Coatzacoalas (1974) - Josep Guinovart
No es violento este vecino
ni siquiera aquel otro de la esquina
es feroz ni agresivo,
aunque los dos lleven
puñales dispuestos para la acometida,
pero ninguno de ellos es violento.
Media entre éste y aquel
una convención de urbanidad.
Desde la aurora al ocaso,
con puñales afilados de acero,
la violencia se extiende por encima de ellos.
Desde el alba al crepúsculo,
con sonrisas de fariseo,
la hipocresía se refleja en sus rostros.
Dice Cattiaux que una herida de arma puede sanar, pero una de lengua no sana jamás....Salut
ResponderEliminarMiquel, es que las lenguas son de doble filo.
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El miedo hace a los hombres creer lo peor.
ResponderEliminarCURZIO MALAPARTE.
SALUDOS, QUE PASES UN BUEN DÍA.
Sí, amigo Dapazzi, el miedo anula la razón y lo saben muy bien desde el escaño o desde el púlpito.
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Los reflejos se hieren. Porque en la filosofía del espejo uno es el otro.
ResponderEliminarLe deseo también buen día señor Francesc.
Andri Alba.
Hay espejos perversos, amiga Andri, sus reflejos trastocan la realidad.
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La hipocresía es la peor cizaña de la sociedad.Cada vez existen más lastres que combatir...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo.
Raelynn, la hipocresía y los puñales, dos peligros a combatir, sin embargo, si la primera detiene alguna acometida afilada de los segundos, pues le concederemos a la hipocresía el frágil y ficticio valor de la urbanidad.
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vos sabés que es un poema maravilloso, porque muchas, pero muchas veces, no vemos lo que no queremos ver
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salut amic
Gracias Omar, muchas veces, pero muchas veces, la belleza se esconde tras un velo demasiado tupido.
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Oh, no no es violento. No, porque la frontera acartonada de la hipocresía lo ha reducido hasta la apariencia de cordero de suavísima lana.
ResponderEliminarPero oh, no es violento mientras es admirado.
Ires y venires de la condición humana, Francesc.
Un abrazo
Paradógico, Pilar, pero la acartonada hipocresía evita que el vecino saque el puñal.
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Francesc, tu poema no puede ser más claro, afortunadamente esas buenas maneras hacen de "muro de contención", empujan hacia atrás y reprimen, ya lo dice Serrat en su canción: buenos modales en el desalmado, una sonrisa antes de atizar, firmar sentencias pero con buena letra y las malas noticias con papel de regalo....
ResponderEliminarSalud y buena semana.
Sí Loli, estas buenas maneras son, cuando menos, un freno que detiene el arrebato feroz, éste puede ser peligroso cuando se tiene un puñal escondido debajo de la túnica elegante y cívica, a veces los buenos modales se pueden confundir con la hipocresía, de todas maneras bendita sea si sirve para detener la acometida salvaje.
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La violencia, que ejerce tácitamente de vecino, en la lengua bífida, cobra el reflejo de la hipocresía: en ese límite debemos quedarnos sin caer en el cruel arrebato, indigno de nosotros.
ResponderEliminarSalud
Tienes razón Manuel, pero cuando ves aparecer al vecino vestido con su túnica elegante y cívica ya sospechas que debajo de ella se esconde una herramienta preparada para la carnicería.
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