jueves, 31 de marzo de 2016

La levedad en el verso


Jonidel Mendoza  Intercepciones del Reflejo [Interceptions of Reflection] VII 290*90 (2012)

La poesía debe fluir.
El verso en la levedad, como las pompas de jabón, como la canción de las esferas amigas.

Sin embargo, el yo poético, que constantemente se va transformando, no conoce la levedad sino la verdad del dolor y conoce cual es su propio fin.

lunes, 28 de marzo de 2016

L'illa del Capvespre

Sin título. Joan Pere Viladecans


L’illa del Capvespre

L'espai s’ha fet temps
a l’illa relativa, a l’illa del Capvespre,
i cal resguardar-se del vent.

Xaloc porta pols i mals de cap,
el vent de migjorn ensopiment i letargia,
llebeig desassossec,
el ponent melancolia,
el mestral du esperances fugaces,
la tramuntana escombra l’il·lusori,
el gregal té ressonàncies antigues
i el vent de llevant porta noves
de la princesa de Tarabul·lus,
falses notícies com és natural,
com en són de falsos aquells amors
proclamats a tots els vents.

L’illa del Capvespre
està envoltada d’un mar de silenci
que ha engolit les catedrals i els estadis.
Les pedres han esdevingut hores
i de les flors de primavera
només en queda el record
de llur aroma.

Cal resguardar-se dels vents i de les arestes,
doncs aquestes, que avui són límit dels cossos,
seran demà un temps que flueix
com el riu d’Heràclit.
F.C.

traducción

La isla del Ocaso

El espacio se ha convertido en tiempo
en la isla relativa, en la isla del Ocaso,
y es preciso resguardarse del viento.

Siroco trae polvo y dolor de cabeza,
el viento de mediodía pesadez y letargo,
el ábrego desasosiego,
el poniente melancolía,
el mistral trae unas esperanzas fugaces,
la tramontana barre lo ilusorio,
el gregal tiene resonancias antiguas
y el viento de levante trae noticias
de la princesa de Tarabulus,
falsas noticias naturalmente,
como son falsos aquellos amores
proclamados a todos los vientos.

La isla de Ocaso
está rodeada por un mar de silencio
que ha engullido las catedrales y los estadios.
Las piedras se han convertido en horas
y de las flores de primavera sólo queda el recuerdo
de su aroma.

Hay que resguardarse de los vientos y de las aristas,
pues éstas, que hoy son el límite de los cuerpos,
serán mañana un tiempo que fluye
como el río de Heráclito.
F.C.

miércoles, 23 de marzo de 2016

Lo han hecho muy mal

Durante toda mi vida profesional siempre he procurado trabajar con rigor y precisión. Convencido sobre todo de que el trabajo debe hacerse bien, debía proyectar con orden y diseñar soluciones que podrían ser más o menos complejas pero nunca complicadas. 

Alejado de chapucerías, tenía que proyectar bien para que el edificio diseñado fuera útil, sólido y bello. (Además: sostenible, ajustado a precio, funcional, bien construido, adecuado al entorno, cumplir la normativa urbanística y técnica, bien orientado, etc.)

Consciente de que un error podía tener consecuencias dolorosas o que podía causar daños irreparables, afinaba cálculos, corregía, repetía planos y pagaba unas pólizas de responsabilidad civil de un importe elevadísimo.

Acabado el proyecto y la construcción, y visto el edificio terminado, si la cosa -la casa- salía bien la satisfacción era grande.

Sabía que si la cosa -la casa- salía mal debía asumir la responsabilidad y enfrentarme como es natural a una causa judicial.

Otros profesionales también cargan con las responsabilidades que les corresponden y si su actuación es lesiva ya saben que la sociedad irá contra ellos.

Pero no sólo a los profesionales autónomos debe exigírseles responsabilidad, también se la exigimos a los poderes públicos y muy especialmente a los servicios de seguridad del estado. Les demandamos compromiso y responsabilidad pública.

No puede justificarse de ninguna manera la dejación y la desidia que demuestran unos responsables políticos y unos servicios de seguridad públicos, como en el caso muchos políticos europeos y de la policía belga, que después de decretar durante unos meses un grado de alerta máximo contra el terrorismo haya ocurrido en Bruselas la desgracia que todos lamentamos.

¿Qué han hecho durante meses? ¿Han hecho algo más que pasearse en metralleta?

Los políticos han hecho mal los cálculos, han errado, han sustituido el rigor por la charlatanería. Una chapuza política y policial que ha costado vidas y dolor.

LO HAN HECHO MUY MAL

Exigimos responsabilidades  

domingo, 20 de marzo de 2016

Silogismos ondulados sobre la mentira, su contingencia y la justificación discursiva de su objeto como umbral del escepticismo, en todo caso un estado de seriedad


Formas abstractas II Münnster Franz Moritz Wilhelm Marc (1880-1916)

Detrás de toda mentira siempre hay algún motivo, algún interés que podemos compartir o no, pero que a alguien sirve.

Puede ser que moralmente no justifiquemos la mentira pero la experiencia nos ha demostrado que siempre existe un motivo para mentir.

Más que su contingencia, la mentira es presencia.

Siguiendo esta lógica, el escepticismo se justifica sobre la existencia eterna y universal de la mentira.
Siendo pues la mentira extensiva en el tiempo y en espacio, no es extraño que la contemplación de la realidad humana provoque un pesimismo tan justificado como nuestra incredulidad.

Pesimismo y escepticismo suelen ir juntos, todo es una cuestión de seriedad.

jueves, 17 de marzo de 2016

Arnau Puig

Arnau Puig fue el miembro teórico de “DAU AL SET”. Catedrático de Estética en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona.

Tuve el gran honor de conocer a este extraordinario filósofo y recibir sus enseñanzas magistrales, él fue mi profesor de Historia del Arte, en segundo curso de carrera. El recuerdo de aquellas clases ha dejado una huella indeleble en mi memoria.

Arnau Puig nos comentó un texto suyo que aparecía en el primer número de la revista DAU AL SET. Transcribo un párrafo de aquel escrito:

Los griegos son los últimos hombres felices que han existido. Después de ellos se pierde la seguridad en la forma de hacer efectiva nuestra vida. Cualquier gesto que haga un griego es capaz de inspirar un poema. En Grecia más hexámetros para cantar el vuelo de una mosca que para eternizar las propias gracias de Júpiter tonante. Todo es digno, magnífico: desde el retorcimiento doloroso de un cuerpo herido, hasta el arte de cultivar los campos. Un griego sabe de todo y no necesita de nadie; ya se cuidaron los poetas de su educación. Para el griego nada pierde sus contornos, todo tiene su figura, su forma y su proporción. Su ciencia es la geometría, la diosa que limita y mide. Al griego no se le ocurre dar el salto mortal que es el interesarse por lo que hay antes y después de la proporción exacta y de la forma que ciñe. Esto lo deja para algunos espíritus melancólicos y aburridos que por allí vegetan molestando con sus impertinencias y sus dudas. Si la tierra es fértil y el Sol vence siempre a las tinieblas, para qué ocuparse de cuestiones que sólo a los dioses competen.
Nota 1. Lo subrayado es mío, pero coincide con el énfasis que mi profesor ponía en el discurso.

Nota 2. Sirva este modesto “post” para expresar mi profunda admiración a mi profesor de Historia del Arte.

Encontraremos más información en 

domingo, 13 de marzo de 2016

Futuro menor

La peste (1898) Arnold Böcklin
 
Adán y Eva (1909), de Faustino Brughetti

Desde el neoclasicismo hasta la actualidad encontramos diversos estilos artísticos o movimientos literarios intrascendentes que parecen haber surgido de mentes o designios de mala traza.

Su discurso desvanecido es complaciente y muchas veces acrítico. Suele ofrecer su estética al Estado, quien se cree poseedor del significante y de la metáfora. El poder arrebata el discurso artístico.

Hemos visto cómo después de ciertos periodos de racionalidad discursiva, aparecían formas de expresión que se sustentaban sobre un lamento o que eran un sueño y nada más. ¿Qué son sino las formas del simbolismo o del pintoresquismo?

Pero cuando los sueños se utilizan como espina dorsal de un estilo artístico o literario, producen un discurso formal estólido, muchas veces bobalicón o cuanto menos efímero.

No quiero opinar qué ocurre cuando los sueños son utilizados como motor político. De esto ya saben demasiado los nacionalistas.

Todo sueño que no lleve consigo una concreción formal en el caso del arte, o una concreción de programa en el caso de la política, está condenado al fracaso.

Para reforzar los sueños, los artistas como si fueran políticos recurren al discurso exaltado y a veces a la mentira o a la arenga. Mezclan una estética pobre con una ética perversa y petrifican las ideas como si fueran estatuas monolíticas de piedra berroqueña.

Cuando el arte se pone al servicio de los regímenes totalitarios produce obras de monumentalidad granítica que acaba por cubrir unas tumbas.
La pintura y sobretodo las esculturas lo decían todo, y los artistas, aún siendo cultos, producían una obra mediocre al servicio de la propaganda Estado, producían una obra que expresaba la fealdad de la incultura.

Hemos visto la fealdad de arquitecturas como el Ministerio del Aire en Madrid, la Universidad Laboral de Gijón, el monstruoso Valle de los Caídos o la iglesia de los Ángeles de la calle Balmes de Barcelona, la obra de arquitectos como Luis de Moya, Víctor d’Ors, Rafael de Aburto, Muñoz Monasterio y otros que se movieron entre el eclecticismo y la monumentalidad.

Vistas así las cosas y la insignificancia de los sueños, cabría plantearse una forma opuesta de soñar: olvidarse de ofertas al Estado, detentar la metáfora, dejarse de sueños colectivos y de ensoñaciones particulares, soñar en sentido inverso y aprender a crear un futuro-menor.

miércoles, 9 de marzo de 2016

Moralina post-modern


Ejecutivos, expertos en ingeniería financiera, asesores económicos y otros personajes que medran al servicio del cambalache financiero, no suelen leer a los clásicos, apenas saben nada de historia y se encandilan con frasecitas como estas:

Si crees que un sistema tiene problemas puede ser que el problema resida en tu apreciación.



Si denuncias los problemas existentes en el mundo es que tú eres un inadaptado y el problema eres tú.



Cualquier problema social es una oportunidad.

Estas frases son sentencias perversas que se escuchan demasiadas veces en las aulas de las escuelas de negocios. Las repiten una y otra vez unos profesores que enseñan “Ética empresarial”.

Esto es moralina post-modern. Es una forma de enajenación y un reduccionismo adocenado que no alcanza el más mínimo nivel de reflexión y cuyo objetivo es formar  individuos acríticos preparadísimos para trabajar sin descanso al servicio de la cuenta de resultados de cualquier multinacional. Carne de cañón en la batalla librada por el neoliberalismo.
Desconfío muchísimo de aquellos profesionales que se han diplomado en carreras cuyos programas de estudios incorporan la ética con adjetivos.

No es nuevo, a lo largo de la historia ya hemos visto muchos tipos de adoctrinamiento encaminados a la anulación de todo pensamiento crítico, lo practicó la iglesia y los regímenes políticos autoritarios.

sábado, 5 de marzo de 2016

Fisuras de la razón



Instalación (2011). Sara Ramo

Estoy convencido que los sueños son fisuras de la razón.  Creo que tienen un efecto hipnótico y que en el fondo no remedian nada. Al despertar el dolor persiste.

Shakespeare en su Romeo y Julieta decía: Los sueños, esos hijos locos de una mente ociosa.

Decir que la vida es sueño y los sueños, sueños son es bonito, pero de ahí no se puede inferir que la vida sea un sueño, ya que las funciones vitales como el latido del corazón, el comer y el defecar no son sueños, ni son sueños la enfermedad o la torpeza. Las frases de algunos curas del Siglo de Oro español son auténticas majaderías que hicieron fortuna por su belleza y calaron hondo.

Sólo la Ilustración había de poner en claro las cosas. Hubo de llegar el afrancesado y descreído Francisco de Goya para escribir en uno de sus caprichos: el sueño de la razón produce monstruos.

El sueño es ficción y la literatura sobre los sueños es literatura de ficción, como lo es el ensayo teológico, lo cual no significa, sin embargo, que no sea una bella literatura y que además puede servir para pasar el rato y puede incluso ennoblecer el espíritu.

miércoles, 2 de marzo de 2016

Pesimismo y verdad en los clásicos romanos



Pintura sobre lienzo. Hans Hartung (1904-1989)

Aetas parentum, peior avis, tulit nos nequiores, mox daturos progeniem vitiosiorem. Horacio Odas, 3,6,46

(La edad de los padres, peor que la de los abuelos, nos engendró a nosotros, aún más malvados, destinados a tener una descendencia más degenerada.)

Horacio escribe muy bien, su precisión formal es la expresión de un contenido veraz. Su pesimismo es un cúmulo de verdades servidas en mesa sencilla. Sus odas son un prodigio de verdad y belleza.

Contemporáneo de Horacio, Virgilio escribía:

Sic omnia fatis in peius ruere, ac retro sublapsa referri.  
Virgilio, Georgicas 1,199

(Así, por obra de los hados, las cosas decaen hacia un estado peor, se hunden y retroceden.)

Siempre me ha parecido que Virgilio es más creativo. En sus Geórgicas nos cuenta cómo son las labores del campo y cómo es la vida del hombre. Muchos de sus hexámetros son tan pesimistas como verdaderos.

Leo los clásicos y ante tanto portento de realidad y belleza no hago más que reafirmarme en mi pesimismo. No alcanzo a comprender las actitudes esperanzadas de algunos que, con la venda en los ojos, están convencidos que aún cabe un renacimiento.

Más de un ilusionado sustenta su esperanza en la capacidad que tiene el ser humano de repetir los errores. Salir de uno y volver a caer en otro y así, de caída en caída, continuar escribiendo la historia.

Es cuestión de ir trampeando, y con el pesimismo a cuestas, reírnos un poquito y, que no hay para tanto, que los agoreros son unos atrabiliarios que hay que despachar y echarlos de la ciudad como quería hacer Platón con los poetas.