Virtus combusta . (1490) Andrea Mantegna
Pasad y veréis. En el gran corralillo del mundo, en el valle quejumbroso que se extiende por todos los confines de este circo global, encontrareis a la mujer obesa coronada, sentada sobre una esfera que, timón en mano, pretende dirigir el rumbo caprichoso de la fortuna.
Delante de las sombras hallaremos la Alegoría de la Humanidad, la mujer obesa coronada, sometida al imperio de la ignorancia. A sus pies se encuentran sendas esfinges de tres patas cada una y un ánfora que contiene dinero.
La Ignorancia humana es aconsejada por la Avaricia, esa vieja enjuta de senos caídos y orejas puntiagudas y por la Ingratitud que lleva sus ojos vendados.
En el valle sombrío de oriente arden en una pequeña hoguera las ramas de laurel, símbolos de la Virtud y el Mérito. La virtud en llamas -Virtus Combusta-
En el occidente de la noche, una mujer desnuda es guiada por su destino, que no es otro que el Error, este ser con orejas de burro que la toma de su mano izquierda. Tocando la flauta les anima un sátiro lascivo de pies palmeados y alas de murciélago, es la Lujuria. Tras de ellos, el Fraude con la cabeza cubierta con un harapo y un perro atado a una correa parece empujarles. Les empuja hacia el pozo profundo que se abre a sus pies. Quizás la profundidad del foso nos conduce al Averno.
¿Encontraremos la Virtud abandonada en medio de espinas y ruinas o tan solo hallaremos las cenizas de la Virtus Combusta?
Delante de las sombras hallaremos la Alegoría de la Humanidad, la mujer obesa coronada, sometida al imperio de la ignorancia. A sus pies se encuentran sendas esfinges de tres patas cada una y un ánfora que contiene dinero.
La Ignorancia humana es aconsejada por la Avaricia, esa vieja enjuta de senos caídos y orejas puntiagudas y por la Ingratitud que lleva sus ojos vendados.
En el valle sombrío de oriente arden en una pequeña hoguera las ramas de laurel, símbolos de la Virtud y el Mérito. La virtud en llamas -Virtus Combusta-
En el occidente de la noche, una mujer desnuda es guiada por su destino, que no es otro que el Error, este ser con orejas de burro que la toma de su mano izquierda. Tocando la flauta les anima un sátiro lascivo de pies palmeados y alas de murciélago, es la Lujuria. Tras de ellos, el Fraude con la cabeza cubierta con un harapo y un perro atado a una correa parece empujarles. Les empuja hacia el pozo profundo que se abre a sus pies. Quizás la profundidad del foso nos conduce al Averno.
¿Encontraremos la Virtud abandonada en medio de espinas y ruinas o tan solo hallaremos las cenizas de la Virtus Combusta?
Hace rato estamos en el averno. Aquí ardemos como hojitas de laurel.
ResponderEliminarMe ha encantado muchíiiiiisimo. Necesitaba vuestro blog monsieur.
Un abrazo y gracias por su exquisito blog.
Andri amiga, lo del averno por el calor. Lo del laurel como corona de triunfo y sabiduría.
ResponderEliminarGracias por tu comentario.
Salud
está usted hablando del Parlament?
ResponderEliminarhttp://youtu.be/5iAgZ4M3JxQ
ResponderEliminarhttp://youtu.be/NLMUZojfg7s
Son preciosos, los conocerá, pero de todas manera se los dejo aquí.
Un abrazo y buen domingo.
:)))
Ai! Amic Puigcarbó, el poder de la metàfora.
ResponderEliminarNo, jo no parlo dels parlamentaris, què més voldien ells. Jo parlo d'Andrea Mantegna, un dels millors artistes del Renaixement.
¡Dèu me'n lliuri de parlar del parlament!
Salut
jajajajajaja...el Sr PUIGCARBÓ ya le pasa como a mí...Ve políticos por todas partes....¡¡que bueno ¡¡Salut. Exquisito blog, por cierto
ResponderEliminarAmigo Miquel y también amic Puigcarbó, no hay que obsesionarse con monigotes, ni con peleles, ni con espatapájaros, que no vale la pena, que sólo quieren llamar la atención, montar espectáculos y vaciarnos los bolsillos, giremos nuestra mirada hacia otras figuras que son mucho más interesantes, aquellos producen el mal, el dolor y la guerra, estas producen la belleza.
ResponderEliminarSalud
Impresionante Mantegna, sí señor, e igual llevamos cinco siglos y medio entre estos consejeros... Para mí que más de cinco siglos y medio. Abrazos.
ResponderEliminarSí, amigo Sir John, Mantegna fue un gran artista, impresionante, tuvo la capacidad de retratar a estos consejeros funestos que nos vienen acompañando desde que la cebolla nos hace llorar, pero ellos todavía nos hacen llorar más.
ResponderEliminarSalud