos versos me parece prodigioso.
Te lo agradezco muy de veras.
Salud