Disco de Festo (lado A)
siglo XIV a.C.
He
estado observando durante unos minutos unas fotografías que realicé hace unos
años en el palacio de Cnosos en Creta y miraba también una reproducción en
bronce del disco de Festo que adquirí como recuerdo de mi viaje por aquella
isla.
Ante las
piezas arqueológicas siempre intento establecer cronologías, procuro situarlas
en el tiempo y ver cuánta distancia hay entre una época y otra y, mientras me
llevo alguna sorpresa, disfruto con la belleza de muchas manifestaciones del
arte arcaico.
Ciertamente
siento una gran fascinación por las obras que han permanecido después de tantos
siglos y que han sido admiradas por tantas generaciones.
La
historia y el drama humano están grabados en los mármoles y en los bronces arqueológicos
y ahora se nos presentan ante nosotros en forma de estatuilla o de una pieza de
orfebrería.
Me
pregunto dónde empieza la arqueología.
¿Es una
cuestión de siglos?
¿O se
trata, sin embargo, de una manifestación humana que fue y que ahora ya no es
posible que se produzca pues han cambiado las condiciones ambientales o
sociales que la permitieron?
Si es
una cuestión del paso de los siglos, deberemos establecer dónde cortamos. ¿Podemos
hablar de arqueología industrial? ¿Es lícito llamar restos arqueológicos a los
sillares de edificios del siglo XVIII encontrados bajo las obras de
rehabilitación de un mercado?
Si se
trata de la desaparición de las condiciones ambientales o sociales que
permitieron una determinada obra humana y que ahora ya no volverán, dejad que
me retire a un rincón a contemplar la cultura europea como una pieza de
arqueología.
Europa, aquella
que fue la vieja Europa de Beethoven, de Tiziano, de Dante o de Rilke; murió y
el pensamiento europeo, con toda su cultura, se convirtió en pieza de arqueología
para ser expuesta en el museo de los nuevos poderosos, o simplemente la hicieron añicos para tirada al vertedero, pues no creo que los nuevos ricos
gasten demasiado dinero en construir museos.
No te falta razón. Normalmente se consideran como tales los restos materiales de la Prehistoria y de la Edad Antigua. No sé por qué motivo, a partir de ahí no se suele hablar de restos arqueológicos. Por otra parte, la fiebre de datar y clasificar convierte con frecuencia a los arqueólogos, según denominación de un antiguo - y por lo tanto, también una pieza arqueológica- profesor mío, en "cacharrólogos".
ResponderEliminarUn saludo.
Amigo Cayetano, yo siempre había entendido como arqueología aquella disciplina que trataba las culturas de la Prehistoria, creo que esta es la forma tradicional de acotación de los periodos, pero ahora me encuentro que se va considerando como resto arqueológico incluso algunas viejas naves industriales que son calificadas de "arqueología industrial" o incluso me he encontrado con tener que atender a un equipo de arqueólogos municipales que venían a inspeccionar una cimentanción que estaba construyendo para ver si encontraban restos de "antiguas" edificaciones de antes de la guerra. Un disparate. Pero ahora lo que me preocupa es el pase de la cultura europea a resto arqueológico.
EliminarSalud
Por mi parte no veo inconveniente con denominar arqueología a todo aquel estudio de restos que ya tengan una cierta pátina, incluidas fábricas abandonadas de escasamente un siglo, por ejemplo. Sabido es que la terminología suele tener más de literaria que de científica, pero no hay que olvidar que lo que consagra la arqueología son sobre todo sus métodos de investigación que, hoy día, gracias al avance científico y tecnológico, resulta más cuidadosa, detallada y precisa para conocer no solo cuanto se encuentra sino cómo se interpreta. Hay varias disciplinas en torno a este ámbito de investigación que, convenientemente coordinadas, permiten ver con más claridad el pasado (y siempre será una aproximación y tendrá mucho de reconstrucción inexacta) De cualquier modo, siempre hubo interés en descubrir e interpretar restos de otros tiempos, incluso en la Antigüedad la hubo. Lo que ocurre es que solo se consideraba mayormente el objeto hallado, lo cual dio lugar al coleccionismo. Basar el conocimiento solo en determinados objetos de especial belleza no conducía necesariamente a conocer el tiempo histórico, las formas de vida, los comportamientos humanos, etc.
ResponderEliminar¿Es Europa un resto arqueológico? ¿Esa es la pregunta? Yo te respondería con otra: ¿Hubo alguna vez una tal Europa? Porque lo que veo es un abanico de formas de organización social y política que aún continúan modificándose y tratando de adaptarse a las circunstancias cambiantes. Europa es aquella señora que fue secuestrada por un toro, creo. Ya ves, acabo remitiéndome a la mitología. También a los deseos, pues si Europa es un nombre y un conjunto desigual cuya trayectoria histórica se atrae y se repele por mor de su constitución en ciudades-estados, territorios feudales y nobles, reinos, naciones, etc. no cabe duda de que tenemos pendiente su materialización en otra cosa que merezca un nombre común pero con una base social más sólida, con unos principios y fines más compartidos. No sé si es entrar ya en terrenos de Utopía más que de Europa, pero en pocos años lo vamos a ver. O se repiten las dos tristes grandes experiencias sangrientas o se consolida una visión en que predominen las respuestas a los que pueblan el continente y no tanto a los mercados.
Ya ves, nos debatimos ambos, sospecho, entre el idealismo por lo que nos gustaría y el pesimismo por lo que no parece fácil de alcanzar. Y no obstante llamaremos a esto, con todas sus lacras, desigualdades, miserias, divisiones, etc. Europa. Pero en fin, han caído tantos imperios, unos consolidados y otros en ciernes, que todo es posible.
Te recomiendo a Jundt, lo mejor de lo mejor en interpretación de nuestra historia europea.
Feckel, está claro que la consideración de "lo arqueológico" es una cuestión más o menos literaria, cuanto menos aristotélica, diría yo, pero vamos a dejar aparte esto para ir al meollo del asunto. Aquí lo que me planteo es el pase de la cultura europea a "lo arqueológico". No estoy planteando si Europa es o no un resto arqueológico, nada sé de sociologías o de consideraciones sobre la unidad de pueblos o sobre la irracionalidad de los límites fronterizos, lo que planteo es el final del concepto de cultura europea. ¿Ha existido Europa como utopía unitaria de nación? No lo sé, pero no me cabe duda que los artistas, los científicos, los hombres de letras y los demás pensadores han configurado un monumento humano que ha dado sentido al "alma" europea. Este "alma" es su cultura, ésta acudió al rescate de muchos naufragios y cuando caía el muro de Berlín unos espíritus de buena voluntad fueron capaces de cantar los versos de Schiller, la Oda a la Alegría, y cuando Europa padecía las consecuencias de la Gran Guerra unos artistas expresaron con su arte el dolor y antes, otros artistas en el quattrocento certificaron el final de los siglos oscuros para anunciar el Renacimiento. Europa se lo debe todo a la cultura y es la derrota de la cultura lo que me duele, esto es un peligro mayor que el de la crisis económica. Sin cultura, un pueblo se convierte en un cementerio.
EliminarSalud
Me ha gustado la introducción de FACKEL.
ResponderEliminarCoincido con él/ella en muchas de sus apreciaciones.
salut
Miquel, el amigo Fackel es persona inteligente, tiene una visión muy aguda y ama la belleza.
EliminarSalud
Muy interesante el post y los comentarios. Creo que también estás apuntando a lo que de sentimental, en muchas de sus vertientes, tiene "lo arqueológico". Entre otras muchas características de este motivo
ResponderEliminarGracias Casilda, en los restos arqueológicos veo el afán de muchos siglos, son como el certificado elocuente de una presencia que no llega a desaparecer del todo. Es la petrificación de la memoria.
EliminarSalud
La arqueología, sin entrar en definiciones académicas ni etimológicas, conduce siempre a una reflexión sobre lo que somos enfrentados a lo que fuímos; y nos maravilla porque pensamos que la actualidad posee los mayores logros, que los humanos de ahora estamos rozando la excelencia.
ResponderEliminarEn los museos arqueológicos, algunos solitarios como el magnífico de Estambul, se alcanza a comprender que la arqueología es la prueba de que la evolución humana se ha detenido desde que se empezó a escribir en tabillas de barro.
Un abrazo
Querida Amaltea, a propósito de los museos arqueológicos digo que me impresionó el Museo Arqueológico de Heraklion, donde se encuentra precisamente el Disco de Festo. Me impresionó el contenedor, el edificio en sí mismo, se trata de una construcción funcional sin ninguna gracia especial pero ahí se han utilizado unos métodos constructivos y estructurales impresionantes, a prueba de sismos, algo así como multiplicar por diez la seguridad ante un terremoto, está todo pensado para resistir desastres naturales o procedentes de la imbecilidad humana. Ya sé que el esfuerzo del hombre ante estos ataques se queda siempre corto pero en Heraklion han demostrado una sensibilidad grande en preservar el patrimonio arqueológico.
EliminarSalud.
EliminarEs todo un placer poder leer un post como este, además de los comentarios de unos y otros. Precisamente ayer por la tarde leía el Nudo de Salomón (no novela) y no pensaba en arqueología sino en un laberinto del cual nunca acabamos de encontrar la salida, y que ese sea el transitar por esta vida, la búsqueda de la salida, o de un posible centro donde no nos movemos.
Francesc, perdona que me haya ido del interesante tema que te seguimos con interés.
Una abraçada.
Josep, no conozco este libro que citas, por el título se notan ciertas analogías con los restos arqueológicos de Heraklion que citaba más arriba o con el disco de Festo que aparece en la imagen. ¿Quién sabe que es lo que se halla en el centro del laberinto?
EliminarSalud