Paolo Uccello (1397-1475)
San Jorge y el dragón. 1470
Un análisis iconográfico:
1) El dragón parece que vaya
a enfrentarse con Mazinger Z.
2) La nube en espiral podría
ser un peinado de Lady Gaga.
3) El caballo blanco está
sacado de un tiovivo.
4) San Jorge con cara de niña
no da la impresión de estar pinchando un dragón, más bien parece que esté
mirando un mensaje de facebook.
5) Los zapatitos de la
princesa son una propuesta de un diseñador de zapatos de tendencia.
6) La princesa es un
holograma, como todas las princesas.
7) La musculatura de la
princesa está modelada en un gimnasio de monjas de clausura.
8) La princesa lleva el
dragoncito a pasear como quien lleva un yorkshire terrier, atadito con una
cuerda que tiene la tensión de una catenaria flácida.
9) La cueva del dragón no es
de cartón piedra, es de papel maché.
10) La zona ajardinada es un
anticipo de los parterres de Versalles.
Ciertamente no podemos decir que Paolo Uccello fuera un anticipo del
surrealismo como han afirmado algunos estudiosos, más bien creo que se trataba
del mejor humorista gráfico de quattrocento.
Que es un poquito kitsch no te lo voy a negar. Pero conservándolo ligado a recuerdos de la infancia, le tengo un discreto afecto. Abrazos.
ResponderEliminarQuerida Salomé, yo también le tengo afecto a Paolo Uccello, admiro el trabajo que hizo sobre geometría, sus estudios de cuerpos poliédricos de caras irregulares, poliedros estrellados, corte de teselas y estudios de perspectiva, sobre todo sus obras donde aplica, en un solo cuadro, varias perspectivas, cada una con un punto de vista distinto, ¡Y lo hace con el fin de conseguir una mayor visión panorámica! Extraordinario. Creo sin embargo que su obra contiene trazas medievalistas muy acusadas y que debido a esto le cuesta entrar en el lenguaje del renacimiento. De todas maneras te diré que esto me importa poco, pues esta circunstancia es bastante común en los artistas del quattrocento y por otra parte esto les confiere un aire creativo muy optimista.
EliminarSalud
Que cabrón....¡¡¡
ResponderEliminarQue bueno...
Porqué coño no se me ha ocurrido a mí...?¡¡
Un beso de envidia.
Salut
Miquel, lo que ocurre es que me miro a Paolo Uccello con un poco de humor.
EliminarSalud
Tu comentario sí que es humorista. Jajajaja Me ha gustado mucho. En cuanto al surrealismo del cuadro, tu comentario la verdad , me ha hecho mirarlo así. Un saludo!
ResponderEliminarAmiga Mar, celebro que te haya gustado, yo me he reído bastante y reconozco un valor artístico muy importante en la obra de Uccello. Muchos estudiosos han considerado a Paolo Uccello como un precursor del surrealismo, como también lo han hecho con Hieronymus Bosch, también han dicho de él que es un artista gótico y que no gusta, ¡se dicen tantas cosas! je, je, je. Yo veo un cierto aspecto humorístico, irónico.
EliminarSalud
Y si tengo que elegir, me quedo con el dragón. Por lo menos es más divertido.
ResponderEliminarUn saludo.
Amigo Cayetano, si te quedas con el dragón tendrás que luchar con Mazinger Z.
EliminarSalud
Pero el Pájaro continuaba su obra paciente y agrupaba los círculos y dividía los ángulos, y examinaba a todas las circunstancias bajo todos sus aspectos, e iba a pedir la interpretación de los problemas de Euclides a su amigo el matemático Giovanni Manetti; luego se encerraba y cubría sus pergaminos y sus tablas con puntos y curvas. Se consagró perpetuamente al estudio de la arquitectura, en lo cual se hizo ayudar por Filippo Brunelleschi; pero no lo hacía con la intención de construir. Se limitaba a observar la dirección de las líneas, desde los cimientos hasta las cornisas, y la convergencia de las rectas en sus intersecciones, y cómo las bóvedas cerraban en sus claves, y la reducción en abanico de las vigas del techo que parecía unirse en la extremidad de las largas salas. Representaba también todos los animales y sus movimientos y los gestos de los hombres con el propósito de reducirlos a líneas simples. (Marcel Schowb) Un saludo, Francesc.
ResponderEliminarAmigo Luis. Paolo Uccello un buen matemático seducido por la geometría casi tanto como L.B. Alberti. Brunelleschi no tuvo que observar el vuelo de las lechuzas que volaban hacia Fiésole, imaginó, máquinas y andamios, levantó nervios de piedra que convergían, luego sólo fue cuestión de colocar deos hojas de plementería.
EliminarIrá enseguida un escrito sobre Brunelleschi.
Salud
jajajjaja creo que cada vez que lo vea sonreiré, Francesc, oye, y qué me dices de la correa de seda con la que la princesa saca a pasear al dragón? también es un holograma? o será el tallo de la flor?
ResponderEliminarBesos.
Amiga Gemma, lo que impresiona de la correa es su tensión flácida, nadie diría que con la sutileza de la seda se puede sujetar un dragón, ciertamente irónico. ¡qué gran humorista gráfico fue Uccello!
EliminarSalud
Yo me quedo con la nube que parece que no... tiene su mérito.Me ha encantado esta crítica por este fino humor que desprende jeje.
ResponderEliminar.Es, un cuadro onírico las figuras estan como bloqueadas .En este cuadro la perpectiva no le sivió para establecer un orden.
Tiene un algo que me resulta entrañable.
Feliz jueves Francesc.
Querida Bertha. Esta nube es un prodigio, una espiral de Euclides que podría haber servido a la Dama de Elche o a Lady Gaga. En cuanto a la perspectiva ya sabemos que Uccello se empeñaba en poner diferentes puntos de vista en una única escena, un galimatías que a veces contribuía al humorismo, veamos las grupas de los caballos de la Batalla de San Romano.
EliminarSalud.
Ante todo saludos:
ResponderEliminarVeo que le dio de lo lindo a Paolo Uccello. A pesar de todo y, siempre, en clave de humor. Es curioso como el tiempo cambia la perspectiva de las cosas. Creo que los personajes actuales y marcas comerciales se sentirán orgullosos de su comparación; tienen un motivo más para querer vivir de la herencia. Y si esta es tan ancestral, mejor. Y lo mismo del autor: quién le iba a decir que se convertiría en un precursor de Nostradamus. Y hablando de profetas, la princesa más bien se parece a Rapel.
Ante todo saludos:
ResponderEliminarVeo que le dio de lo lindo a Paolo Uccello. A pesar de todo y, siempre, en clave de humor. Es curioso como el tiempo cambia la perspectiva de las cosas. Creo que los personajes actuales y marcas comerciales se sentirán orgullosos de su comparación; tienen un motivo más para querer vivir de la herencia. Y si esta es tan ancestral, mejor. Y lo mismo del autor: quién le iba a decir que se convertiría en un precursor de Nostradamus. Y hablando de profetas, la princesa más bien se parece a Rapel.
En efecto Alejandro, las marcas comerciales no podrían sospechar un ancestro tan cualificado, creo que no lo podían sospechar porque, en general, no saben demasiado del arte ni de la historia.
EliminarLo de Rapel, ja,ja.ja...
Salud