Composición VI (1913) Kandinsky
Me he puesto de espalda a la sombra del tilo
para contemplar un vuelo de Kandinsky.
Detrás han quedado las zarzas de espinos
impresionistas, que bajo el sol de otoño
ya no amenazan ni la piel ni el color.
Una multitud sinnúmero de ramas
borran los vocablos, ocultan las nieblas
y el sol del ocaso que se desvanece.
No resuena la voz profunda del mármol
y nadie pregunta por el resplandor del alma.
No existen respuestas. El alma es la ausencia
en el infinito, que se extiende al pie
de las sombras que dejan los matorrales.
Sólo la armonía de un vuelo de andarinas.
Es un pintor que me estremece. Su cromatismo , mezcla de colores, a veces duele en las pupilas, y ningún cuadro te deja indiferente.
ResponderEliminarAmigo Miquel, esta composición VI fue pintada ¡hace cien años! Una maravilla.
EliminarSalud
Esta composición es del 2013, hace cien años. Hace poco, también puso usted una obra (el Cuadrado Negro) de Malevich de hace también ahora 100 años, hay que ver señor Cornadó, 100 años y con estas modernidades. ¡cuánto hemos vuelto atrás!
reciba un saludo
J. Aubert