La crítica de arte romántica esforzada en encontrar razones transcendentes en la obra de los artistas, sean estos racionales, exaltados, violentos o herméticos, dioniosíacos o apolíneos, ha querido hallar éxtasis donde había reflexión callada y donde había mesura quería ver unción.
Los críticos de arte románticos intentaron interpretar misteriosos arcanos en los lenguajes más prudentes del arte. Vieron las obras del Quattrocento plagadas de enajenación mística, de exaltación y arrebato.
Il Beato Angelico no se libró de la interpretación romántica. La obra de Fra Angelico, fue calificada de mística por los críticos románticos. Se dijo que sus tablas y frescos eran visiones celestiales, puro éxtasis conventual. No, nada más lejos del arrebatamiento.
La obra de Giovanni da Fiesole conocido como Il Beato Angelico es didáctica, no es mística. Fra Angelico era de la Orden de los Predicadores y como predicador se dedicó a difundir el Dogma con su pintura.
Si bien es verdad que la totalidad de la obra de Fra Angelico es de carácter religioso, su arte utiliza, sin embargo, el lenguaje de la razón. Cierto que su programa artístico estuvo inspirado por los elevados principios doctrinales y estuvo dirigido a la predicación, pero Fra Angelico trabajó con el empirismo y el rigor de la perspectiva. Advirtió del peligro de la secularización del arte pero no se enfrentó a las corrientes culturales que la propiciaban.
La obra de Fra Angélico no tiene ningún dramatismo, es mesurada. Tiene el precepto, la cordura y gravedad rigurosa del Renacimiento, diría incluso que llega a advertirse un cierto indicio de paganismo, véase sino el Descendimiento de la cruz para Santa Trinitá (1440) o del fresco de San Silvestre recibe los bienes de la Iglesia (1447)
Los críticos de arte románticos intentaron interpretar misteriosos arcanos en los lenguajes más prudentes del arte. Vieron las obras del Quattrocento plagadas de enajenación mística, de exaltación y arrebato.
Il Beato Angelico no se libró de la interpretación romántica. La obra de Fra Angelico, fue calificada de mística por los críticos románticos. Se dijo que sus tablas y frescos eran visiones celestiales, puro éxtasis conventual. No, nada más lejos del arrebatamiento.
La obra de Giovanni da Fiesole conocido como Il Beato Angelico es didáctica, no es mística. Fra Angelico era de la Orden de los Predicadores y como predicador se dedicó a difundir el Dogma con su pintura.
Si bien es verdad que la totalidad de la obra de Fra Angelico es de carácter religioso, su arte utiliza, sin embargo, el lenguaje de la razón. Cierto que su programa artístico estuvo inspirado por los elevados principios doctrinales y estuvo dirigido a la predicación, pero Fra Angelico trabajó con el empirismo y el rigor de la perspectiva. Advirtió del peligro de la secularización del arte pero no se enfrentó a las corrientes culturales que la propiciaban.
La obra de Fra Angélico no tiene ningún dramatismo, es mesurada. Tiene el precepto, la cordura y gravedad rigurosa del Renacimiento, diría incluso que llega a advertirse un cierto indicio de paganismo, véase sino el Descendimiento de la cruz para Santa Trinitá (1440) o del fresco de San Silvestre recibe los bienes de la Iglesia (1447)
Interesante lo que dices sobre crítica de arte romántica y el ejemplo de la pintura de Fra Angélico,aunque mi opinión - que es poco o nada cualificada- está más por la cosa sensorial, como una música en la que cuando disfrutas con un fragmento determinado, no te preguntas qué significa, gozas, captas la mirada del músico, pintor o la parte que te "toca" la sensibilidad. Claro, dirás que para la música es aplicable pero para las artes figurativas o cualquier otras, no. Pues yo me quedo con la idea de que el asunto del artista es un pretexto para expresar lo que lleva dentro, luego que los críticos endilguen lo que les plazca porque como decía Schumann: cuando llegará el día en que no nos pregunten qué queremos decir con nuestra obra.
ResponderEliminarSaludos y perdona la brevedad...
Naturalmente, Amaltea, no hay que preguntar qué quiere decir la obra de arte, no hay que preguntar por el contenido. Yo me refiero al lenguaje formal, el contenido estético; cuando digo que Fra Angelico trabaja con el empirismo o con el rigor de la perspectiva me refiero siempre a la forma, no al significado literario, no al asunto. Es el caso de Joan Miró ¿cómo vamos a preguntar por el contenido? No, lo suyo, y en todo el arte moderno especialmente, es la expresión formal, lo único que importa es la expresión de la forma en sí.
ResponderEliminarMuchas gracias, Amaltea, por tu comentario. Coincido contigo absolutamente en que debemos captar la obra de arte con nuestra sensibilidad.
Salud
Francesc Cornadó
El tiempo pasará, y seguiremos preguntando
ResponderEliminarcuál es el contenido de la rosa.
(pero es mi sangre ya, la que espera brotar desde tus impacientes espinas)
Amigo Abraham, la rosa contiene olor y color. Con el tiempo se marchita, pierde el color y el olor.
ResponderEliminarSalud