jueves, 3 de marzo de 2011
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Naturalmente, Rafael, una mirada hacia adelante supone una cierta dosis de esperanza. Si confiamos demasiado pecaremos de ingenuidad. lo de la fe es otra cosa es algo que solo sirve para admitir sin decir ni pio, es algo que inhibe la capacidad de crítica y nos conduce a la superstición.
ResponderEliminarSalud
Pero sólo porque no somos capaces de interpretar correctamente el vuelo de las aves...
ResponderEliminarUn abrazo.
Interpretar las aves, cosa difícil Javier. El vuelo nocturno de la lechuza, la astuta urraca, el buitre carroñero, los pájaros de mal agüero o el cándido ruiseñor, o quizás el humilde gorrión que nada tiene que ver con el cuervo que ataca directamente a los ojos.
ResponderEliminarSalud
Apunta hacia atrás, pero su sombra se proyecta siempre en el presente. Incluso, algunas veces, vuela al futuro.
ResponderEliminarTienes razón Amaltea, lo que ocurre es que la sombra se proyecta en la dirección contraria de donde viene la luz.
ResponderEliminarSalud