miércoles, 31 de enero de 2024

Baciyelmo

 

Don Quijote con el Baciyelmo (1916). Yakovlev Shalyapin


Pasa el tiempo y nos hacemos viejos. Aprendemos a relativizar, ya no nos importa demasiado si lo que vemos es una palangana o una corona, o como decía Cervantes, bacía de barbero o yelmo de Mambrino.


Aunque apreciamos las buenas maneras, no nos importan las apariencias y al final deducimos nuestra propia teoría de la relatividad: "nada es verdad y nada es mentira, todo es del color del cristal con que se mira".


Ocurre, sin embargo, que el cristal está roto y vemos un mundo fragmentado.


El escéptico que está columpiándose en el cuerno de la luna me pregunta quién ha roto el cristal y me inquiere si he sido yo el autor del estropicio.

lunes, 29 de enero de 2024

Hipocresía tibia

 Miquel Villà, ‘Collegats’, La Pobla de Segur, 1978.


Cada vicio y cada virtud tiene su correspondiente gradación. Hay grandes vicios y grandes virtudes; cuando son grandes los censuramos, nos repugnan. Cuando el vicio y la virtud son pequeñitos los toleramos e incluso, en muchas ocasiones, los aplaudimos.

Esto ocurre con la hipocresía. Hay una hipocresía tibia que nos ayuda a vivir mejor.

No podemos ir con la verdad por delante, se necesita una cierta dosis de hipocresía para convivir.

Las buenas maneras se fundan casi siempre en la hipocresía tibia. No podemos decirle al vecino que nos encontramos en el ascensor:

tú tienes cara de memo y cada vez estás más gordo, pareces una vaca-burra.

Se lo diríamos de buena gana, pero nunca le diremos una verdad como esta. Si nos callamos parecemos unos antipáticos, si le decimos que hace muy buena cara y que cada vez está más joven, entonces todo es más amable.

Tampoco le diríamos a un tenor que cuando canta, su aliento huele a ajo. ¿Para qué?, el pestazo a ajo semi-digerido no es una sustancia musical ni lírica. Con nuestra verdad, podríamos arruinar su carrera. Pobre tenor ya no cantaría el “dúo de la africana”.

Si vamos con la verdad por delante, los primeros en sufrirlo seremos nosotros mismos, pero también lo sufren los demás.

Sin embargo, algunos –virtuosos ellos–  creen que no hay que ser hipócrita. No se contienen y sueltan cualquier exabrupto convencidos de que su verdad es la que vale.

No me refiero aquí a las mentiras piadosas ni al lenguaje políticamente correcto, estas cuestiones son de otro costal. La mentira piadosa puede servir para consolar y dar esperanza y ánimo al enfermo y el lenguaje políticamente correcto sirve para engañar o para suplir una carencia de ideas.

La hipocresía tibia favorece la concordia y no busca otra cosa que vivir en paz y tranquilidad.


sábado, 27 de enero de 2024

Proporción cordobesa

 



Decimos que

cada tierra tiene su guerra

y haciendo una analogía podríamos decir que

cada civilización tiene su proporción.

 

En la civilización cristiana de occidente hemos utilizado la proporción áurea, heredada de tiempos clásicos y continuamos usándola. La encontramos en el Partenón, en la estatuaria griega, en el Renacimiento y los otros estilos que le siguieron. Está en la naturaleza y en las artes y en todo aquello que apreciamos como bello.  Hay quien dice que también la podemos hallar en varias estelas de Babilonia y Asiria, pero no está demostrado y yo particularmente no me lo creo.

No voy a explicar cómo se deduce y en qué consiste la proporción áurea, llamada también número de oro, divina proporción o segmento áureo, hay muchos textos que lo explican muy bien, yo sólo diré que tal proporción es un número irracional de infinitos decimales, ahí van algunos:          1,61803398874989484820458683…

En nuestra civilización se utiliza la proporción áurea y las formas fundamentales del círculo, el rectángulo y el pentágono.


No es así en la civilización árabe que heredó las formas y proporciones de la cultura mesopotámica donde se utilizaban las formas básicas del cuadrado y el octógono y la proporción que ahora llamamos “proporción cordobesa”. Fue denominada así por el arquitecto Rafael de La-Hoz Arderius, quien, después de muchas mediciones y análisis de la arquitectura árabe, en especial de la Mezquita de Córdoba y de la Alhambra de Granada, concluyó que existía una proporción que se iba repitiendo, cuya razón entre las partes y el todo era de 1,306562964876…  que también es un número irracional de infinitos decimales. 


Encontramos la proporción cordobesa en el trazado de jardines persas, en estelas mortuorias, en la arquitectura califal y nazarí, en la ornamentación árabe y mozárabe, etc.

En esto de las proporciones siempre vamos con números irracionales infinitos -no me gustaría establecer un parangón con el comportamiento de las civilizaciones, no y no, me resisto a decir que las civilizaciones sean infinitamente irracionales.

jueves, 25 de enero de 2024

Escribir sobre lo cotidiano

Pieter Brueghel d.Ä., Der Bauerntanz (1568)


El buen escritor es un meteorópata, le afecta la meteorología. Expresa su visión de la realidad y las sensaciones que éstas le producen. Siente frío cuando hace frío, que es tan obvio como la belleza fría de los mármoles griegos; disfruta del placer de comerse un plato de macarrones alla Pentelleria que son obvios y tangibles como la lluvia que moja las hojas de las acacias.

Expresar las sensaciones táctiles, el sabor de la comida y los guisos bien elaborados, la belleza que pasa, el espectáculo natural del amanecer o del ocaso. 

Todas estas sensaciones han producido la mejor literatura que hemos conocido. Ahí están Horacio, Homero, Virgilio, Dante, Petrarca, Leopardi, Machado, Pla… que escribieron sobre lo tangible, sobre el amor y lo natural.

¿Cómo se puede escribir sobre otras cosas que no sean obvias o naturales? ¿Acaso puede construirse una literatura serena, bella y humana sobre las ciencias brujas o la psicología de salón o sobre la política cotidiana?

miércoles, 24 de enero de 2024

La bicha de Balazote

 

He dibujado muchos modelos de esculturas clásicas utilizando diversas técnicas (carboncillo, lápiz de grafito o cretas, tinta, aguadas, etc.), es una disciplina que ayuda a mirar y a pensar.

Otra cosa es cuando el modelo ha sido alguna pieza arqueológica (esculturitas, cerámicas, piezas de orfebrería, etc.) entonces la mirada cambia, todo es más pequeño, el detalle, aunque sea de una pieza tosca, es muy importante, el dibujo tiene que ser de trazo más corto y el pensamiento muy largo.

Esto me ocurrió cuando dibuje la bicha de Balazote, ¡qué importante fue aquella experiencia! 

Creo que todos los jóvenes, además de practicar ballet, aprender latín, escuchar polifonía clásica y leer los clásicos de la filosofía o la literatura, deberían dibujar la bicha de Balazote.

Sin estos conocimientos y prácticas se anda muy mal por la vida.

martes, 23 de enero de 2024

Isla


 Casa en Dangast (La casa blanca). 1908. Erich Heckel 



A menudo, cuando me canso de tanta noticia disparatada y de la información errada e insustancial que me ofrecen los medios, me entran unas ganas locas de utilizar un lenguaje críptico. Quiero ser hermético para que ningún espíritu fantasmagórico se interponga y me incordie.

Pretendo dar la amplitud justa al enunciado y comenzar la travesía hacia una isla galante donde no me alcancen los puñales, pero hoy -¡maldita sea!- todo es un islario controlado. Kant aseguraba que la razón es una isla rodeada por un mar de tinieblas.

El hartazgo es una provocación.

Hay diferencias entre autoexcluirse y ser excluido. Las cruces de la cancelación tienen los brazos muy largos. Las sombras son largas y continúan pegadas a nuestros pies. Caminamos por senderos que discurren entre pitas y flores silvestres.

La frivolidad es un protocolo de últimas instancias.

sábado, 20 de enero de 2024

Influencias en el románico catalán


Sant Pau del Camp

 

 

El románico catalán recibió influencias moriscas que resultan incómodas a muchos admiradores de este estilo arquitectónico.


Sin embargo, la evidencia de las influencias moriscas, persas o asturianas son evidentes. Las encontramos en elementos como: arcos lobulados de origen persa, archivoltas polilobuladas, elementos procedentes de Tag-è-Kesra o arcadas de Kasr-Touba que ya desde el siglo IX aparecen en la arquitectura musulmana de al-Ándalus o en el pre-románico asturiano y algo más tarde se trasladan al románico catalán.


También existen ejemplos de estas influencias moriscas en edificios tan notables como el claustro de Sant Pau del Camp, de planta cuadrada, donde no hallamos los arcos de medio punto, característicos del románico, sino unas composiciones lobuladas con modulación horizontal de manera que los lóbulos parecen avanzar unos sobre otros. Encontramos aquí elementos nuevos que no habíamos visto en la arquitectura vernácula: ábacos decorados con molduras en zigzag, decoración vegetal, capiteles con hojas de acanto, bordones y canaladuras en la cara interior de los arcos, etc.

 

No son de extrañar las ricas influencias provenzales o moriscas. Históricamente corren tiempos de Ramon Berenguer III casado con doña Dolça de Provença que extiende sus dominios desde la desembocadura del Ebro hasta Niza; tiempos de Ramon Berenguer IV que expande su territorio hasta los reinos moros. Son tiempos de luchas y de pactos. Durante este periodo fue muy intensa la influencia francesa y morisca en Cataluña.

 

Las influencias foráneas fueron finiquitando la tosquedad del arte románico catalán, tan absorto con sus piedras rudimentarias, tan ensimismado en su ruralidad y hoy tan apreciado por un público que ama lo rural y siente como genuino aquello que no es más que un conjunto de préstamos formales.

Arte de la provocación. Acción subordinada

 
Günter Brus


La provocación en el arte es una actitud subordinada.


La acción del artista provocador sólo adquiere sentido cuando irrita al espectador. El artista se convierte en un subalterno y su arte pierde autonomía estética. Su creación se sustenta en el estímulo fanfarrón, en la incitación agresiva, en la ofensa casi siempre gratuita exenta de toda sustancia estética.

El arte de la provocación está más cerca del espectáculo brabucón que de la reflexión formal. No sirve para nada, ni siquiera para provocar, pues su hostigamiento, contemplado con inteligencia, no es más que una frivolidad pueril o un entretenimiento en tiempos de ostentación.

La virulencia provocativa que encontramos en el caso del Wiener Aktionsgruppe con artistas como Günter Brus, Hermann Nitsch, Otto Muehl, y Rudolph Schwarkogler, presentan unas performances dramáticas y revulsivas con un gran contenido de violencia y crítica política En sus acciones utilizan sangre, animales muertos, excrementos, mutilaciones y sacrificios, provocando situaciones de rechazo por parte del espectador y llegando a situaciones límite donde se cuestiona el sentido de la creación “artística” y la consideración de si el arte es espectáculo, es provocación o es una artimaña para hostigar o, en último término, enajenar. A las acciones de los Wiener Aktionsgruppe añadamos otras provocaciones de “arte extremo” como, por ejemplo, Zhu Yu que presentó una performance en la que se comía un supuesto feto humano que previamente había sido cocinado. O los experimentos químicos de plastinación o endurecimiento de cadáveres humanos que realiza Von Hagens.
                        

¿Sirve para algo todo esto?

No creo que toda esta provocación sea siquiera algo revolucionario. Considero que es más revolucionaria la lectura de Madame Bovary de Flaubert o la audición de La Consagración de la Primavera de Stravinski que el espectáculo de un masoquista que se clava un clavo en la mano delante de un público embobado.

jueves, 18 de enero de 2024

Desconfianzas

 

Autorretrato con trompa (1938). Max Beckmann


Confiar en el mundo, en algunas cosas del mundo o en lo que hacen algunos en el mundo es como la música de Wagner que, con los años, uno se la va cuestionando.

Creo que hay que cuestionarlo todo: la eficacia de la virtud, el color rosadito de los angelotes, las emociones exaltadas o el arte de la provocación.

Pongo en cuarentena las noticias o mensajes que nos lanzan desde los medios de comunicación, los partes meteorológicos y también, evidentemente, los discursos y comportamientos de los que se dedican a la cosa pública.

Naturalmente que hay comportamientos humanos que apreciamos, como la amistad y los logros de la tecnología que consiguen que las cosas nos resulten más cómodas, pienso en la calefacción, la cesárea y el saneamiento urbano.

También creo en el amor filiar y me gusta la estatuaria griega, la música de Bach y la poesía de Dante.

Creo que lo razonable es la capacidad de relativizar, el escepticismo sereno, pero no tanto el pesimismo –no confundir escepticismo con pesimismo.

Yo soy un descreído total, nunca he tenido ningún contacto con lo religioso, ni por la familia ni por la educación, ningún colegio religioso, ningún contacto con los curas y en mi casa nunca se habló de creencias de ningún tipo. Dudo y dudábamos.

Practico la duda sistemática y, por el hecho de ponerlo todo en cuestión, tiendo a desconfiar, pero, sin embargo, algunas veces me veo obligado a confiar, sobre todo cuando hay un contrato firmado ante notario.

martes, 16 de enero de 2024

Arte deteriorado - Diálogo Online


Diálogo "on line"  sobre "Arte deteriorado" con el escritor Álvaro Colomer

domingo, 14 de enero de 2024

Heinrich Schütz


En marzo de 2023 prometí a mi amigo Daniel (Correcaminos) que pondría en este blog un texto sobre Heinrich Schütz. Ahí va Daniel: 


Heinrich Schütz viajó a Venecia en 1609, en su cabeza tenía un único deseo, la exégesis musical de la palabra de la Biblia. En la ciudad de los canales tuvo la fortuna de encontrarse con Giovanni Rovetta, maestro en San Marcos que había compuesto varias colecciones de motetes, madrigales y salmos. Sin duda, aquellas músicas y el reflejo de los palacios en las aguas de la “laguna” le hicieron comprender que hay polifonías diversas que se mueven con las aguas.


En Venecia, Schütz amplió estudios con Giovanni Gabrieli y publicó “Il primo libro dei Madrigali”.


Estoy por asegurar que Heinrich Schütz (1585-1672) es el más importante de los compositores anteriores a Bach. Su obra es el enlace entre el Renacimiento y el Barroco. Adaptó el estilo concertante del coral italiano al espíritu musical alemán. Sus oratorios de Navidad y sus cuatro Pasiones a capella pueden considerarse los mejores precedentes musicales de Bach.


Me gustan muy especialmente sus Psalmen Davids en estilo veneciano para voces e instrumentos a 2-4 coros. Encuentro en ellos la luz quieta de la laguna, el equilibrio, la mesura renacentista y el orden polifónico de las armonías del coral luterano.