domingo, 12 de enero de 2014

Inflamiento


Ernst Ferdinand Oehme (1797-1855)
Procesión en la niebla
 
La historia, como una pelota, va dando tumbos, va rodando sobre el tiempo; ora bota, ora topa contra un muro de granito, rebota y vuelve para atrás o sale por la tangente, repite el movimiento y se desinfla.

Llego a pensar que la historia se parece a un juego de pelota o un caminar indeciso que discurre por senderos poco iluminados, es como una procesión en la niebla.

Alguien, con buena voluntad o estimulado por su vanidad, intenta colocar farolas por el camino, intenta iluminar o recoge la pelota de la historia y la vuelve a inflar.

Hay que tener muy buenos pulmones para hinchar la historia. Algunos creen tener gran capacidad torácica para hinchar lo que convenga y otros hacen que soplen los demás.

9 comentarios:

  1. Y qué pulmones tienen ahora nuestros políticos, don Francisco.
    Me quedo con el cuadro, me va perfecto para ilustrar un Parsifal.

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    1. Amiga Kalamar, para un Parsifal o incluso para un Tannhäuser. Yo creo que estos románticos, a pesar de su tisis, soplaban mejor que estos mamarrachos que creen tener la llave de todo.

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    2. ¡Bien dicho! Mamarrachos es la palabra más adecuada (soplagaitas les queda muy grande).

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  2. Los que hacen que soplen los demás son los mismos que hacen de los demás portadores de símbolos.
    Los envían a primera linea para convencer al resto de la masa que hay una pleyáde de individuos dispuestos a inmolarse por la causa.
    salut

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    1. Miquel, portan símbolos y se sitúan en primera línea de fuego y movidos por la ventolera se creen que poseen la verdad y están dispuestos a inmolarse y pretenden que nos inmolemos todos.

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    2. ¿Estarán ellos dispuestos a inmolarles en serio? ¿No será más bien fingir que van a inmolarse para que se inmolen de veras los demás?
      Salud

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    3. Los que tienen el coco comido acaban inmolándose, los comedores de coco hacen que se inmolen los demás.
      Salud

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  3. Francesc, jo malgrat tot encara sóc un innocent que creu que no tots els polítics són iguals, com els taxistes, per exemple. Potser sí que estem passant un mal cicle de personatges infinitament perversos.Tu coneixes la història del món més profundament que jo. Pot ser que tingui raó?
    Salutacions.

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    1. Amic Josep, jo també crec que no tots el polítics són iguals, de fet la política pot arribar a ser un art noble, ens ho desmostraren savis com Ciceró o Maquiavel, pero de lo que sí que estic convençut és d'allò que deien els clàssics de què "el poder corromp".
      Salut

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