De vuelta tras el paréntesis del calor, retomo el blog.
Detuve mi actividad bloguera a mediados de julio cuando llevaba escritos exactamente 500 posts.
Ahora vuelvo con ansia para comunicarme con mis amigos; para leer los blogs que sigo.
Tal como anuncié, regreso con un cargamento de piedras duras* que iré soltando en forma de reflexiones repletas de materialismo y de vulgaridad como siempre, pues materialista y vulgar soy.
Con mi admiración por los clásicos escribiré lo que me vaya pasando por el magín, evitando escribir u opinar sobre religión y sobre política que tanto la una como la otra sirven para que los vecinos nos tiremos pedruscos por la cabeza. Tampoco escribiré ni comentaré nada sobre fútbol, que no vale la pena, que esto son dos días, que está muy mal la cosa y que luego pasa lo que pasa. Religión, política y fútbol son fuentes de discordia.
Sobre las creencias de cada cual no voy a inferir, pues en religión nadie tiene la verdad absoluta y en caso de tenerla no sirve para nada, en todo caso, y como la historia nos ha demostrado, la religión ha servido para que unos tiren piedras a la cabeza de otros, para que unos monten su negocio a costa de los que creen y rezan, y también a costa de los que no quieren rezar ni creer.
A sabiendas de que la política es una decepción, una indignación, un juego indecente de corrupción y bajeza moral, una miseria, un circo de histriones, demagogos, pendencieros y charlatanes cuya opacidad mental les faculta para el ejercicio de la acción pública, no opinaré nada sobre política, pues otros mejor que yo expresaran la lógica indignación que sentimos. Ya nos lo advirtió el poeta:
una de las dos españas ha de helarte el corazón
y a fe de temperaturas, ¡menudo panorama tan helado nos espera!
No hablaré de deportes, que algo tienen de malo pues el poder los fomenta, ni mucho menos de futbol por miedo a que me metan el dedo en el ojo. Directivos y deportistas se pegan y cobran un dineral escandaloso que, en estos tiempos de crisis económica, clama al cielo.
No, amigos, ahora vuelvo con nuevas piedras duras, con mis reflexiones sobre el drama del hombre, sobre la razón, sobre la belleza, el arte y la poesía, que lo demás es indigno.
* Piedra dura: canto berroqueño, piedra difícil de tallar, pedrusco para ser lanzado, piedra preciosa...
Bueno, Francesc, vista tu honrosa declaración de intenciones, creo que nos esperan días de meditación y reflexión.
ResponderEliminarUn abrazo.
Francesc me alegra mucho volver a leerte aquí y más saber la apaciguadora indiferencia hacia lo que no hablarás, que lleva a la guerra que siento en verdad nos corta las entrañas.. y en tus poemas con ese orgulloso dolor, sueña.
ResponderEliminarEsperándolos, salud y un abrazo.
*más que apaciguadora, cortante indiferencia...
ResponderEliminarContenta de me quedo con la depuración...si uno va a elegir piedras, que sean las buenas, que de las malas no vale la pena levantar un edificio tan lindo como el que ha construido con 500 posts.
ResponderEliminarUn abrazo fuerte y bienvenido sea usted a vuestra casa señor Francesc, será un gusto venir a leerle. :)
Retomas el blog y tus lectores te lo agradecemos.
ResponderEliminarQue no falten nunca esas "piedras duras".
Un fuerte abrazo, amigo Francesc Cornadó.
Javier, nos queda una temporadita por delante para reflexiones y goce de la belleza.
ResponderEliminarSalud
Concepto-aparte, con el verso y la metáfora nos acercaremos al drama humano. La poesía nos conducirá al tuétano de la indiferencia que se oculta tras los discursos de evidencia que nos sueltan los idiotas del poder.
ResponderEliminarSalud
Andri, vamos a utilizar mampostería ordinaria para levantar edificios. Firmitas, utilitas, venustas.
ResponderEliminarSalud
Higinio, alegre de volver con mis amigos, siempre con el cargamento de piedras serenas.
ResponderEliminarSalud
Estimado Francesc, un post con buen pensamiento crítico; suponemos que en otoño la situación será parecida.
ResponderEliminarNada que temer a esos guijarros que traes en la mano ya que los inteligentes saben evitar confrontaciones.
Espero tus emociones y juicios en esta encrucijada.
Un abrazo.
vaig deixar un comentari, pero no es devia gravar. Deia que cel·lebrava la teva tornada i que les pedres em recordàven els quadres de Pitxot.
ResponderEliminarQuerida Loli, al pie del cañon otra vez. No, en manos dce un arquitecto los guijaros deben convertirse en argamasa u hormigón para levantar edificios, los pedruscos para la construcción de mampostería ordinaria, los granitos, mármoles, basaltos, todo, todo al servicio de la construcción.
ResponderEliminarSalud
Amic Puigcarbó, no va quedar gravat el teu comentari, jo sé, però que sempre estàs aquí. Celebro la reentrada.
ResponderEliminarSalud