David (1501-1504)
Miguel Ángel Buonarroti
El David interpretado por
Miguel Ángel es un joven musculoso con ademán tenso y dispuesto para el combate.
La escultura presenta una curva muy sutil, un contrapposto muy contenido que expresa la tensión previa que
experimenta el joven David antes de disparar su honda.
El escultor extrae del
gran bloque de mármol un cuerpo ligeramente girado, con la cabeza mirando a su
izquierda y la pierna izquierda que se adelanta a la derecha y deja caer el
brazo derecho de tal manera que la mano toca el muslo.
Esta mano está claramente
desproporcionada. Los analistas del arte y los críticos han elucubrado mucho
sobre esta desproporción ¿cómo es posible que Miguel Ángel cincelara una
figura con desproporciones? ¿Cómo puede ser que el más grande de los artistas florentinos tuviera un error de
estas características?
Teorías haylas: que si quería enfatizar el gesto, que si lo dispuso así en consideración a la gran dimensión de la escultura, que si el punto de vista del espectador estaba por debajo de la línea de horizonte, etc.
Teorías haylas: que si quería enfatizar el gesto, que si lo dispuso así en consideración a la gran dimensión de la escultura, que si el punto de vista del espectador estaba por debajo de la línea de horizonte, etc.
La función hace la forma y el ejercicio hace el músculo. Con honda o sin ella, el joven David estaba
ejercitado en el lanzamiento de piedras. Algo frecuente entre aquellos que han de ser reyes. El ejercicio físico del joven rey fue
modelando su cuerpo y desarrolló sus extremidades y especialmente la mano con
la que lanzaba los pedruscos. Creo entender que Miguel Ángel era consciente de
esta circunstancia y así lo representó. El escultor pasó por alto los cánones
clásicos de la proporción y representó el David tal como sería en la realidad,
con la mano grande, una mueca de odio y con las aletas de la nariz abiertas
para absorber la máxima cantidad de aire que llenara sus pulmones antes del
disparo.
tus conclusiones me parecen acertadas,
ResponderEliminarel resalte es por alguna razón
salut amic
Omar. Miguel Ángel representaba la realidad, resaltó el músculo, el vigor, la juventud, es extraordinario.
EliminarSalud
Interesante deducción. Muy interesante, no lo había leído.
ResponderEliminarMiquel, parece que no pueda ser de otra manera, uno que lanza piedras habitualmente debe tener con toda probabilidad la mano muy grande, así lo entendería Miguel Ángel.
EliminarSalud
Los grandes artistas siempre rompen moldes, no hay para ellos encorsetamientos posibles. Muy intereante, Francesc.
ResponderEliminarUn abrazo, Javier.
Amigo Javier, fue un genio, la cumbre del Renacimiento.
EliminarSalud
Me ha encantado Francesc. Lo desconocía.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
Un Abrazo.
Raelynn. Celebro que te haya gustado.
EliminarSalud
Deducción muy realista. Además de que la función hace la forma creo que MA nos enseña una mano más grande para ver mejor los detalles. También es una mano con función representativa.
ResponderEliminarA mi hijo, que toca el contrabajo, se le ha deformado la mano que pisa las cuerdas: mucho más fibrada, dedos acortados, uñas achatadas..tiene ahora dos manos totalmente diferentes.
Sí Kalamar, el cuerpo se va transformando según la actividad y el ejercicio físico. A veces pienso que aquello de que "la cara es el espejo del alma" tiene algo que ver con esto.
EliminarEn casa pasa algo parecido a lo de tu hijo pero con un violonchelo.
Salud
Desconocía esta hipótesis, pero tiene lógica. En cualquier caso, impresiona la contemplación de esas manos y de esa escultura, tallada sobre un bloque desechado de mármol de Carrara.
ResponderEliminarSalud.
Salmandrágora, esta hipótesis es una pura reflexión mía, yo tampoco sé de nadie que la hubiese formulado antes, quizás debido a su obviedad había sido pasada por alto.
EliminarEstas manos con sus venas de mármol y el giro de todo el cuerpo son algo magistral.
Salud
Probablemente, la obra de arte que más me ha sobrecogido. A parte de los cuadros de Caravaggio, claro. Abrazos.
ResponderEliminarAmiga Salomé, ante el David de Miguel Ángel nadie, cuya condición sea humana, puede permanecer impasible, es sobrecogedor.
EliminarEn cuanto a la obra de Caravaggio opino que por sí sola justifica la existencia entera de toda la pintura barroca.
Salud