Doble retrato de Federico da Montefeltro y Battista Sforza (1465-1472)
Piero della Francesca. Piero di Benedetto dei Franceschi; llamado también Pietro Borghese, (1415-1492)
Autorretrato. Detalle del fresco de La Resurrección
Piero de la Francesca, como
otros artistas del quattrocento
florentino, observó la naturaleza con detalle, miró el paisaje, puso el punto
de vista en el centro y dedujo las relaciones métricas de todos los elementos
que capta el ojo humano.
Representar la realidad era,
para los artistas del primer Renacimiento, entenderla, escudriñar hasta sus más íntimos detalles y a
partir de sus observaciones, deducir el sentido de una existencia razonable,
sin subordinación a ningún arcano. Era, en definitiva, constatar cómo puede
sobrevivir el hombre frente al misterio, sin necesidad de recurrir a la
sinrazón dogmática.
Piero della Francesca se
interesó más por la pintura que por la enjundia interior del cuerpo
representado. Se preocupó más por la representación del movimiento que por la
esencia de lo que se mueve. Intentó explicar las proporciones de la naturaleza,
sin inquietarse ante la posibilidad de que existiera una médula espiritual o un
alma en el interior de las geologías, de los paisajes o de los seres vivos. Le
interesaba el contorno, la piel y las formas todas, más que el alma o el hálito
divino.
En este sentido podríamos
decir que su obra está más influida por la matemática que por el neoplatonismo.
Piero della Francesca -Piero di Benedetto dei
Franceschi; llamado también Pietro Borghese (1415-1492)- fue un “sereno humanista”. Su preocupación por la representación en perspectiva le llevó al
estudio profundo de la geometría euclidiana.
Debido a su mentalidad
matemática prefirió la perspectiva axonométrica aunque, en su obra pictórica,
utilizó la perspectiva cónica por ser ésta la más adecuada a la óptica del ojo
humano.
Agotadas las formas
simbólicas del arte medieval y superado el arte bizantino, hierático y dorado,
el artista del Renacimiento observa la realidad y constituye sobre ella una voluntad
de arte. Es en la contemplación de la realidad, en su aspecto más directo, con
sus colores y con sus formas inmediatas, donde Piero della Francesca busca la
belleza.
El hombre de principios del quattrocento encuentra la belleza en la
superficie de la realidad, sin interiorizar y sin aspirar a espiritualismos o
sustancias divinas. Esto vendrá después con Ficino.
De lo que más me gusta del quattrocento...Y si , me alineo contigo en lo de los colores.
ResponderEliminarSalut
Amic Miquel ya sabes de mi entusiasmo por el quattrocento.
EliminarSalud
Espléndida entrada. Esa luz enganchada en el color es tan poderosa que contemplar una de sus obras es adentrarse en un mundo alejado de este planeta.
ResponderEliminarQuerida Amaltea, este pintor es uno de mis favoritos. Su concepto del arte, su forma de aproximarse a la realidad, su entusiasmo por la forma... tienen una potencia extraordinarias.
EliminarSalud
Un precusor del Alto Renacimiento: composición,perspectiva y sobre todo la luz, su cromatismo delicado y claro;empleaba mucho aceite en las mezclas de color para representar una luz admosférica.
ResponderEliminarLo que llama mucho la atención es su precoz uso de la pintura al óleo.
Un abrazo Francesc tú tan comprometido con la belleza.
Sí Bertha, hacía poco que el óleo había llegado a Florencia procedente de Flandes, lo había traído Antonello de Mesina y della Francesca fue de los primeros en utilizar esta técnica, iba superponiendo veladuras, mezclando el color hasta llegar a conseguir la luz precisa. Destaco muy, muy especialmente su aportación a la perspectiva, en esto fue un maestro.
EliminarUn abrazo.
El doble retrato de Federico da Montefeltro y Battista Sforza ilustraba una caja de galletas y recuerdo haber mirado esa caja en mi niñez con absoluta perplejidad, si había algo de bello entre esa nariz aguileña y ese ojo miasténico yo, tenía que encontrarlo, y mira, me la miré tanto tiempo que al final le dije eso de " entre todos los feos de la historia, tú eres el más guapo porque te he mirado más que a otras bellas e impactantes obras"
ResponderEliminarTodavía hoy me la miro con absoluta fascinación. Me estoy fijando en todos los detalles que has mencionado y quizás explicas de otra forma esa belleza superficial que yo le encontraba sin saberlo, hoy valoramos la belleza como algo muy simétrico, y no es tan distinto, él enfrentó dos rostros a mi juicio carentes de belleza para lograr una simetría que en conjunto sí la logra, la luz, el paisaje ayuda, desde luego y la perspectiva y los colores...ha logrado para mí no alabar la belleza de una venus pero si que ha logrado crearla o recrearla a partir de una no belleza...
Saludos.
Amiga Gemma, los pintores del primer renacimiento se preocuparon por representar la realidad lo más fielmente posible, Piero della Francesca quería representar la luz, el volumen y la naturaleza estrictamente física de los cuerpos, de manera voluntaria jamás se interesó por el carácter ni el alma de sus personajes, ni por ninguna sustancia extrafísica que hubiera en el interior de las cosas, estaba convencido que al artista no le corresponde meterse en interioridades, según este artista y en general en todo el primer renacimiento, la belleza se encuentra en la realidad, en la piel, sin ir más adentro.
EliminarSalud
Buenas noches a todos, queria averiguar algo mas de estos retratos ya que tengo los dos cuadros, y aunque obviamente son copias, si se que los que tengo llegaron de europa mas o menos en los años 50, son de un gran amigo de la familia que a sus 93 años murio no sin antes conocer el mundo.
ResponderEliminarAnónimo, intentaré darte alguna explicación cuando conozca tu identidad.
EliminarSaludos