Gian Lorenzo Bernini
Éxtasis de Santa Teresa
Bernini fue un gran
artista, un escultor, arquitecto y pintor de notable talento. El joven Gian
Lorenzo evolucionó desde el manierismo que había aprendido de su padre hasta un
barroco depurado.
Gracias al rigor que
exige la práctica de la arquitectura, su arte fue más acrisolado que el de los
maestros barrocos que le habían precedido, Caravaggio, Carracci o Rubens que, con su magnífica y delicuescente expresión de
cartón, habían abierto la senda del barroco más mórbido y sensual.
Gian Lorenzo Bernini
sufrió los efectos colaterales del Concilio de Trento. En efecto, con el
martillo de la Contrarreforma y con el cincel de hierro del dogma destruyó, a
golpes de mazo, el orden riguroso del arte del Renacimiento -de Brunelleschi, de
Botticelli, de Rafael, de Miguel Ángel.
Los artistas florentinos amigos
de Ficino, buscaban la sustancia espiritual dentro de la materia, esculpían
mármoles, arrancaban lo que sobraba del bloque marmóreo para dejar el alma al
descubierto.
Bernini quiso superar la
idea neoplatónica y para ello se agenció de mallos jesuíticos y, con el escoplo
de la Contrarreforma, acometió a trancazos contra las piedras y retorció
columnas convirtiendo un orden compuesto en un fuste salomónico. Exageró la
retórica, los ropajes y las filigranas y con todo este material, atenuando la
expresión, dispuso bajo unos rayos de oro un Éxtasis de Santa Teresa que es una muestra de exudación sensiblera.
muy bien e ilustrativo
ResponderEliminarsaludos amigo
Omar. Celebro que te haya gustado,
Eliminarsalud
En efecto a mí también se me hace, formalmente, un poco rebuscado. Y eso que tengo la fortuna de haberme sentido tocada en muchas ocasiones por cuanto de divino, creo, flota a nuestro alrededor si sabemos dónde ir a buscarlo y estamos preparados para recibirlo sin prejuicios. Yo, notoriamente "creyente a mi manera", claro está, lo llamo de otra forma. Pero quizá lo más importante no sean siempre las definiciones. Abrazos.
ResponderEliminarAmiga Salomé, a mi me parece que Bernini queria petrificar el misticismo.
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Me sigue gustando ¡¡¡ salut
ResponderEliminarAmigo Miquel, ¿te imaginas encontrarte una escultura como esta en uno de tus paseos por el "tot Barcelona"? ¿Y si te la encuentras junto a un reloj de sol? Te pegas un susto espantoso. Lo digo por la monumentalidad.
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Sí, sí, sensiblera, hay que verla con esos ojos en blanco y medio desvanecida para percatarse de que Bernini le dio al escoplo con mucha pasión verdadera.
ResponderEliminarPor cierto, en la iglesia, que está muy cerca de la Estación Termini, los carmelitas tienen una trastienda que venden todo tipo de pócimas para levantar el ánimo, eso dicen; son botellitas oscuras con una etiqueta escrita a mano. Compré una pero no me atreví a probarla por si me quedaba pasmada.
Sí, Amaltea, hay que poner los ojos en blanco, por cierto a lo mejor la pócima de los carmelitas produce este efecto, te deja los ojos en blanco. Yo jamás me tomaría una pócima carmelitana, igual es una mezcla de absenta con Red Bull y pimienta.
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Es uno de mis escultores preferidos, esta obra es impresionante,está casi a la altura de su Longinos.
ResponderEliminarDapazzi, Bernini es muy buen escultor pero a mí me gusta más como arquitecto. Los ropajes de Longinos me parecen mejor compuestos que los del Éxtasis.
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