Aquello parecía un viaje iniciático al reino del romanticismo, pasamos por Sulz, Hinterbrühl, Klausenleopoldsdof y al atardecer llegamos a Heiligen Kreuz.
Después del quinteto La Trucha de Schubert, otra vez, otra reflexión estética. ¿Por qué provocan tanta reflexión estos sauces? ¿Por qué todo es tan grave? ¿Es que estos germanos no pueden sentir placer sin pensar tanto?
Pues bien, aquí, en Heilingen Kreuz, visitamos un monasterio cisterciense, con una iglesia cuya fachada tiene unas asimetrías poco marcadas, parecen más bien un error de composición que una voluntad arquitectónica. La observé con recelo, pero, a pesar de la inquietante distorsión geométrica, me gustó la proporción y las líneas austeras del edificio.
Yo tengo en la cabeza arquitecturas renacentistas que no permiten locuras compositivas.
Entonces, Günter me presentó un monje cisterciense que nos contó la historia del monasterio, quien después de oír mi comentario sobre la composición de la fachada, me expuso las razones de su asimetría. Con unas palabras cultísimas y con alegría sacramental me dijo que la simetría es una cualidad de naturaleza divina y que el hombre, como ser imperfecto que es, no puede hacer uso de ella.
Ciertamente aquí todo pesa demasiado, tendremos que volver a la luz de nuestro mar, en la terraza del Bel.Air y, mirando el mar luminoso, volver a tomarnos un Dry Martini.
Hola Francesc, yo te acompañaría con una Ginebra volcada (con hielo), y aunque no entiendo de arquitectura me hubiera llamado la atención -si buscando formas perfectas- hallo formas que se escurren de mi intención.
ResponderEliminarPorque cuando observamos la belleza de una montaña, no buscamos el detalle de simetría, pero cuando observamos fachadas, edificios, etc. si y por costumbre.
Un saludo amigo!
Amigo Enletrasarte, en mi caso concreto no puedo mirar un edificio del mismo modo que miro una montaña, el primero es una creación humana y la segunda es un elemento inculto.
ResponderEliminarSalud
El hormigón romano de la ciudad antigua corta el ocaso dramático...Salud
ResponderEliminarPues yo me tomaré un Campari mientras hago las maletas y releo algunas de tus entradas. Hasta pronto, un abrazo.
ResponderEliminar"La simetria divina..." És curiós, m'has fet pensar en la composició. Quan dibuixo, en algun moment del procés, hi ha algun element (objecte, cos, o simplement una línea, un punt, una taca,...) que desorganitza una aparent simetria que cerco de manera involuntària (el que cerco, però, no és una simetria perfecta, sinó aquella mena de simetria imperfecta que dóna al conjunt l'aparent perfecció (o quasi). Cerco la perfecció i en la seva recerca em perdo en jardins on hi creixen exultants les herbes... cosa que fa més perfecte el conjunt de les visions plàstiques que porto dins.
ResponderEliminarCom sempre, continuo gaudint dels teus escrits... tot i que, de tant en tant, em quedo en silenci.
M.Pilar Martínez H.
Amiga M. Pilar Martínez, agraeixo el teu comentari i admiro la teva finor en la cerca de la perfecció.
ResponderEliminarJo també et vaig llegint.
Salut