No hay ninguna razón secreta.
La belleza de Simonetta es explícita, las variaciones Goldberg cuadran en armonía, Brunelleschi fue áureo y Bramante tuvo que llegar a la vejez para aborrecer el trampantojo.
No hay ninguna razón secreta, la profundidad está en la piel.
Beatrice se desvanece después de pasar el puente y el recuerdo perdura.
No hay ninguna razón secreta, va de arriba a abajo sin ladearse, es la vertical que apunta a la estrella danzante.
La belleza de Simonetta es explícita, las variaciones Goldberg cuadran en armonía, Brunelleschi fue áureo y Bramante tuvo que llegar a la vejez para aborrecer el trampantojo.
No hay ninguna razón secreta, la profundidad está en la piel.
Beatrice se desvanece después de pasar el puente y el recuerdo perdura.
No hay ninguna razón secreta, va de arriba a abajo sin ladearse, es la vertical que apunta a la estrella danzante.
La mujer, el luchador, la efigie y la princesa -tal vez no erre en mi apreciación- son la prueba fehaciente de que la belleza existe.
ResponderEliminar'La profundidad está en la piel' diría un amigo mío.
Saludos afectuosos
No hay razones secretas,
ResponderEliminarni pasiones indiscretas;
sólo terribles miradas
equivocadas.
Sí, amigo Enletrasarte, Josep Pla ya dijo que lo más profundo que tiene el ser humano es la piel, se lo comenté a un amigo mío un doctor dermatólogo y me dijo que en la piel también estaba el negocio.
ResponderEliminarSalud
Abraham, el objeto de la mirada puede ser también terrible, un caos.
ResponderEliminarSalud
En la piel hay mucha profundidad, de lo contrario nadie podría vivir debajo de ella.
ResponderEliminarSaludos.
Angel Negro Blanco, te doy la bienvenida como seguidor@ de mi blog. Agradezco tu comentario, en efecto bajo la piel nos guarecemos.
ResponderEliminarSalud