domingo, 23 de octubre de 2011

Parada no programada

Rectángulo de polen sobre pavimento pétreo.


Durante un tiempo indeterminado detengo la actividad de este blog.  No tenía programada esta parada, pero mi ocupación profesional me obliga a suspender por una temporadita la dedicación al mismo.

Espero que, pasados los fríos, con la llegada de la primavera pueda reemprender y continuar dejando en este espacio virtual mis elucubraciones sobre la vulgaridad y el materialismo.

Echaré a faltar vuestros enriquecedores comentarios. Espero, que con la llegada de la elegía primaveral, reemprendamos nuestro diálogo.



Salud

viernes, 21 de octubre de 2011

Qué es un libro de haikús



Para OMAR, poeta austral del otro lado del Atlántico.


Un libro de haukús me parece una pieza paradójica y barroca. Un conjunto de pequeños elementos simplísimos, bellos en sí, y que unidos, componen una pieza recargada.

Haciendo un símil, sería como una sortija ostentosa y rutilante, kitsch  y pomposa, formada por un engarzado de diamantes, cada uno de ellos de muy bella talla.

Literatos

Fotos: Jaume Maymó
La literatura no es, en absoluto una finalidad en sí misma, como no lo es ninguna otra forma histriónica del quehacer de hombre.

Primum vivere.

En el mejor de los casos la literatura es un método para aclarar y ordenar el pensamiento. No parece que pueda ser otra cosa.

En el mundo antiguo, los que escribían eran hombres despiertos cuya actividad estaba muy alejada de las letras, eran abogados, sacerdotes, incluso filósofos o militares; alguno de ellos practicó la esgrima con cierta habilidad, quiero decir que fue diestro en el uso del florete.

Aquellos hombres perspicaces tomaron la pluma para complacer a sus amistades o para obtener alguna reputación en su comunidad. El escribiente tenía poca confianza en que alguien le admirara por haber emborronado unas cuantas páginas. Escribía por placer, a veces puro onanismo.

Hoy, sin embargo, el hombre escribe para ser leído y la literatura se produce como finalidad.

¡Horror, la finalidad!  ¡¡Horror, hoy existe el escritor!!

Estoy convencido que el resultado del cambio ha sido infausto, luctuoso, ominoso, funesto, en fin, una calamidad y una desgracia.

Y, a pesar de toda esta calamidad, el escritor continúa escribiendo y malviviendo, pues los que viven gracias a su pluma se podrían contar con los dedos de una oreja.

En la actualidad, la literatura es un tóxico, es el veneno de la sociedad. La literatura produce infelicidad y dolor.

Excluyo cuatro o cinco versos de la Comedia de Dante Alighieri y muy poquita cosa más.

Estos textos actuales que han sido escritos con la única finalidad de ser leídos son solo una forma enajenada de la vanidad, son portentosamente cínicos, -¡Ay si me oyera el pobre Diógenes!-  son asombrosamente sensibleros, indignantemente patológicos y no contienen idea alguna, solo tristes eriales de palabras.

No quiero ofender a ningún artesano de la palabra -me perdonen las Musas-, sólo me reafirmo en mi vulgaridad y en mi materialismo pues de ellos no me puedo escapar aunque Rilke lance su mirada desde Duino, Baudelaire excave en el vacío y Rimbaud baje al infierno para insultar a la belleza.

jueves, 20 de octubre de 2011

En la barca

Imatge: Francesc Cornadó. Llibreta Negra QN60

Sentado en la barca, cerrados los ojos
y en las pupilas un disco anaranjado de sol,
sólo soy yo
si siento el tacto del vocablo
y me nutro con las palabras.

Imagino un mundo de gacelas
y el brillo de un mar distante
y el olor del mirabolano,
la Balanguera que hila
y las palabras de los antiguos.

Odiseo con vela extendida
y Dante en el séptimo cielo.



original en catalán

Assegut a la barca, ulls clucs
i a les nines un disc de sol ataronjat,
només sóc jo
si sento el palp de la paraula
i em nodreixo amb els mots.

Imagino un món de gaseles
i la lluentor d’un mar distant
i l’olor del mirabolà,
la Balanguera que fila
i el castell de l’avior
i, també, els mots dels antics.

Odisseu amb vela estesa
i Dant al setè cel.

 
del poemari
Tretze poemes de Tardor

miércoles, 19 de octubre de 2011

Arquitectura a sentimiento


Los experimentos formales en arquitectura son costosos. En la realización de una obra arquitectónica se ponen en juego una gran cantidad de recursos. Levantar un edificio requiere la intervención de técnicos de distintas disciplinas y la inversión de mucho esfuerzo y dinero. El arte de la arquitectura se acompaña de una gran complejidad técnica, su abstracción formal en tanto que compleja parece exigir una técnica de múltiples facetas enmarañadas y complejas también.

Las razones mencionadas nos deben aconsejar prudencia antes de colocar la primera piedra de una construcción.

El proyecto de un edificio no debe dejarse a manos de la arbitrariedad ni del sentimiento ya que el edificio perdura y los sentimientos se desvanecen.

Cualquier precipitación, cualquier encandilamiento repentino ante un dibujito bien presentado o el enamoramiento de un diseñador aranero o de un arquitecto  divino  pueden costarnos caros.

Las tensiones que se plantean ante la posibilidad de que la obra arquitectónica sea o no una expresión válida del arte, el alcance del significado artístico de la obra arquitectónica o la misión social del arte de la arquitectura como acto trascendente son dimensiones que la sociedad no debe dejar a merced del gusto o el sentimiento del diseñador. Con intención más o menos malévola, utilizo los vocablos  gusto y sentimiento  considerados como cualidades arbitrarias desafectas de reflexión y cálculo.

¿Nos podemos permitir una dialéctica arquitectónica que, tras plantear la muerte de la arquitectura como arte o su continuidad como lenguaje actualizado, proponga la provocación formal, la manifestación de lo trivial, la expresión abstracta o la abstracción pura?

Cuidado, una obra arquitectónica no es un lienzo que pongo aquí y que descuelgo allá, no es una performance ni un happening, no es un montaje efímero de feria y no es tampoco una escultura con pedestal.

Ante estas dificultades no quiero plantear un inmovilismo formal, solo exijo responsabilidad, cautela y no dejarse llevar por los vientos que soplan desde cualquier lenguaje artístico.

La prudencia nos aconseja, en lo que a arquitectura se refiere, al rechazo de aquellos discursos artísticos que se fundamentan en la arbitrariedad formal o sentimental del artista. Y esta misma prudencia nos recuerda que los tres principios de Vitruvio, venustas, firmitas et utilitas, esto es, belleza, solidez y utilidad; son los que deben presidir cualquier formulación arquitectónica que pretenda erigirse como modelo de evolución y progreso del lenguaje arquitectónico.

lunes, 17 de octubre de 2011

Ebriedad

Imagen: Alfons Borrell

Sólo el grosor de un cabello de doncella
separa el amor de la ebriedad.

Los vapores de licor
y el color de la rosa
humedecen el mismo llanto
y anieblan las noches de verano.

¡Vaya tormento de jugos estomacales,
qué tormento de amores y anhelos!

El amor y el alcohol
-he aquí el desagravio-
te permiten ser
imbécil impunemente.
L'amor és falç
DOBLE TALL

LOS BELLOS CUERPOS




Tan bello es Perseo por degollar a  Medusa como por la armonía de su rostro irreal. Es bello porque son bellos los rostros de piedra.

Es bello el cuerpo extrafísico de la korée del peplo y bello es el bajorrelieve de mármol de Atenea apoyándose en la lanza.

Son más bellos los cuerpos que están a extramuros de la piel, porqué en aquel jardín exterior viven nuestros anhelos petrificados por los artistas. Son los cuerpos ideales de las estatuas.

No busques más, wanderer, caminante deseoso. La belleza de Beatrice se desvanece después de haber pasado el puente. Sólo un momento brevísimo. Un movimiento fugaz como un espejismo entre las flores de primavera. La doncella pasa y se va y, este instante permanece en tu recuerdo con la solidez de una estatua de mármol.

Entre los anhelos y el deseo se sitúa la frontera de la piedra y la piel.




Del libro
El Caminante y la Urraca

domingo, 16 de octubre de 2011

Convivio. Dante Alighieri


...con ciò sia cosa che l'uomo umano in terminata possessione di terra non si quieti, ma sempre desideri gloria d'acquistare, sí como per sperienza vedemo discordie e guerre conviene surgere intra regno e regno, e per le vicinance delle case, e per le case de l'uomo; e così s'impedisce la felitade.

Convivio, IV, IV, 3. Dante Alighieri

... sucede que el hombre humano no se conforma con determinada posesión de tierra, sino que siempre desea la gloria de conquistar más, tal como por experiencia vemos que surgen entre reino y reino guerras y discordias, y por la vecindad de las casas, y por las casas del hombre; y así se impide la felicidad.

Por la posesión de un pedrusco nos tiramos pedruscos por la cabeza, este es el mal negocio que se va repitiendo a lo largo de la historia.

No puedes elegir, no puedes

El Naufraguito, núm. 89, Octubre 2011

Francisco Cruel, filósofo razonable, escribe en el último número de El Naufraguito, dice: 
no puedes elegir, no puedes.

Se debate entre dinero-placeres y patria-corazón. Entre estas categorías tan poco razonables se debate don Francisco Cruel, el filósofo razonable. Él, sin embargo, continúa:

La ingenuidad y la inexperiencia no te ayudarán. Ni la bondad ni la apariencia de niño bueno. Fracasarás

Con El Naufraguito en las manos observo el picoteo tranquilo del gorrión, se está zampando unos trocitos de patata frita que quedaron sobre las baldosas.

-Este no sufre la crisis  -pensé- parece que su lucha por la existencia es algo más plácida que para los humanos.
-Bah! Cada uno conoce sus penurias. También los animales lo tienen difícil, se comen los unos a los otros y se ven obligados a desarrollar mil ardides de camuflaje y distracción para no ser comidos.

no pueden elegir, no pueden

y aquí no es cuestión de patria ni de corazón, ni de dinero o placer.

viernes, 14 de octubre de 2011

John Hopkings

Imagen: Francesc Cornadó. Llibreta negra. QN65

A principios del siglo XVIII el crítico musical inglés John Hopkings calificó la música de Vivaldi de salvaje y desproporcionada.

No creo que Hopkings pensara realmente que la música del veneciano fuera salvaje y desproporcionada yo creo que en el fondo sentía una gran admiración por Antonio Vivaldi y Hopkings, como intelectual genuino de la cultura inglesa, hablaba en términos exagerados y efectistas.

En el universo anglosajón todo parece reducirse a un espectáculo, para los críticos ingleses las manifestaciones verbales deben impactar. Entre los ingleses es difícil encontrar expresiones artísticas que no estén concebidas o no se hayan realizado pensando en la espectacularidad, incluso en obras tan introvertidas como los Sonetos de John Done puedemos encontrar bastantes dosis de exhibición.

Añado a esto el hecho de que Hopkings pertenece a una cultura con grandes carencias musicales. Alguien ha dicho que Inglaterra es el país sin música. Coincido, parece que Purcell se lo comió todo y ya no dejó nada en la sopera.

Allí donde el aliento
























Fotógrafo: Pasquier
Allí donde el aliento

Está solo en el escenario
sin ningún instrumento.

Se pone la mano en el pecho
allí donde nace el aliento
y donde se apaga.

No son las manos que cantan,
ni tampoco el pecho.

Canta lo que está callado.

Adam Zagajewski

jueves, 13 de octubre de 2011

Memez y notoriedad


Lo malo no es que tengamos que pagarlas, lo malo es que, después del dispendio, nos vemos obligados a soportar estas arquitecturas de autor que proliferan por nuestras ciudades. Son hitos y señas de modernidad que las instituciones nos imponen.

El poder político o las grandes corporaciones se empeñan en manifestar su dominio y así, dejan su impronta en forma de arquitectura maja y monumental. Para ello encargan a un arquitecto de campanillas el proyecto de un edificio que, en muchas ocasiones, no se sabe muy bien para qué se utilizará. Ahí está el ejemplo de muchos museos que después de ser construidos, trabajo cuesta llenarlos; de algunos aeropuertos que después de su inauguración ya no sirven para nada o grandes exposiciones cuyos pabellones se edifican dando ejemplo de modernidad arquitectónica y luego quedan vacíos, degradándose al cabo de poco tiempo de ser construidos. La mayor eficacia de estos tristes ejemplos de arquitectura es haber servido de objetivo fotográfico el día de su inauguración.

Como resultado de tanta expresión de poder político o económico, nuestras ciudades se llenan de objetos arquitectónicos caros, insostenibles, ridículos y ostentosos que pagamos entre todos, ya sea en forma de impuestos o con las cuotas que nos cobran las compañías suministradoras de agua, de energía o de telefonía.

En las fachadas de estas arquitecturas insostenibles se reconocen políticos y administradores de multinacionales también insostenibles.

Esta arquitectura opulenta es la muestra del afán de notoriedad de su autor y la expresión del poderío político o económico de sus promotores.

Simétricamente a la expresión del poder de los políticos o los jefazos que promueven las obras, corre la vanidad del arquitecto que proyecta unos edificios estrambóticos, originales, raros y, sobre todo, que quedan bonitos en la foto.

Para llegar a estos resultados, el arquitecto, durante sus insomnios, cual si de un dios menor se tratara, dibuja a sentimiento sobre el papel o en su pantalla de plasma, unos polígonos irregulares, unas estructuras delirantes o unas fachadas caprichosas y se estruja el cerebro para llegar ha hacer algo que no haya hecho antes otro demiurgo. Así, pues, para satisfacer las vanidades y anhelos o la gloria fugaz de uno de aquellos gurús, nos vemos obligados a soportar inútiles memeces histriónicas que por su situación en la ciudad, más que por su forma, calificamos de edificio.

martes, 11 de octubre de 2011

Lágrimas artificiales

Aumenta el consumo de lágrimas artificiales,

sí, cada día hay más personas que utilizan este producto oftalmológico que se vende en farmacias y que sirve para “hidratar” los ojos.

domingo, 9 de octubre de 2011

La poesía romántica

Me lo habéis pintado de color de rosa,
poetas románticos,
del color de las entrañas deshechas
de una rata despachurrada.

El amor envía mensajes equívocos,
espesa las brumas, niebla el magín
y deja señales en la cara de los amantes:

arroyos de lágrimas,
espinillas de punta negra,
erupciones purulentas,
acné.

Detrás del arpa polvorienta,
que permanece aún en el rincón,
hay sólo las manifestaciones
de la vibración incontrolada
de las feromonas.


Traducido del catalán

sábado, 8 de octubre de 2011

Nada de esto es romántico


Dirigir bien el timón y disponer los remos de la poesía.

Airear el sustrato que forman las hojas podridas.

Dejar que sobre el estrato duro de la poesía se apoyen los cimientos del arte.

Disponer el verso según el sentido de cada COSA.

Dejar que la poesía allane el camino, que aligere el equipaje y el paso de los días.

Dejar que la poesía marque el ritmo y el momento humano, que nos indique el tono de la civilidad.

Desatender los cantos melifluos de las sirenas.

Atravesar con la poesía el estrecho fatídico entre Escila y Caribdis. Con la poesía llegaremos a Ítaca, pasados arrecifes y escollos

Nada de esto es romántico, no se atemoriza, ni se aoja con la oscuridad de la noche.

viernes, 7 de octubre de 2011

Obscuro

Lucio Fontana. Concetto spaziale, Attese, 1959


Aullidos de lobo hacen más obscura
la noche de plata. Se oyen de lejos
alaridos de lechuzas y búhos
que ocultan la luz de la Vía Láctea.

Al atardecer, cuando el tiempo traga
la densidad de la luz del crepúsculo,
el caminante en la ruta de octubre,
ante el muro altísimo, detuvo su andar.

Se desvanece el alba de noviembre
y sobre el musgo húmedo caen los sillares,
los deseos y el recuerdo alado.

El muro en ruinas nada oculta ya,
las sombras del otro lado son ahora
el faro encendido de los crisantemos.

jueves, 6 de octubre de 2011

Pan con tomate

Pa amb tomaquet
imagen: Anna Moreno
http://lasbuenasmigas.blogspot.com

El viaje a la Provenza siempre es un placer. Volver a aquellas costas, las vistas del mar azulísimo y el aire plácido de unas tierras que inflaman los sentidos. En las verdes laderas del litoral, donde el aire no pesa, la naturaleza es amable y dibuja un paisaje que recuerda los versos de Josep Maria de Sagarra y los de mi admirado Leopardi.

Pero nunca la felicidad es completa. Te viene el hambre, te cansas o tienes ganas de estirar las piernas. Iba por la autopista, me entró apetito y, antes de llegar a la frontera de Francia, me detuve en una estación de servicio a comer un bocado.

Al ver como preparaban los bocadillos de pan con tomate pensé en la pérdida de la calidad de las cosas y en la malevolencia del género humano. Reflexioné sobre la vergüenza de la historia, sobre la iniquidad del hombre y sobre el mal estructural. Cavilé sobre la decadencia de los pueblos. Medité sobre el final de las civilizaciones, se me erizó la piel por un momento y me entraron unos escalofríos estomacales inquietantes. Me pregunté de qué sirvieron las luchas entre griegos y troyanos. Creí que de nada sirvieron los consejos de Horacio, que la medida y el orden no son nada y que nunca volverán los paraísos perdidos.

¿Por qué caer en tanta reflexión ante un bocadillo? -Me he recriminado a mí mismo, pero el caso es que no podía comer y callar.

En la estación de servicio de la autopista, la pérdida de calidad era total. Ponían un montón de tomates, sin lavar, dentro de una palangana de plástico de color azul eléctrico y los trituraban con una batidora hasta reducirlos a una pasta roja de poca viscosidad formada por semillas y pieles desgarradas. La camarera preparaba los bocadillos mojando un pincel en la pasta de la palangana y lo pasaba por las rebanadas de pan, ponía un chorrito de aceite, una pizca de sal y lo servía en una bandeja de poliestireno sin la más mínima vergüenza.

Execrable. Sin duda, una forma de hacer bocadillos ideada por algún ejecutivo de esos que diseñan los procedimientos de producción para hacer más rentable la empresa.

Pienso que el ahorro de tiempo, la falta de interés por los detalles y la falta total de sensibilidad han acabado con todo aquello que nos puede hacer felices.

Ya no volveremos a ser felices. No.

Manjares sencillos y exquisitos se pueden ir al traste ante un atentado de “eficacia controlada”.
Se van al garete por la acción de un energúmeno que sólo persigue engordar la cuenta de resultados de la multinacional.

¿Qué será de manjares tan sencillos y exquisitos como el bacalao al pil-pil si ahorramos la mano de obra que precisa su elaboración? Este plato que guisado con cariño es una razón para vivir, puede convertirse, si se maltrata con desidia, en una bazofia que sólo estimule las ganas de morir. Y aquel tiempo impagable que se invierte moviendo la cazuela de barro y viendo como la gelatina de la piel del bacalao reviste de oro viejo cada penca de bacalao, podrá ser el tiempo de espera en capilla.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Cosas del idioma

Imagen. Francesc Cornadó. Llibreta Negra. QN26

Cospe.
...........Cada uno de los cortes de hacha o azuela que se hacen a trechos en una pieza gruesa de madera, para facilitar su desbaste.

Cuando se quiere romper un tronco o se quiere acometer un derribo de una construcción de madera pueden practicarse una serie de cortes para ir desbastando la estructura. Cada uno de estos cortes recibe el nombre de cospe. Un conjunto de cospes es un cospedal y sirve para talar un viejo roble que tantos años costó que creciera, o para derribar una obra humana hecha con el esfuerzo y el sacrifico colectivo. Con un cospedal se puede derribar un árbol, un edificio y hasta una sociedad entera, sobre todo si se trata de la sociedad del bienestar.

1937

Joan Miró. Natura morta del sabatot (fragmento) 1937

No fueron los zapatos de dolor, sino las botas con lustre las que desfilaron acompasadas.
Los padres de los párvulos anduvieron descalzos, sus madres lloraron y un silencio invadió la escuela y allí permaneció durante un invierno muy largo.

Nota:
La Fundació Joan Miró inaugura la exposición MIRÓ, LA ESCALERA DE LA EVASIÓN, que permanecerá abierta desde el 16 de octubre de 2010 hasta el 18 de marzo de 2012.

SOFIA GUBAIDULINA

He escuchado con mucha atención el Offertorium y la Pasión según San Juan de la compositora rusa Sofía Gubaidulina. He disfrutado con las dos obras. Las volveré a escuchar para captar más matices y su contenido más profundo. De momento sólo puedo hablar de una aprehensión estética fugaz.

Me ha gustado mucho más la Pasión. Entre las dos obras he notado esa diferencia que se manifiesta entre aquello que se componía hace veinte años y las últimas obras de los músicos contemporáneos, esto es el retorno a la melodía, que en el caso de la Pasión está muy depurada, y que se encuentra influenciada por la atonalidad del siglo XX.

La atonalidad caracterizaba la estética vanguardista, comprometida y formalmente revolucionaria que surgió con el Movimiento Moderno. Pasados muchos decenios, hoy valoro el esfuerzo de compositores como Gubaidulina, que, sin renunciar a la atonalidad, componen una música limpia, clarísima y que se presenta con una corrección madura y llena de contenidos.

No me puedo sustraer de mi actividad profesional y pienso que la reflexión sobre los valores de las vanguardias tiene un paralelo con lo que está pasando en el mundo arquitectónico.

Los experimentos atonales que se produjeron en la segunda mitad del siglo pasado los asocio a un racionalismo creativo que pretendía cambiar el mundo.

¿Era ideológico? Pues sí.

Parecía que a algunos autores sólo les interesaba la ruptura de las leyes de la armonía, sin detenerse en la reflexión estética o ética.

En mayo del 68 y con el pensamiento de Marcuse se cuestionaron las ideologías, entonces surgió el debate artístico. Se cuestionaron los lenguajes artísticos, también la atonalidad. ¿Hacia dónde debían encaminar sus composiciones los buenos músicos? Y aún, cuando cae el muro de Berlín y se deshace la URSS, ¿qué sentido tiene mantener un racionalismo atonal?

Ora tutto è perdutto, dicen mis amigos de Recanati

Ahora debemos luchar con más fuerza. Los artistas lo tienen difícil, tienen que ser muy, muy buenos para vislumbrar una salida airosa.

Escuchando la Pasión de Gubaidulina he confiado en la visión amplia y premonitoria de los artistas, en su creatividad.

No sé cuando se compuso el Offertorium, seguramente es un poco anterior a 1980. Veo que tiene la tensión de una obra que está en la frontera de lo tonal, quiero decir que la ruptura de la melodía se consigue asumiendo la gran potencia la atonalidad. Como aquel que habla un lenguaje anacrónico, en el mejor sentido de la palabra, y que sufre porque cree que el discurso formal no se corresponde con la realidad ideológica, pero que sin embargo, se configura como una plenitud estética total.

Propongo a mis amigos una reflexión. Una cuestión:

¿Creéis que para llegar a la Pasión de Gubaidulina podemos trazar la línea continua (brevemente y a grandes rasgos) que expongo a continuación?

1)
Iste Confessor
Domenico Scarlatti

2)
Requiem, S.B660
“cantato secondo l’usanza venetiana”
Banedetto Marcello

3)
Pasión según Mateo
J.S. Bach

4)
La obra para órgano
Max Reger

5)
Liturgia de San Juan Crisóstomo
P.I. Tchaikovsky

6)
Weihnachtsoratorium
Friederich Nietzsche

7)
Lux Aeterna
G. Ligeti

8)
Credo
K. Penderecki

y finalmente
Pasión según San Juan
Sofia Gubaidulina

lunes, 3 de octubre de 2011

Dos gallos en un gallinero



Aquí, para vivir en santa calma,
o sobra la materia o sobra el alma.



José Ignacio Javier Oriol Encarnación de Espronceda y Delgado

domingo, 2 de octubre de 2011

Ad libitum

La Laguna de Venecia.
JM. Whistler. 1880

Hago del paisaje la autobiografía
que va desde el cielo de octubre
hasta la mesa puesta con mantel de lino.

Los jilgueros imitan las notas de Litz
y bajo los olivos se deshace la sombra
en un marco de sandalias.

Las huellas dibujan en la tierra abundante
un bodegón de curtidos
como xilografías impresas
en papel azul de Venecia,
que enmarcadas exponen
en todos los museos del mundo.

Las profecías de las montañas
ya fueron pintadas muchos años ha,
en el lienzo de los manieristas,
sabios que miraban de reojo
el ombligo brillante de las amas.

Las cumbres, los riscos y los matorrales
son un calco de feldespato que reluce
bajo los rayos del sol, incendiando
los dorados góticos de las arquetas repujadas
que jamás custodiaron nada.

Las cumbres, los riscos y los matorrales
se han alineado dentro del juicio
en un orden perfecto que replica
las perspectivas inciertas del trecento.

El paisaje es el retrato novel
de frescos y retablos,
y la naturaleza, toda, es una acción teatral
como los cantos de las jóvenes de Mísia,
de las cariátides y los capiteles compuestos,
los poemas perdidos en el mar del Dodecaneso
y de las melodías entonadas a boca cerrada
en un decorado que se extiende
bajo un lucernario vidriado.

Y así las cosas,
¡aún subía el sabio a lo alto
del campanario a contemplar
los campos de amapolas!

Eran la alternativa al rojo exacto de Tiziano
y de los verdes de Lorenzo Lotto,
que el pensamiento conserva fundidos en la razón
y se extendían entre los meandros.