Retrato del Papa Inocencio X. Roma 1650
Diego Rodríguez de Silva y Velázquez.
...con las manchas
distantes,
que son verdad en él, no semejantes,
Quevedo
que son verdad en él, no semejantes,
Quevedo
En efecto don Diego, pinta
usted con manchas distantes. Pero al contemplar la mirada de Inocencio X, me
parece que es más cierta la aseveración de Mengs que dijo que usted pintaba con
desprecio.
divino el desprecio...
ResponderEliminarpasar por aquí es llevarse carga en el pensamiento.
salud y placer leerte
Admirada Mareva, hay miradas que constatan fidelidades fracasadas o pontificados distantes.
EliminarSalud
creo que el retratado también tenía un desaguisado con quien llama Dios,
ResponderEliminaresa cara inquisidora me dice que no ama al prójimo "en general"
.
salut amic
Amigo Omar, ciertamente la mirada es inquisidora. Velázquez lo supo captar.
Eliminarsalud
creo que el retratado también tenía un desaguisado con quien llama Dios,
ResponderEliminaresa cara inquisidora me dice que no ama al prójimo "en general"
.
salut amic
Que buen retrato...
ResponderEliminarSí, Miquel, una obra de arte con mayúsculas.
EliminarSalud
Me parece un retrato pasmoso, que hizo exclamar aquel Troppo vero! al retratado; en efecto, demasiado veraz para el taimado personaje; pero el retrato es de los muy pocos mejores de la historia. En cuanto al desprecio, me sorprende lo de Mengs, cuando hemos visto tantos enanos, tarados y a su esclavo pintados con dignidad e incluso ternura; creo que más bien don Diego era la transparencia misma, en donde se asomaba hasta lo que debiera estar oculto; enigmática transparencia, por cierto.
ResponderEliminarUn saludo muy cordial.
Antonio, coincido, yo creo que es uno de los mejores retratos de la historia del arte. En la exclamación de Inocencio, el vocablo "troppo" resulta inquietante.
EliminarA la opinión de Quevedo sobre lo de "manchas distante", Mengs antepuso su el concepto de pintura que "desprecia".
Salud
O QUIZÁS con honestidad extrema según veia . . .
ResponderEliminarEsto no lo sé, amic Puigcarbó, yo creo que Quevedo quedó impresionado por la longitud de los pinceles de Velázquez.
EliminarSalud
"Troppo vero", dijo el Papa. Parece que no le gustó reconocer su alma en esa mirada. Velázquez era un genial retratista, ya fueran poderosos o humildes bufones.
ResponderEliminarSalud.
Salmandrágora, no sé si el Pontífice pensaría, al ver su retrato, aquello de que la cara es el espejo del alma, pero cualquier impresión que se llevara queda empequeñecida por el arte de Velázquez.
EliminarSalud
Me encanta este cuadro sobretodo la cromática de rojo sobre rojos.Tiene razón que esta mirada tan penetrante no me extraña que se quedara asombrado de verse este prínciope dela iglesia y exclamara: troppo vero!
ResponderEliminarUn saludo feliz fín de semana.
Amiga Bertha, es un retrato precioso, realmente un arte "troppo vero" y si atendemos a las palabras de Plotinio, al concepto platónico del arte, verdad y belleza, son una misma cosa.
EliminarSalud
De l'obra de Mengs el que més es valora, són els retrats que va realitzar per a nombroses corts europees. Per tant la seva valoració d'aquesta obra, ha de contemplar-se, ara bé, amb tot menyspreu inclòs, es diu que l'individu purpurat li va encantar i es va identificar al màxim.
ResponderEliminarPersonalment crec que és un dels millors retrats de totes les èpoques.
SALUTACIONS.
Dapazzi, jo també ho crec, ens trobem davant d'un dels millors retrats de la història de l'art. Quan Mengs parla de "despreci" em sembla que es refereix a la forma en què Velàzquez tracta la pinzellada i suposo que a la relació forma-impresió.
EliminarSalud
Una mirada tan cruel la del papa
ResponderEliminarQué mirada tan cruel la del papa. Ante esto, cabe el miedo o el desprecio como reacción. El desprecio.. me gusta la interpretación del desprecio de Velázquez ante el poderoso retratado (y pagador)
ResponderEliminarQuerida Casilda, hay artistas que se expresan con elocuencia, Lo del desprecio es cosa de Mengs, por descontado que la opinión de Mengs no es desdeñable.
EliminarSalud
Pues con desprecio le salió el retrato más extraordinario del Barroco.
ResponderEliminarEstimada colega Kalamar, es extraordinario. A veces pienso que esos bohemios neoclásicos piensan raro y aciertan.
EliminarSalud
Y gastó la broma de pintar un deslumbrante faldón blanco, un símbolo espiritual, que asoma bajo la capa rojo sangre envuelta en un escenario del mismo color; codicia y dureza de sentimientos que corona con un gorro mas cercano a un capirote que a la mitra papal. Qué listo era y qué bien sabía reflejar lo que veía.
ResponderEliminarUn abrazo en esta invernal tarde.
Querida Amaltea, un faldón con encajes y el rojo sobre rojo, la mirada de Velázquez ya es en sí misma una verdadera obra. Con sólo citar (pintar) lo que ve ya lo expresa todo, hasta lo más profundo de la realidad.
Eliminar¡Que tarde tan "gelida"!
Salud
Llevo un rato dándole vueltas al retrato, acercándome más a la historia que a la pintura y la verdad sea dicha, que el retratado proceda de los Borgia me predispone en contra, no por eso dejo de reconocer la grandeza del artista al mostrar la psicología del personaje.
ResponderEliminarUn abrazo amigo Francesc, que tengas buen fin de semana.
Amiga Loli, una obra de arte magnífica, tanto desde el punto de vista de composición y orden formal como de expresión.
EliminarSalud