Condenados al desequilibrio
sobre esta balanza con dos platos
cargados y con un fiel de paradoja
habitamos.
En los arrecifes se deshace
la perfección del Dodecaneso
como una sábana de aguas blancas
envolventes.
Se deshace el rayo del soneto,
también las irreales omegas
y los enigmas de las vocales.
Todas ellas.
Somos herederos de los claros
de luna y de los acantilados
y con el silencio restauramos
la razón,
el fracaso de paredes blancas,
las falsas y torpes perspectivas,
la belleza del amor perdido
y el engaño.
Como el hombre aquel que se rebela
bajo las esferas de Dalmacia,
donde nunca vivió ningún ángel,
aprendimos
a asaltar los palacios de invierno
y jardines ficticios de otoño
a golpes de cordura invertida;
a mazazos.
viernes, 3 de junio de 2011
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Perfecto ejemplo de imágenes contundentes, no menos que la hermosa foto que has elegido.
ResponderEliminarFoto manipulada, querida Amaltea, un sol con una mancha de color hemorragia, un sol que se esconde.
ResponderEliminarSalud
Y lo contemplo desde el monte Orjen y todo se ve como tu dices, a toda cordura invertida.
ResponderEliminarBuena aventura sobre la brisa de tus letras, recorro presente y pasado cuan un ave de paso.
Un abrazo para ti
Amigo Enletrasarte, desde el monte y desde el castillo de Duino donde estuvo Rilke.
ResponderEliminarSalud