lunes, 4 de abril de 2011

obtención de datos para un análisis del sistema educativo

El número ingente de imbéciles, la gran cantidad de necios, la multitud de vagos y holgazanes, la abrumadora cifra de fracasados, la turba de ociosos señoritingos, el sinnúmero de rufianes, canallas y sinvergüenzas nos pueden proporcionar datos empíricos para la elaboración de la crítica severa que nuestro sistema educativo necesita.

Para completar el banco de datos que ha de servir para el análisis del sistema educativo, deberíamos conocer el número de individuos que, terminados sus estudios y gracias a sus conocimientos quedan facultados para:
1)
Redactar noticias tendenciosas y carentes de objetividad que sólo sirven a los intereses inconfesables de los grupos de presión.
2)
Apañar expedientes para trasladar una empresa al país de las maravillas, abriendo allá y cerrando aquí y echado a la calle a todos los trabajadores de aquí para explotar a todos los de allá.
3)
Realizar programas de televisión cutres, manipuladores, infames o humillantes para entretener al personal.
4)
Diseñar aditivos químicos para que los alimentos sepan a golosina y se puedan vender más y más caros aunque sean pura bazofia.
5)
Elaborar planes urbanísticos para crear plusvalías a costa de la destrucción del paisaje y la degradación del medio natural.
6)
Proyectar edificios caros, inútiles e ineficaces que sólo sirven para complacer la vanidad del diseñador o del cliente que le hecho el encargo.
7)
Diseñar aparatejos inservibles, de tecnología punta y carísimos que han de servir para satisfacer unas necesidades que no tenemos.
8)
Redactar sentencias injustas, picar pleitos, prevaricar, intervenir ad iudicum al servicio de causas deshonrosas y defender timadores de altos vuelos.
9)
Diseñar estrategias de ingeniería financiera para la alteración del precio de las cosas, creación de burbujas especulativas, tráfico ilegal de capitales, migración de activos hacia paraísos fiscales, manipulación de cuentas y balances, etc.

En fin, llegar a conocer el número de granujas que obtuvieron el carnet.

6 comentarios:

  1. un bucólico relato de la realidad. Después de escribir todo esto no exento de razón, uno se debe quedar al menos, descansado.

    Salut.

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  2. Creo, Francesc, que la foto bien podría ser el ítem que completara el decálogo, y que vendría a ser un resumen y compendio de las otras nueve leyes. Hace muchos años, cuando creía que podía ser artista, pinté un cuadro que refleja la escena de la foto, sólo que la ambienté en un entorno puramente urbano, buitres urbanos, creo. Pero, pincelada arriba, pincelada abajo, talmente...

    Un abrazo.

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  3. Con tal inventario se cumple la ley que dice -si no recuerdo mal-: el estúpido sobrevive y el genio se extingue.No sé si las leyes evolutivas están trabajando para que la humanidad perezca en su propia tontuna.

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  4. Amic, Puigcarbó, sí quedes descansat, però és només momentani, el panorama continua així de llastimós.
    Salut

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  5. No todos, pero muchos profesionales salen así de preparados.

    Ay! Javier, ¿con qué artista, eh?. Je,je.

    Salud

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  6. Amaltea, parecen peligrosas estas leyes que nos conducen a la tontuna (palabra que me ha encantado). El arquitecto Coderch (maestro de arquitectos, pero de sospechosa ideología innombrable) decía "no son genios lo que necesitamos ahora" probablemente tenía razón, ya firmaría ahora mismo: no tener ningún genio con tal que desapareciera la estupidez.
    Salud

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