Las hojas brotan de nuevo
en los robles de siempre,
habrá de pasar el solsticio
en los robles de siempre,
habrá de pasar el solsticio
para que la elegía otoñal
pinte otra vez de ocre el
follaje;
los gusanos y los hongos
desharán la corteza
con incansable afán
y todo tendrá que cambiar
y todo tendrá que cambiar
para que encinas y tilos dibujen
de nuevo el paisaje conocido.
La floresta es siempre la misma.
Nada cambia, sólo la mirada
que atisba entre las ramas:
un futuro que se acorta
y deja atrás un pasado
que poco a poco se alarga.
El tiempo no yace en el bosque,
los días viven en la memoria
y el paso de las estaciones
sólo dejará un calco de hojas.
La floresta es siempre la misma.
Nada cambia, sólo la mirada
que atisba entre las ramas:
un futuro que se acorta
y deja atrás un pasado
que poco a poco se alarga.
El tiempo no yace en el bosque,
los días viven en la memoria
y el paso de las estaciones
sólo dejará un calco de hojas.
Bello poema de final rotundo con la motivación aparente de un paisaje de estilizados árboles que enmarca una reflexión sobre el paso del tiempo al más puro estilo machadiano/ juanramoniano. De nuevo, la poesía, la pintura y la reflexión filosófica personal se dan la mano.
ResponderEliminarUn saludo.
Gracias Cayetano, celebro que te haya gustado. El tiempo pasa y el paisaje siempre se repite.
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repasar la natural gesta de la vida en nuestro derredor, es una poesía...que tantos incautos poetas olvidan de escribir, pero ¿ves? mi querido amigo que fácil el verso, que dúctil la estrofa, que música el poema
ResponderEliminarobservar es acariciar con el alma lo que la vida nos pone a nuestra merced
un abrazo, grande
Amigo Omar, se trata de ir viendo el ciclo de las estaciones, siempre igual, incesantemente.
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klimt, al natural gana muchisimo, los catalogos no suelen hacer justicia a su obra. Increible como es capaz de utilizar elementos metalicos en su obra, supongo que como los bizantinos.
ResponderEliminarEs uno de mis favoritos.
Saludos.
Amic Dapazzi, en efecto al natural, Klimt, gana mucho, he tenido la ocasión de contemplarlo un par de veces, en general cualquier reproducción desmerece. En cuanto a Klimt te diré que me sabe mal, el lamentable uso sensiblero que se hace de su obra. He tenido ciertos reparos en ponerlo en este post.
EliminarSalud
Me encantó paisaje y poema…qué de reflexiones nos dejas, Francesc. Has combinado tiempo y espacio…la materia y lo etéreo. Poema redondo. Precioso!!!
ResponderEliminarDejo mi despedida en mi último post, si deseas pásate por ahí. Gracias por compartir y hasta otro re encuentro en la red, algún día.
Abrazos querido amigo.
Gracias Ceciely por tu comentario, por este y por todos los que me has ido ofreciendo. Celebro mucho que te haya gustado el poema y lamento que te despidas, siempre te he leído con mucho interés, ahora mismo voy a tu blog. Y a la espera cel reencuentro.
EliminarUn abrazo
Qué bien elegido ese Klimt para tu poema, parece el paisaje de las emociones, y cada árbol la palabra melancólica que no divide el pasado y el futuro, sino que lo une en el conocimiento de un continuo renacer de la vida.
ResponderEliminarUn abrazo
Querida Amaltea, me ha costado mucho decidirme por esta imagen. Los solsticios pasan pero el paisaje se conserva en nuestra mente, por lo menos, como una tipología.
EliminarSalud
Vaya, mi memoria empieza a ver el follaje sepultado por la nieve.
ResponderEliminarSalud-os
Amigo Amando, son imágenes grabadas en la memoria.
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