En 1770 por pequeñas etapas, primero en Lyon (8 de junio), después en Dijon (10 de junio), siguen Montbard y Auxerre y vuelve finalmente a París donde da lectura el 24 de junio de
Las Confesiones.
En la última página de su libro Jean-Jacques Rousseau escribe:
He dicho la verdad. Si alguien sabe cosas contrarias a lo que acabo de exponer, aunque fuesen mil veces probadas, sabe mentiras e imposturas, y si rehúsa profundizarlas y ponerlas en claro conmigo, mientras estoy vivo, no ama la justicia ni la verdad. Por mi parte lo declaro orgullosamente y sin temor: quienquiera que, aun sin haber leído mis obras, examine por sus propios ojos mis sentimientos, mi carácter, mis costumbres, mis inclinaciones, mis placeres y mis hábitos, pueda creerme un malvado, es un hombre digno de la horca.
Leído esto todos callaron.
Con estas palabras también se ha construido Europa.
o sigui, amb el cul
ResponderEliminarAmic Francesc Puigcarbó, no n'hi ni un pam de net.
ResponderEliminarsalut
Decía un amigo;
ResponderEliminar'presumen los que pueden'
Razón tenía.
Un abrazo
Sí, Enletrasarte "presumen los que pueden" y también muchos que no pueden, que no tienen de que presumir, y otros muchos se lo creen.
ResponderEliminarSalud