Jorge Luis Borges es un autor muy citado, aparecen citas
suyas en los lugares más insospechados.
Estoy convencido de que la proliferación de citas de este
escritor es debida a la idea que han hecho correr sus admiradores que, para
elogiarlo, afirman que Borges lo sabe todo. Ante esta afirmación, Sócrates, condenado a suicidarse, se
volvería a suicidar.
Su obra está muy bien elaborada, su fantasía es fina y de
gran movilidad mental, escribe con entusiasmo pero dice poca cosa. Es un
escritor alejado de la realidad. En la obra de este gran escritor, la jerarquía
entre fantasía y realidad no queda formalmente definida.
Se desenvuelve bien en el mundo real y mejor en el mundo
fantástico, pero en cada uno de esos mundos la música suena diferente. Cuando utiliza el registro realista tiene un
timbre en el fraseo que es completamente distinto del timbre utilizado en el
discurso de su fantasía. En el primero parece caminar, con paso firme, sobre un
suelo polvoriento y sus huellas van quedando marcadas, corren el peligro, eso
sí, de que alguien pase luego la escoba. Cuando pasea por la fantasía lo hace
por un camino de tierra húmeda, más o menos fértil, y entonces sus huellas se
hunden en el barro donde se solidifican.
Se ha convertido en un tótem literario, su palabra es la ley, pero que ley, amigo. Cuando se lee Funes el memorioso o El sendero de los caminos que se bifurcan, Borges se convierte en un chamán, un adivino que nos arrastra a otro universo. No por casualidad, algunos de sus cuentos han servido para ilustrar las últimas teorías sobre el mundo físico. Un ciego que veía en profundidad.
ResponderEliminarQuerida Amaltea, en efecto, un auténtico tótem, citado hasta la saciedad, es un buen escritor del que admiro su fantasía. Creo que la fantasía inteligente nos permite ver más lejos.
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Creo que estamos bastante de acuerdo en varias apreciaciones. En su descarga hay que decir que cada autor se revela obra de su propia vida. Y ésta vine marcada en buena medida por el carácter del individuo. Si analizamos la vida de Borges, sus varias biografías... Tiene gracia, porque este año, por diversos motivos, no he parado de mencionar a Borges aquí y allá (artículos, presentaciones de libros, prologos de antologías...), y de profundizar en su obra y vida. Pero no, aun reconociendo su enorme legado literario, no creo que lo supiese todo precisamente. De hecho tengo algunas sospechas o teorías al respecto. Aunque sería demasiado extenso exponerlas aquí. Abrazos.
ResponderEliminarQuerida Salomé, los admiradores de Borges no cesan en su empeño de hacernos creer que este escritor prodigioso lo sabía todo. Continuamente lo están citando, parece que no haya otro que haya pensado antes que él. Es buen escritor, sí, lo digo y lo repito, pero creo que debemos decir que hay algo más allá de sus citas, de tanto citar sus frases parecerá que haya sido un escritor de aforismos.
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Yo me quedé sorprendido con El Aleph, y realmente me sería complejo poder escribir como lo hace él, citando y citando y definiendo con perfecta claridad lo que quiere exponer.
ResponderEliminarA mi particularmente no me aburre el leerlo...
Miquel a mí me gustó mucho Aleph, la capacidad imaginativa de Borges es extraordinaria.
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Confieso, Francesc, mi absoluta debilidad, o fortaleza, según se mire, con Borges. Más allá de la fascinación que pueda provocar esa manera metaliteraria que el tenía de narrar historias, me parece un escritor formalmente impecable, entendiendo por formal, la capacidad de estructurarlas literariamente. La leyenda de Borges manida está, sin duda, y en efecto sus citas deberían más bien ser interpretadas para que la leyenda perdiera es pátina enlodada de realidad.
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Manuel, a mí también me parece un escritor impecable; planteo solamente que en su obra existen dos registros, el de la realidad y el de la fantasía, son dos registros que en su caso se presentan con unos tempos distintos y con una adjetivación distinta. Su capacidad para la fantasía es extraordinaria y de gran calidad, pero cuando pulsa las cuerdas de la realidad su discurso parece pisar un terreno inconsistentes, vendría a ser como si desconociese el papel que juegan los árboles en el paisaje o como si no supiera cuál es la medida de la cintura de las bellas damas. Es un escritor muy bueno y excesivamente citado, tan citado por sus admiradores que parece que éstos no conozcan la existencia de la biblioteca de Alejandría.
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Bueno, ya se sabe que la literatura sudamericana se sostiene en parte a esa base de fantasía , un cóctel debido a su cultura de refritos.
ResponderEliminarSí amigo Dapazzi, no hay ningún mal en sostenerse sobre fantasías literarias.
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