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No le quepa la menor duda...
ResponderEliminarNo, Miquel, no que queda ninguna duda y lo digo con la boca tan abierta como la de que se ve en la imagen, la del jardín de Bomarzo.
Eliminarfascinante!
ResponderEliminarConcepto-aparte, estimada amiga Náufraga, es fascinante ver estas bocas tan negras, amenazantes, y dentro de ellas no podemos encontrar nada más que el infortunio.
EliminarSalud Maeva
falten els pares.....
ResponderEliminarSí, Puigcarbó, tens raó, falten els pares, ells són els millors educadors, el que pasa és que jo havia posat només aquells que cobren per a educar.
EliminarSalut
Un señor deforme sólo puede soñar monstruos. No es fácil escapar de Bomarzo. Haría falta la guía de la iluminadora razón. Aunque sospecho que, si no aprender a escuchar también al corazón, no haremos gran cosa. Abrazos.
ResponderEliminarCreo haber interpretado que "si no aprender a escuchar también 'la razón', no haremos gran cosa.
EliminarYa sabemos que el sueño de la razón produce monstruos.
Salud Salomé
En realidad era "sin aprender a escuchar también al corazón...". Los equilibrios son siempre tan importantes... Y tan complicados de alcanzar, claro. Abrazos.
EliminarSí, querida, hay que escuchar al corazón, a mí, sin embargo, me vienen siempre más sonidos del exterior, es que soy materialista y vulgar, pero reconozco que el corazón tendrá sus razones.
EliminarSalud
Esta idea tuya no es muy afortunada. Porque si tú no eres tan buen maestro como el infortunio, está claro que esta idea no está del todo bien transmitida; y será de alguna otra forma. Por tu infortunio entonces, querido Francesc, he de llamarte: "Maestro".
ResponderEliminarLos filósofos sois maestros en dar la vuelta a la reflexión aunque ésta salga de la boca oscura de un monstruo omnisciente.
EliminarSalud
Bomarzo ¡qué fantástico lugar!
ResponderEliminarQuítale el in, también en el jardín misterioso hay lugar para los sueños afortunados. Y a veces se cumplen.
El duque Pier Francesco Orsini, el "cínico e intrigante" anduvo bajo la sombra de los monstruos del jardín y hubo de sufrir el infortunio de su cuerpo contrahecho.
EliminarSalud
Se podría decir mas bien, desmaestros, desprofesores, despedagogos, despsicopedagogos, descatedráticos...porque mas que educar, deseducan..
ResponderEliminarQue bien tenerte por aquí!!
Un fuerte abrazo
Tati, el infortunio corrige y mejora a todos estos que citas.
EliminarSalud