Sátiro. Benvenuto Cellini
Benvenuto Cellini mató a un Borbón y robó las joyas de un papa. Estuvo encarcelado por varios asesinatos y por calumniador. Fue acusado de sodomía y tuvo que superar diversos envenenamientos. Alguien dijo que él también fue envenenador.
Con estos antecedentes podría llegar a considerársele como un criminal activista indignado y también como un delincuente homicida común.
Su padre se empeñó en que estudiara música y nada pudo sacar de su esfuerzo, fue un mal músico que quiso ser escritor y escribió sus vivencias en un libro titulado Vida.
Bien pues, aunque Oscar Wilde diga que el libro de Cellini es de obligada lectura, una vez más voy a llevar la contraria a Wilde. Opino que se trata de un texto que carece de entendimiento, que echa por tierra la razón que sustentaba la estética renacentista y la echa presentando su experiencia como si fuera una sucesión de acontecimientos místicos. El texto está cargado de presunción y vanidad.
Pero ¡ah vanidad! ¡La vanidad de Benvenuto! Aquí nos encontramos ante uno de los más grandes artistas. Uno de esos pocos seres humanos a los que les podemos permitir la vanidad.
Su obra como escultor justifica su mala literatura. Estamos ante un gran escultor y un magnífico dibujante. Y si retomamos uno de aquellos ideales románticos de la redención del hombre por el amor y la belleza, podemos decir que la belleza redimió a Benvenuto Cellini.
!Vaya vida¡, su obra es magnifica sobre todo su Perseo de la Longietta fiorentina.
ResponderEliminarPor no hablar de museo Bargello, yo vivía casi en frente.
!UMMM que tiempos los de estudiante¡.
Saludos y gracias por recordarme dulces recuerdos.
Amigo Dapazzi, ¡Vaya vida y vaya artista! su Perseo es una de las esculturas que más me gustan
EliminarDespués de la lucha descansa el espíritu del héroe victorioso. Perseo se distancia de la sangre de la cabeza de Medusa y de las serpientes que se retuercen. Belleza del cuerpo en reposo, sólo un fruncimiento del ceño expresa la emoción contenida del héroe.
Salud
Un escultor de caracter y, dominaba muy bien las artes decorativas!
ResponderEliminarVanidad:creo más bien que era victima de grandes envidiosos.
Saludos feliz día.
Sí Bertha, un gran escultor y un orfebre exquisito.
EliminarParece que Cellini era vanidoso, pendenciero, despertaba envidias y era a su vez envidioso, un auténtico artista.
salud
No se muere del todo, cierto? Ah la belleza que sirvió para redimirlo de tantos pecados cometidos. Vida, cuán bella y cuánta es tu belleza!, que ella nos acompañe.
ResponderEliminarSalut señor Francesc.
Andri Alba.
Amiga Andri, ¡tanto tiempo sin noticias de la otra orilla del océano!
EliminarSí, Andri, un ideal romántico de redención mediante la belleza, esta diosa que se oculta y cuya mirada es terrible.
Salud
Ayyy vanidad..Mi Eclesiastés denosta de que Salomón y su tribu de escribidores no estaba equivocado...Ahhh vanidad de vanidades....
ResponderEliminarMiquel, desde el Ecleaiastés hasta la edición de La Vanguardia de hoy, las vanidades no cesan.
EliminarSalud
Sin duda, es uno de los mayores representantes del manierismo renacentista, y aunque no sabía lo del libro, tal vez sí que pudiera ser interesante desde un punto de vista histórico, si cuenta su historia en una época de grandes cambios y de complots por el poder, asesinatos y envenenamientos tan corrientes, como en la época de los césares romanos de la familia Julio-Claudia.
ResponderEliminarEl Crucifijo de la Basílica de El Escorial, es de una belleza pecaminosa.
Salud.
Amigo Carlos, este libro de Cellini es un documento de su época, ocurre, sin embargo que tiene unos tintes algo petulantes, es un relato de intrigas y aventuras que puede dar una idea de lo que ocurria en la sociedad y en el mundillo eclesiástico del siblo XVI. Escribió otro libro "Tratado de escultura y orfebrería" que está bien, un libro de oficio, intertesante.
Eliminar"El Crucifijo de la Basílica de El Escorial es de una belleza pecaminosa" sí, absolutamente sí.
Salud