I
Este año no ha florecido la adelfa
y, sin las flores,
en el aire han quedado
suspendidas
las canciones de amor
y las barcas han desplegado
las velas.
II
El almendro ha dejado
sobre los terrones
un tapiz de pureza.
Suspiro de amor.
Una exhalación conocida
por la estrechez de los frutos.
viernes, 17 de junio de 2011
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Qué dejo nostalgioso deja eso de las naves izando sus velas, justo cuando ni nardos ni adelfas florecen.
ResponderEliminarY ese viejo almendro de flores blanquivioláceas se precipita sobre la tierra, pureza estrecha de un suspiro de amor.
Oh, perdón, es que es inspirador, un saludo grande amigo, desde la costa de oro.
Molt lograt, em recorda Rilke
ResponderEliminarEnletrasarte, el paso de los equinoccios y la eterna lucha por la provisión de los alimentos.
ResponderEliminarSalud
Puigcarbó, agraixo el teu comentari. Són traduccions al castellá de poemes que pertanyen al meu llibre DOBLE TALL
ResponderEliminarSalut
qué conmoción de plegar velas. otro paraíso perdido.
ResponderEliminarel amor suspira en el vacío de los que partieron?
otra partida... hay que coger aire.
muy hermoso y profundo amigo francesc,
abrazos
Francesc, si no tuviera almendros diría que me gustan las adelfas pero los míos, con ramilletes de flores despiertas en febrero los destrozan las escarchas, sin embargo como en la vida misma, engañosas son las flores vistosas y fragantes de las adelfas que esconden veneno mortal.
ResponderEliminarSaludos y buen domingo
Estimada Loli, está muy bien esto de conservar los almendros, sus flores son preciosas. Yo tenía dos adelfas en mi jardín pero al nacer nuestra hija las arranqué, mi padre me dijo que las flores y las hojas de la adelfa son venenosas y tampoco se trataba de poner en peligro la vida de nadie por más bellas que sean las flores.
ResponderEliminarSalud
Amigo Kynikos, es el eterno giro de la rueda del tiempo: florecer, marchitarse y dejar en el aire los aromas suspendidos. Y así el constante flujo y reflujo del mar, mientras a nosotros nos toca la lucha continua por la estrechez de los frutos.
ResponderEliminarEnviaré los reflejos de los espejos por el éter de las ondas.
Salud
Me gustaron estos versos:
ResponderEliminarEl almendro
ha dejado sobre los terrones
un tapiz de pureza
suspiro de amor.
Saludos.
María, agradezco mucho tu comentario y celebro que te hayan gustado los versos. Al final, sin embargo, un suspiro manifiesto por la estrechez de los frutos.
ResponderEliminarSalud