
No me voy de vacaciones, me quedo a este lado del Arno.
Serenamente miraré hacia Fiésole oyendo los cantos rodados que el río se lleva, y allá, no muy lejos, Piero della Francesca que me tiende su mano. No cruzaré el Ponte ni el Corredor de Vasari.
No me voy de vacaciones, pero me ausento.
En el tedio de Cimabue o mirando este mar tan nuestro escrutaré la voz fructífera del orden y la mesura. En la otra orilla la terza maniera aguarda pero yo no cruzaré el Arno.
No me voy de vacaciones, pero levanto las velas.
En este lado, donde la luz de della Robbia ha pintado de azul las fachadas del alma, cuando haya cumplido el combate de las alimatáceas, vendré con un cargamento de piedras duras.
Me ausento.
Salud amigos