imagen Andy Goldsworthy
La
nómina de los pobladores
de las
islas Galantes,
las
lejanas,
no
incluye mirlos ni gorriones,
ni
nubes, ni calderones demasiado grandes,
tampoco
la partitura perversa,
la que
se refleja en el espejo,
incluye
reptiles iniciados
en el
arte de la petulancia.
El
censo lo ha realizado el carpintero,
aquel
que construyó
el dado
de las cien caras.
Acabada
la lista,
este
fue el resultado:
-
claves de sol: treinta y ocho mil cien,
- gotas
de sudor: once mil trescientas,
-
tresillos y puntillos, todo en suma,
ciento
noventa y cinco mil,
orinales
de oro, no hay ninguno,
tampoco
carniceros ni monaguillos.
Contabilizaron
setenta y nueve mil
maestros
de Gaya Ciencia
y
ochenta y una mil
mujeres
ilusionadas.
Los
niños no han tenido que aguardar
a que
el mundo se arreglara
para
ser buenos muchachos,
se comportan
bien dentro de un saco
y en el
fondo de la quilma oscura
recitan
un soneto y entonan sextinas
En
conjunto una población
que no
obedece las leyes de Malthus.
y en qué quedamos:
ResponderEliminarnada de ficción, me supo a real a tangible
salut amic
Amigo Omar la línea que separa la ficción de la realidad es muy difusa.
EliminarSalud
Ha venido ud muy fuerte...deme un respiro. salut
ResponderEliminarMiquel respiremos, que la primavera trae nuevos aires.
EliminarGracias, Francesc, por su comentario.Su blog, muy original y atractivo.
ResponderEliminarUn gran abrazo,
Antonio, visito a menudo su blog, en el encuentro creatividad. Un saludo
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